El teólogo Christian Bauer invita a “pasar de un marco clerical a uno sinodal” La crisis del coronavirus, una oportunidad para reconstruir "una Iglesia convertida en un obstáculo manifiesto para la evangelización"

El Camino de Santiago, vacío
El Camino de Santiago, vacío

El pastoralista alemán reclama al Camino Sinodal un mensaje de "confesión de fe" ante el mundo post-pandemia. Paradójicamente, de la crisis impuesta por la pandemia surge la oportunidad de construir un mundo nuevo

“En esta crisis del coronavirus nada sirve menos al Evangelio que una Iglesia cuya forma exterior representa un antitestimonio permanente”

La Iglesia asiste a una "crisis de credibilidad" que la "ha convertido en un obstáculo manifiesto para la evangelización"

La crisis del coronavirus podría marcar “un punto de inflexión para la Iglesia”, especialmente en aquellos rincones del mundo, como Alemania o la Amazonía, inmersos en procesos sinodales, tal y como ha solicitado el Papa Francisco. De hecho, la pandemia y sus consecuencias han puesto de manifiesto la necesidad de agilizar el “camino sinodal” ya emprendido por la Iglesia alemana, según el teólogo Christian Bauer.

En un artículo publicado en Katholisch.de, el pastoralista, presidente del Grupo de Trabajo de Teología Pastoral, defiende que la próxima asamblea sinodal que se celebrará en Frankfurt emita un mensaje sobre la Iglesia post-coronovarius, similar al que en su día planteó Juan XXIII en su Gaudiun Et Spes. Una especie de “confesión de fe en este tiempo”, al estilo del “Mensaje al mundo” con el que Roncalli convocó el Vaticano II.

Sinodalidad, "camino común y compartido"

Una propuesta que, añade Bauer, mostraría la sinodalidad como “un camino común y compartido”, no solo hacia el interior de la Iglesia, sino “en solidaridad con todos los demás pueblos de nuestro tiempo”. Tal y como la soñó Francisco en su discurso con motivo del 50 aniversario del Sínodo de los Obispos, “una Iglesia sinodal que avanza junto a todos los hombres y las mujeres, que sueña con construir una sociedad en justicia y fraternidad”, y así dejar “un mundo nuevo más bello y humano para las generaciones venideras”. Paradójicamente, de la crisis impuesta por la pandemia surge la oportunidad de construir un mundo nuevo.

Iglesia sinodal
Iglesia sinodal

Y una reforma de la Iglesia. En realidad, apunta el teólogo alemán, una “autoevangelización de una Iglesia movida por Jesús, y por lo tanto lista para ponerse al servicio del mundo”. ¿Por qué es precisa esta 'autoevangelización'? En buena medida, por “la crisis de credibilidad” motivada por los abusos y el exceso de poder, que “ha convertido (a la Iglesia) en un obstáculo manifiesto para la evangelización”.

"Antitestimonio permanente"

“En esta crisis del coronavirus nada sirve menos al Evangelio que una Iglesia cuya forma exterior representa un antitestimonio permanente”, señala Bauer, quien denuncia la “reclericalización de la liturgia”, también en el espacio digital y aboga, junto al Papa, por “una pastoral de conversión”, que “exige la conversión de las estructuras contrarias al Evangelio y pone en marcha un proceso de autodepuración sinodal”. Todo ello, para lograr el principal objetivo: “pasar de un marco clerical a uno sinodal”.

Las preguntas que surgieron tras el Concilio vuelven a tomar forma en la Iglesia post-coronavirus: ¿Nueva Evangelización o autoevangelización? ¿Misión 'ad extra' o 'ad intra'? “Un posible mensaje del Camino Sinodal podría ciertamente despertar un nuevo interés en el Evangelio de la segunda vía, tanto dentro como fuera de la Iglesia. Valdría la pena intentarlo”, culmina el teólogo.

Una comunidad que camina
Una comunidad que camina

Volver arriba