Cree que su despido es una venganza por denunciar al obispo de Jalandar de violar a otra religiosa Una monja #MeToo de la India apela a Roma contra su expulsión de la orden

Una monja de la India que protestó contra un obispo acusado de violar a otra religiosa ha apelado a Roma contra la decisión de su congregación de expulsarla por supuestas "razones disciplinarias".

Sor Lucy Kalappura fue expulsada de su orden, la Congregación de las Hermanas Franciscanas Clarisas, el pasado 5 de agosto. Una decisión que Kalappura ha apelado a Roma, para que falle sobre el caso la Congregación para las Iglesias Orientales.

La orden a la que perteneció la monja dijo que su despido obedecía a varias violaciones de su disciplina como religiosa, incluyendo las de vestir como laica, haberse comprado un coche, haber desobedecido a sus superioras, haber publicado un libro y un disco de música y haber aparecido en los medios de comunicación.

Pero la Hermana Lucy cree que la razón real es una venganza por una protesta que llevó a cabo en septiembre del año pasado -junto con otras cinco monjas- contra el obispo de Jalandhar, Franco Mulakkal, acusado de haber violado a otra religiosa múltiples veces a lo largo de un periodo de dos años.

"Tengo mucho miedo... me están matando poco a poco, intentando quitarme la felicidad", dijo Kalappura sobre su expulsión, de acuerdo con lo publicado por la web Matters India.

"La congregación me apuntó a mi solo porque levanté la voz contra el obispo Franco, porque apoyé a la monja que estaba luchando por justicia. Porque la defendí", insistió.

La religiosa rechaza las acusaciones que su congregación le ha imputado, y defiende que la obediencia religiosa no significa consentir todo lo que hagan los líderes de la Iglesia.

"La obediencia no significa cerrar los ojos y decir que 'sí'", explicó.