Bajo observación de las normas sanitarias y tras ua reunión con el primer ministro Las iglesias ortodoxas en Grecia celebran la Epifanía pese a la prohibición por covid

Iglesia ortodoxa griega
Iglesia ortodoxa griega

Tras un largo pulso entre la Iglesia ortodoxa y el Estado, el episcopado suavizó el tono y emitió una circular en la que pedía a todas las diócesis que celebrasen hoy una única misa, bajo estricta observancia de las normas sanitarias

En la mayoría de las iglesias el número de fieles ha sido escaso, todos llevaban la máscara preceptiva y guardaban la distancia mínima

El conflicto entre la Iglesia y el Estado ha sido una tónica habitual desde que comenzó la pandemia, ya que muchos curas y obispos se opusieron desde el inicio al cierre de las iglesias y la implantación de medidas de protección sanitaria

Las iglesias en Grecia abrieron este miércoles para celebrar la Epifanía, a pesar de la prohibición formulada por el Gobierno conservador para evitar la propagación del coronavirus, si bien las ceremonias religiosas se celebraron bajo observación de las normas sanitarias.

Según las imágenes mostradas por los medios locales desde muchos puntos del país, en la mayoría de las iglesias el número de fieles era escaso, todos llevaban la máscara preceptiva y guardaban la distancia mínima.

En el exterior de algunos templos se formaron pequeñas colas para poder asistir a la liturgia del bautismo de Jesucristo, ante una vigilancia moderada de la policía, que había recibido órdenes de hacer un seguimiento "discreto" de la jornada.

El pulso entre la todopoderosa Iglesia ortodoxa -un poder fáctico en la en teoría laica Grecia- y el Gobierno había estallado el lunes, después de que el Santo Sínodo, la conferencia episcopal helena, diera la orden a las diócesis de abrir durante esta festividad, saltándose así la prohibición del Gobierno.

El Ejecutivo del conservador Kyriakos Mitsotakis reforzó la semana pasada las medidas de confinamiento, incluido el cierre de las iglesias el 6 de enero, en aras de poder reabrir las escuelas el próximo día 11.

Los obispos sostuvieron que en ningún momento se les informó de esta medida y exigieron al Ejecutivo que respete los términos acordados antes de Navidad, cuando se decidió el cierre de los templos, con excepción de los días de Navidad, Año Nuevo y el 6 de enero, aunque con aforo reducido.

El Gobierno emplazó a los clérigos a cumplir las normas y les recordó que las leyes "no se aplican a discreción, para que quien no esté de acuerdo pueda ignorarlas", y que las medidas son una obligación para todos y un acto de solidaridad.

En su resolución, el Santo Sínodo anunció que presentaría un recurso ante el Tribunal Supremo Administrativo contra el cierre de los templos, lo que finalmente no hizo.

En un intento de lograr un acercamiento, Mitsotakis se reunió este martes con el primado de la Iglesia Ortodoxa, el arzobispo de Atenas Jerónimo II, y le pidió que la Iglesia asuma sus responsabilidades y ayude a reducir los efectos de la pandemia.

El primer ministro recalcó la necesidad de que todos cumplan las normas sanitarias y señaló que la Iglesia debe dar un ejemplo positivo.

Finalmente, el episcopado suavizó el tono y a última hora de la tarde del martes emitió una circular, en la que pedía a todas las diócesis que celebrasen hoy una única misa, a primeras horas de la mañana y bajo estricta observancia de las normas sanitarias.

Iglesia ortodoxa griega
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Además, el arzobispo de Atenas y toda Grecia desistió de consagrar las aguas a cielo descubierto, como tenía previsto.

El ritual tradicional para esta festividad consiste en que los fieles lanzan al mar, a los ríos o a embalses cruces previamente consagradas por los sacerdotes, para luego capturarlas en una carrera a cuyo ganador se le presagia un año exitoso.

El conflicto entre la Iglesia y el Estado ha sido una tónica habitual desde que comenzó la pandemia, ya que muchos curas y obispos se opusieron desde el inicio al cierre de las iglesias y la implantación de medidas de protección sanitaria.

Este mismo martes, un cura de Larisa fue condenado a tres meses de cárcel, bajo suspensión de la pena, por celebrar una misa con cuarenta personas -el máximo son 25 en templos medianos- pese al confinamiento que rige en el país heleno desde hace siete semanas.

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