“Contradice nuestra visión cristiana de la humanidad y no debe tener cabida en nuestra Iglesia, que se supone defiende la tolerancia, el respeto y la diversidad”. El obispo de Essen, Franz-Josef Overbeck, condenó de esta manera el altercado físico ocurrido el pasado fin de semana cuando un hombre intentó impedir que una bandera arcoíris ondease en un evento católico que se estaba celebrando en esa localidad alemana.
La denuncia de los hechos –que está siendo investigada por la policía– se produjo durante la celebración del Festival Parroquial de San Miguel en Essen-Dellwig, cuando, como denunció el grupo Comunidad Católica de Jóvenes (KjG) local denunció en Instagram un “ataque violento contra nosotros como organización juvenil, en respuesta al izamiento de la bandera arcoíris en nuestro festival parroquial”, a consecuencia de lo cual dos personas resultaron heridas.
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Para Overbeck –según informa el portal Katholisch–, símbolos como la bandera arcoíris demuestran que Dios desea a cada persona "sin distinción, sin condiciones previas", y agradeció a la Comunidad Católica de Jóvenes que había denunciado el incidente. “Le aseguro a la KjG mi solidaridad y estoy firmemente a su lado”.