Obispos australianos: "El antisemitismo es una mancha oscura en la sociedad"
Atentado en Sídney
"Los motivos perversos de quienes perpetraron estos terribles actos están ahora claramente vinculados a la lacra del antisemitismo", denuncian los obispos tras el atentado que causó al menos 16 muertos
(SIR).- "La violencia y el horror que se desató en Bondi el domingo por la noche han conmocionado profundamente a los australianos. La pérdida de vidas inocentes es una tragedia inconmensurable". El arzobispo Timothy Costelloe, presidente de la Conferencia Episcopal Católica Australiana, expresó de esta manera su dolor y conmoción en sus declaraciones sobre el tiroteo en la pòpular playa de Bondi , en Sídney, Australia.
Se estima que al menos 16 personas murieron y otras 40 han resultado heridas este domingo. Aún se desconoce el número exacto de atacantes que abrieron fuego contra la multitud que celebraba la festividad judía de Janucá en la playa. Según el Times of Israel, el rabino de Sídney, Eli Schlanger, ha sido identificado como una de las víctimas. Decenas de personas fueron trasladadas a diversos hospitales de la ciudad.
La lacra del antisemitismo
“Las familias y seres queridos de quienes murieron han visto su mundo destrozado”, escribe el presidente de los obispos australianos. “Muchos otros han sufrido heridas, algunas de ellas muy graves. Los motivos perversos de quienes perpetraron estos terribles actos están ahora claramente vinculados a la lacra del antisemitismo. Esta es una realidad impactante y profundamente angustiosa que desafía nuestra propia comprensión de nosotros mismos como australianos”.
El arzobispo añade: “En un país que se enorgullece de su tolerancia y genuina hospitalidad, este prejuicio y odio ciegos señalan una mancha oscura y destructiva en nuestra sociedad, una que amenaza no solo a nuestros hermanos y hermanas judíos, sino, de hecho, a todos nosotros. Debemos redescubrir la convicción de que nada puede justificar jamás esta violencia destructiva”. De ahí una sincera súplica por la paz: “Mientras nuestra nación lidia con esta tragedia, debemos trabajar incansablemente para garantizar que la ira justificada que sentimos no genere más violencia y odio”.
El obispo Costelloe aplaude la "extraordinaria valentía de la policía y otros socorristas", así como la valentía de quienes intervinieron para protegerse mutuamente. En nombre de todos los obispos católicos del país, el obispo Costelloe asegura a las familias de los fallecidos y a todos los heridos sus oraciones y cercanía. Concluye: "Nos unimos a quienes condenan esta terrible violencia e imploramos a todos los australianos que rechacen cualquier impulso de odio y violencia y, en cambio, nos comprometamos a ser pacificadores en nuestras familias, entre nuestros amigos y en la sociedad en general".
