Se retomarán los funerales, pero sólo con un máximo de 15 asistentes Los obispos italianos acusan a Conte de "excluir arbitrariamente" las misas con público en el desconfinamiento del país

Italia se prepara para reabrir el país. Poco a poco y con cautela. Demasiada, en opinión de los obispos, que tras varias semanas de negociación han montado en cólera al comprobar que en el decreto presentado ayer por el primer ministro Conte, y en la que no se ha anunciado la inmediata apertura de las misas a partir del 4 de mayo.

"Los obispos italianos no pueden aceptar ver comprometido el ejercicio de la libertad de culto", protesta la Conferencia Episcopal italiana tras comprobar cómo se van a permitir los funerales, aunque deberán tener un máximo de 15 asistentes y, siempre que se pueda, celebrarse al aire libre. Pero los templos deberán permanecer cerrados. ¿Un aviso de lo que puede suceder en España?

"Debe quedar claro para todos que el compromiso de servicio a los pobres, tan significativo en esta emergencia, proviene de una fe que debe alimentarse en su fuente, especialmente la vida sacramental", sostienen los obispos italianos, que recuerdan que "la Iglesia ha aceptado, con sufrimiento y sentido de la responsabilidad, las limitaciones gubernamentales asumidas para hacer frente a la emergencia sanitaria".

Pero, también, que "se ha subrayado repetidamente y de forma explícita que, cuando se reduzcan las limitaciones asumidas para hacer frente a la pandemia, la Iglesia exige poder reanudar su acción pastoral".

"Ahora -dice la nota- después de estas semanas de negociaciones en las que la CEI ha presentado unas directrices y protocolos con los que abordar una fase de transición en pleno cumplimiento de todas las normativas sanitarias, el Decreto de la Presidencia del Consejo de Ministros aprobado esta tarde (por ayer) excluye arbitrariamente la posibilidad de celebrar la misa con el pueblo", lamenta el Episcopado italiano, que recuerda al Gobierno "su deber de distinguir entre su responsabilidad - dar indicaciones precisas de carácter sanitario - y la de la Iglesia, llamada a organizar la vida de la comunidad cristiana, respetando las medidas previstas, pero en la plenitud de su autonomía". Se avecina tormenta.