Cardenal Aguiar: “Ni los párrocos son monarcas, ni los laicos sacerdotes en miniatura”

(7 MARGENS).- El cardenal Américo Aguiar, entrevistado en el undécimo episodio de la iniciativa “En el Corazón de la Esperanza”, considera que “la sinodalidad es querer, desear y aceptar caminar juntos”, lo que en la práctica significa “escuchar, orar, discernir y decidir”. Para el obispo de Setúbal, es especialmente importante no olvidar la última parte, “decidir”, porque en la Iglesia hay muchos procesos que “se prolongan eternamente en la reflexión, el discernimiento, la oración, y luego la decisión fracasa”.

Desde esta perspectiva, insiste en que todas las parroquias de su diócesis establezcan sus Consejos Pastorales Parroquiales, lo cual no ha sido fácil, y que todos los fieles conozcan su respectiva misión. Porque “ni los párrocos son monarcas, ni es necesario transformar a los laicos en sacerdotes en miniatura”, argumenta.

La entrevista, que puede verse a continuación, es una iniciativa de la Red Sinodal, promovida en colaboración con 7MARGENS, Diário do Minho, Voz Portucalense, Correio do Vouga, Correio de Coimbra, A Guarda, la Red Mundial de Oración del Papa y Folha do Domingo.

Pregunta. ¿Cuál es su lectura del Documento Final del Sínodo y las Directrices para su Implementación, basándose en su experiencia en la XVI Asamblea General del Sínodo de los Obispos?

Respuesta. Ante todo, todos debemos ser conscientes de que estamos en camino. Estamos en camino, y se nos ha desafiado a recorrerlo juntos: unos con otros. No en una carrera de fondo aislada, sino cada vez más conscientes de que recorremos el camino como pueblo. Y llegar a una estación a mitad del camino, o en medio del principio, o en medio del fin… Nunca se sabe. Llegar a la mitad de un camino siempre implica un gran respeto por el camino recorrido y, por supuesto, cierta valentía para cuestionarlo.

R. Confieso que lo más difícil para mí en aquellos días, en aquellas semanas, fue, por no haber tenido la experiencia previa, trabajar en grupos con esa metodología de conversación en el espíritu. Confieso que en cierto momento estuve a punto de cortarme las venas ante lo que significaba convertirme a esa dinámica y esa metodología. Pero después de la mitad del camino era algo normal, ya formaba parte del aprendizaje, del protocolo y de la metodología.

R. Los responsables de distribuir el juego, de hacer que las cosas funcionaran, eran muy importantes en los grupos (creo que solo cambié de grupo dos veces: de un grupo, luego de otro, y luego volví al principio). Y les estoy muy agradecido porque, de hecho, hicieron que cardenales, obispos, sacerdotes, laicos, más o menos famosos, más o menos anónimos… en cierto momento fuéramos hermanos y hermanas que nos conocíamos desde siempre.

Debemos ser conscientes de que los laicos tienen una vida más allá de participar en las cosas que la Iglesia les pide

P. ¿Qué se está haciendo en su diócesis de Setúbal?

R. Tenemos una Comisión Sinodal Diocesana, compuesta por dos laicas y un laico, además de un sacerdote, que heredé al llegar. Les pedí que continuaran el trabajo que venían realizando. Sé que antes habían trabajado con grupos parroquiales, vicariatos… El trabajo preliminar que hicieron algunas diócesis, y también Setúbal. De hecho, en estos últimos días estuvieron en el Jubileo y participaron. Y estoy muy agradecido por ello, porque debemos ser conscientes de que los laicos tienen una vida más allá de participar en las cosas que la Iglesia les pide. Nos reunimos hace unos días para preparar los próximos pasos.

R. Durante mi estancia en Setúbal, les pedí que hicieran un recorrido por toda la diócesis, incluyendo los vicariatos, para una actualización, una especie de revisión del material tratado y una proyección de los próximos pasos. Lo hicieron y les pedí que me enviaran un documento resumen.

R. Así es, quiero interferir lo menos posible en estas fases. Creo que es más puro que el diamante pulido llegue a la mesa del obispo, porque creo que de eso se trata. Esto es lo que se está haciendo, con un liderazgo laico esencial… En el caso de Setúbal, es la abrumadora mayoría: tres, uno. Y luego también en los consejos. Pero creo que es muy importante que permitamos que el diamante se pula y que gane valor precisamente por eso.

