Francia juzga al excura pederasta, en un escándalo que salpica al cardenal Barbarin La confesión del cura Preynat: "Durante veinte años abusé de cuatro o cinco niños a la semana"

Bernard Preynat, a su entrada al juicio
Bernard Preynat, a su entrada al juicio Reuters

"Yo sabía que estos gestos estaban prohibidos, que eran caricias que nunca debería haber hecho. Eran a escondidas", admite el ex sacerdote

El caso sacudió los cimientos de la Iglesia francesa. El cardenal de Lyon, Philippe Barbarin, fue condenado en primera instancia a seis meses de prisión por actuación indebida, y apartado de la diócesis. La apelación tendrá lugar el 30 de enero

"Abusaba de cuatro o cinco niños cada semana". Bernard Preynat admitió este martes, durante la primera sesión ante el tribunal que lo juzga por pederastia, sus monstruosidades que, durante dos décadas, le llevaron a abusar de centenares, tal vez miles, de menores entre los boy scouts franceses. Lo hizo de pie, ante la magistrada de Lyon, que no pudo resistirse a responder: "Eso significa casi un niño al día".

"Yo sabía que estos gestos estaban prohibidos, que eran caricias que nunca debería haber hecho. Eran a escondidas", el clérigo, apartado hace unos años del sacerdocio. "Y sí, es verdad, me aportaban placer sexual".

Barbarin, salpicado

El de Preynat es, sin lugar a dudas, el caso de abusos más importante de la Iglesia francesa, que ha salpicado al mismísimo cardenal Barbarin, considerado uno de los 'papables' y que fue condenado en primera instancia a seis meses de prisión por no evitar los abusos. Mientras se resuelve la apelación (el 30 de enero), el purpurado ha sido apartado de su cargo en la diócesis.

“En la época, pensaba que no cometía agresiones sexuales sino que eran caricias, cariños. Estaba equivocado. Son las acusaciones de las víctimas las que me lo han hecho comprender”, explicó durante el juicio Preynat, de 74 años, y que ha reconocido haber abusado de niños entre 1970 y 1990, cuando era capellán de los "boy-scouts" en Sainte-Foy-Lès-Lyon, una localidad cercana a Lyon.

El ya ex sacerdote reconoció los hechos en 1991 ante la pasividad de las autoridades religiosas, que lo mantuvieron en su puesto hasta que se destapó el escándalo en 2015. Sólo en 2018 fue apartado del sacerdocio. Tarde, siempre tarde. 

La investigación desveló al menos 35 víctimas, de las que sólo una decena pudo sumarse a la acusación. El resto habían prescrito. Los querellantes, antiguos boy scouts de 7 a 15 años en aquella época, le reprochan manoseos, besos y caricias sexuales obligados. Preynat ha admitido casi todo, incluso tres violaciones (hoy prescritas), y ha pedido perdón a las víctimas. Con su declaración de hoy, la cifra podría multiplicarse.

"No hay duda de que será condenado"

Preynat, quien hoy tiene 74 años, se expone a 10 años de cárcel y 150.000 euros de multa. "No hay duda de que será condenado", admitió su abogado.

Para los supervivientes, este juicio, más allá de condenar al clérigo, servirá para denunciar públicamente la actitud obstruccionista de la jerarquía eclesiástica, que sistemáticamente silenció los abusos, apenas cambiándole de parroquia. Así, el juicio tratará de explicar cómo este ex sacerdote, cuyas tendencias pedófilas eran conocidas, pudo seguir violando impunemente y permanecer en la parroquia, en contacto con los jóvenes. 

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