Cuatro claretianos españoles salvaron a cientos de judíos de los nazis Gilberto Valtierra, Joaquín Aller, Emilio Martín e Ignacio Turrillas: los 'falsificadores' de Dios

Cuatro claretianos españoles ayudaron a salvar entre 1940 y 1944 en París a un centenar y medio de judíos, la mayoría sefardíes, de la persecución nazi

Un bautismo falso proporcionaba la oportunidad de escapar del horror y huir de Francia. Una historia de solidaridad que ha permanecido en el más absoluto secreto. Hasta ahora

Cuatro misioneros claretianos españoles que vivían en París ayudaron a 155 personas judías a salvarse de la persecución nazi en Francia y poder escapar a España entre los años 1940 y 1944.

Esta historia se mantenía en secreto hasta ahora. Fue el diario El País, quien dio a conocer la labor que los misioneros hicieron en la iglesia de la Misión Católica Española en el centro de París y que se mantuvo en secreto durante 80 años.

Los misioneros claretianos fueron Gilberto Valtierra, Joaquín Aller, Emilio Martín e Ignacio Turrillas quienes les expidieron actas de Bautismo y Matrimonio para que pudiesen huir del país o al menos garantizarles protección al hacerles pasar por católicos.  Los cuatro ya han fallecido.

En ese momento, Francia vivía la ocupación nazi bajo el régimen de Vichy que colaboró activamente en el genocidio de judíos residentes en el país, y los cuatro religiosos se arriesgaban a recibir sanciones de conocerse lo que estaban haciendo.

Los héroes claretianos

El camino a que se conociera su labor

El primer momento para que esta historia saliera a la luz ocurrió en 2008 cuando una mujer visitó esta iglesia, “nos dijo, muchísimas gracias, ustedes salvaron la vida a mis padres, ellos eran judíos”, declaró al diario español el padre Carlos Tobes Arrabal, actual director de la Misión Católica Española en París. Para ese momento, él mismo y muchos otros claretianos en el convento desconocían lo que había ocurrido.

Por su parte, el autor de la investigación, Santiago López Rodríguez, se ha encontrado a lo largo de su trabajo con otras tramas de ayuda a los judíos, similares a la que protagonizan Joaquín Aller y sus compañeros claretianos y también desconocidas hasta ahora.

Lo que diferencia la de la Misión Católica Española en París es que la connivencia de la Embajada, el Consulado y la Cámara de Comercio españolas facilitó la huida a quienes estaban bajo la amenaza nazi. El papel del padre Aller y la Misión Católica Española fue decisivo. "Mantenían contacto frecuente con elementos republicanos, con todos los españoles independientemente de la ideología", indica el historiador.

El funcionario que acudió a Aller en busca de ayuda para esconder a la Santina se le presentó, según varias fuentes, como comunista. El investigador extremeño se tropezó con ese relato en el transcurso de sus pesquisas. También fueron determinantes las gestiones del entonces cónsul general de España en París, Bernardo Rolland, que salvaron la vida a 80 judíos y para el que Santiago López Rodríguez está empeñado en conseguir el título de "Justo entre las naciones".

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