R. Y, por ejemplo, en Setúbal, la creación de los Consejos Pastorales Parroquiales ha sido difícil. Llevo dos años allí. En la primera carta pastoral, pedí su formación. En la segunda carta pastoral… pedí, insistí y recé por su formación. Y en la tercera carta pastoral, que fue hace unos días, pedí, recé, insistí y supliqué. No sé qué será lo siguiente. Pero estoy muy agradecido porque somos 57 parroquias y ya hemos superado las 40. Pero es fundamental. Y estos ejemplos de sinodalidad práctica son fundamentales. Y no entiendo por qué una parroquia no la tiene, no la constituye. De hecho, incluso usaré la imagen: ni los párrocos son monarcas, ni es necesario, en resumen, transformar a los laicos en sacerdotes en miniatura ni nada por el estilo. Así que cada uno en su lugar, cada uno respetando su misión. o.

R. Pero este Año Pastoral, con la ayuda de esta Comisión y de estos 40 Consejos Pastorales Parroquiales ya establecidos, profundizaremos para que todos conozcan realmente la misión y la función. Porque a veces invitamos a la gente y solemos engañarla. "Mira, no es problema, solo es una reunión al año". Pues te equivocas. Y a partir de ahí, muchos lo creen, y las cosas no salen como deberían, debido a estos acuerdos mínimos y de alto nivel que hacemos entre nosotros.

R. Por lo tanto, los Consejos Parroquiales de Asuntos Económicos también son muy importantes, y es fundamental que todos crezcan en la corresponsabilidad en las decisiones que afectan a la vida material de la comunidad. De tal manera que ni el párroco se sienta único y exclusivo propietario, ni los laicos se sientan irresponsables ni, equivocadamente, responsables de la decisión final.

R. Y el 28 de febrero tendremos la primera gran reunión de todos los Consejos Pastorales Parroquiales constituidos. Siento mucha curiosidad y mucha oración por esta reunión, para que cada uno empiece a asumir en serio la responsabilidad de ser parte de este camino. Porque la sinodalidad se trata de querer, desear y aceptar caminar juntos. ¿Y qué es eso? Es fácil: escuchar, orar, discernir y decidir. Y aquí digo: decidir. Porque a veces pienso que hay procesos que olvidan la última parte y se pasan una eternidad reflexionando, discerniendo, orando, y luego la decisión fracasa. Y la decisión es muy importante.

Sobre todo, todos debemos aceptar que nadie es dueño de la sinodalidad ni del camino. Es decir, si hay un dueño, es Cristo Rey. El Espíritu Santo, Dios, Jesús. Ellos son los dueños del camino

P. La Red Sinodal en Portugal busca ser un espacio para compartir contenido y dinamizar el proceso sinodal. ¿Qué papel puede desempeñar en esta fase de implementación de las conclusiones del Sínodo?

R. Sobre todo, todos debemos aceptar que nadie es dueño de la sinodalidad ni del camino. Es decir, si hay un dueño, es Cristo Rey. Hace unos días celebramos a Cristo Rey. El Espíritu Santo, Dios, Jesús. Ellos son los dueños del camino. Son ellos quienes nos inspiran, quienes nos proyectan hacia adelante, quienes nos provocan, y por eso, ante todo, debemos agradecer a Dios por… No sé si es por locura, por martirio, pero muchos laicos se ponen al frente del pelotón de fusilamiento para provocarnos, para ayudarnos a reflexionar precisamente sobre este tema. Y con equilibrio, porque a veces hablamos… No soy muy erudito en lo que significa la sistematización académica… Me molesta, me aburre, y no tengo mucha paciencia para ello. Pero por suerte hay quienes sí la tienen, para ayudarnos a organizar las cosas y a reflexionar científicamente.

R. Pero temo, a veces, que nos distraigamos demasiado con el intento de convertir la sinodalidad en una cátedra de no sé qué. Y creo que esa no es precisamente la urgencia. Es necesario sistematizar, es necesario profundizar, es necesario reflexionar. Pero yo… Mi preocupación como pastor, sobre todo, es que mis ovejas entiendan. Sepan y entiendan. Porque sobre todo, y lo he notado en los últimos dos años… creo que hay una necesidad urgente de una conexión más estrecha y familiaridad con la palabra de Dios. Creo que hay un enorme déficit entre las diversas personas con las que nos encontramos a diario, en las parroquias, en los servicios, en las comunidades; un enorme déficit de familiaridad, de conocimiento de la Sagrada Escritura. Estoy convencido de que tenemos que hacer algo al respecto. Así que, si saltamos de la Sagrada Escritura al Magisterio de la Iglesia, a los documentos del Papa, a lo que sea… entonces es mejor no continuar la conversación, porque acabará siendo muy pesimista.

R. Así que, en cuanto a la Red, les agradezco el trabajo que realizan. Que ofrezcan sus sufrimientos por la salvación del mundo, pero con la certeza de que no es un esfuerzo en vano. Al contrario. Y creo que estos caminos de las diócesis, de las parroquias, de los movimientos… estos caminos, siendo caminos de Dios, se cruzarán. En algún momento se cruzarán. Tomará más tiempo o tomará menos tiempo.