El prior de Taizé explica, en exclusiva, los casos de abusos en la comunidad Hermano Alois: "Al oír a las víctimas, sentimos vergüenza y una tristeza profunda"

Alois y jóvenes
Alois y jóvenes

La primera denuncia vino en 2010. Inmediatamente, se pusieron en contacto con la víctima quien, después de un proceso de acompañamiento, ha logrado regresar a orar a Taizé

"Al principio, ninguna víctima quería denunciar, pero cuando les contamos lo que pretendíamos hacer, se sintieron aliviadas y nadie se opuso"

Toda la información en 7MARGENS

"Cuando fui contactado, inmediatamente tomé en serio el testimonio de las víctimas". El hermano Alois de Taizé se muestra compungido después de conocerse al menos cinco casos de abusos en la comunidad fundada por el hermano Roger, entre 1950 y 1980. Ha sido la propia comunidad la que ha puesto los hechos en conocimiento de la Justicia, después de hablar con las víctimas. Lo cuenta Antonio Marujo en 7MARGENS.

"Con varias de las víctimas, hemos mantenido el contacto a lo largo del tiempo. Fue a través de este seguimiento como comprendí la profunda necesidad de justicia que sentían, necesaria para que el camino de curación de sus heridas pudieran comenzar".

Las víctimas, informadas en todo momento

Las víctimas, asegura el prior de Taizé, han estado informadas en todo momento de los pasos que se iban a dar. "Al oír lo que vivieron y sufrieron, sentimos vergüenza y una tristeza profunda. Es posible que esta intervención incite a otras eventuales víctimas a hablar: en ese caso, las escucharemos y procuraremos acompañarlas en todas las acciones que vayan a desarrollar".

Encuentro de la comunidad de Taizé

"Sólo trayendo luz sobre estos actos podemos contribuir a proteger eficazmente a todos los que confían en Taizé", subraya el hermano Alois.

"Si hablo hoy es porque se lo debemos a las víctimas, a sus familiares y a todos los que buscan en Taizé un lugar de confianza, seguridad y verdad"

Una tarea que la comunidad lleva realizando desde 2010: "Cualquier agresión, antigua o más reciente, cometida contra un menor o mayor de edad, ya sea por un hermano que ha abusado de su ascendiente moral o cualquier otra persona podrá ser comunicada a la dirección de protección@taize.fr o a una asociación de apoyo a la víctima", se puede leer en el sitio web de Taizé.

Desde entonces, la comunidad encargó a algunos de los hermanos y otras personas la tarea de escuchar a cualquiera que tuviera "conocimiento de agresiones de carácter sexual u otras formas de violencia, en particular en lo que se refiere a menores de edad".

Primera denuncia, en 2010

Los primeros casos de quejas ahora reportados por las autoridades de Taizé se hizo en 2010, un mensaje de correo electrónico enviado a los hermanos, explica el 7MARGENS el hermano David, el único portugués integración de la comunidad.

"El hermano Alois respondió inmediatamente, proponiendo que un hermano fuera a encontrarse a la víctima. La persona se sintió muy tocada por una respuesta tan rápida y por su acusación haber sido tomada en serio. A lo largo de los años, fue posible hacer un camino de apaciguamiento. Esta persona quiso, después de un largo camino, volver a rezar a Taizé"

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Tumba del fundador y primer prior de Taizé, el hermano Roger. Foto © António Marujo

"Nuestro primer pensamiento va siempre a la víctima y sentimos una gran tristeza por que algunos hermanos hayan lastimado así a una persona", afirma David. "Ha sido importante, entre todos los hermanos, hablar abiertamente de lo que las víctimas nos han dicho y de su sufrimiento. 

El proceso de diálogo con las víctimas

En esa perspectiva, los hermanos decidieron entregar a la justicia francesa los cinco casos de agresiones y, al mismo tiempo, hablar de ellos públicamente. "Fue necesario tiempo para madurar una decisión de éstas. La primera necesidad después fue hablar con las víctimas y hacerlo con ellas. Al principio, ninguna quería denunciar, pero cuando les contamos lo que pretendíamos hacer, se sintieron aliviadas y nadie se opuso", afirma el hermano David. 

Las diligencias, sin embargo, no se quedaron por ahí y los hermanos consideraron importante comunicar a responsables de diferentes iglesias cristianas lo sucedido. El hermano Alois estuvo en París y en Roma a comunicar de viva voz lo sucedido.

El último episodio de este proceso se dio este lunes, tras la comunicación del hermano Alois al procurador de la República: los hermanos reunieron a cerca de un centenar de jóvenes de todos los continentes que están en este momento en Taizé como voluntarios, explicando lo sucedido y las iniciativas tomadas.

Audiencia del Papa con el hermano Alois de Taizé
Audiencia del Papa con el hermano Alois de Taizé

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