Marx o Batzing, en cambio, agradecen al Papa emérito su misiva Las víctimas de abusos en Alemania lamentan la "falta de empatía" de Ratzinger: "No nos ha pedido perdón"

Protestas contra los obispos alemanes
Protestas contra los obispos alemanes

Marx: "La diócesis se toma muy en serio" el informe sobre los abusos, "particularmente en lo que se refiere al nivel de gestión, también trata de la responsabilidad personal e institucional”

O'Malley: "El Papa emérito nos ha hecho una descripción íntima del drama de su conciencia modelada por una vida de servicio a Dios y a su pueblo. El mal sufrido por las víctimas de abusos sexuales a menores por parte de sacerdotes y religiosos y su gestión de dichos abusos pesa, con razón y necesariamente, en su conciencia"

Para Hans Zollner, la declaración "es muy personal, pero demasiado general"

"Ratzinger todavía se ve a sí mismo como una víctima que ha sido arrastrada a una culpa excesiva. Y no está preparado para defender la responsabilidad general indelegable que tiene un obispo"

El 'mea culpa' de Joseph Ratzinger y su genérica petición de perdón a las víctimas de los abusos en la Iglesia ha desatado un torrente de reacciones en todo el mundo. Con disparidad de criterios: desde los que agradecen la sinceridad y la transparencia del Papa emérito hasta los que echan en falta una asunción de responsabilidades y asumen su carta -y el análisis de su equipo de colaboradores- con excepticismo.

"Estoy agradecido por la carta, el Papa emérito merece respeto por ello", subrayó el presidente de los obispos alemanes, Georg Bätzing, quien días antes había pedido a Ratzinger que pidiera perdón por su actuación ante los abusos como arzobispo de Múnich. 

Del mismo modo, el cardenal Marx se sintió "satisfecho" con la declaración del Papa emérito en la que, afirma el purpurado, Ratzinger expresa su "profunda vergüenza", su "gran dolor" y su "disculpa a todas las víctimas de abuso sexual". Marx, también implicado (es el actual arzobispo de Münich), aseguró que "la diócesis se toma muy en serio" el informe sobre los abusos, "particularmente en lo que se refiere al nivel de gestión, también trata de la responsabilidad personal e institucional”. 

cardenal Seán O'Malley, Presidente de la Comisión Pontificia
cardenal Seán O'Malley, Presidente de la Comisión Pontificia

Por su parte, el cardenal O'Malley presidente de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores, calificó el texto papal como "una confesión personal y dolorosas". "La conciencia nos habla si estamos dispuestos a escuchar", declaró el purpurado.

El peso de la conciencia

"El Papa emérito nos ha hecho una descripción íntima del drama de su conciencia modelada por una vida de servicio a Dios y a su pueblo. El mal sufrido por las víctimas de abusos sexuales a menores por parte de sacerdotes y religiosos y su gestión de dichos abusos pesa, con razón y necesariamente, en su conciencia", sostuvo.

Al analizar los efectos en las víctimas de los abusos y en la Iglesia actual, el cardenal de Boston señaló que el "sobrio testimonio" de Benedicto XVI refleja la conciencia de que ha habido momentos de profunda oscuridad que han marcado a los supervivientes, pero sobre todo indica que el reconocimiento de los "daños irreparables" causados por la Iglesia y los fallos en la prevención de esos daños representan un "desafío" para quienes ocupan hoy puestos de responsabilidad.

La invitación urgente es a hacerlo mejor. El "testimonio" y la profunda "honestidad" de las admisiones del Papa emérito -concluyó el cardenal- deberían ser un estímulo para que todos defiendan a los supervivientes de abusos y protejan a los que hoy dependen del cuidado de la Iglesia.

Estuche con tomos individuales del informe

Excusas "difíciles de soportar"

Sin embargo, las víctimas de abusos criticaron la misiva de Benedicto XVI, que resultan "difíciles de soportar". 'Eckiger Tisch', una de las principales asociaciones de supervivientes, tildó las excusas del Papa emérito como "una muestra más de cómo la Iglesia relativiza permanentemente su actuación en casos de abusos".

"Se admiten faltas y errores, pero nadie asume responsabilidades concretas", lamentan, insistiendo en que la carta de Ratzinger "nos deja con las manos vacías". 

El portavoz del Consejo Asesor de Personas Afectadas de Múnich, Richard Kick, calificó la declaración del Papa emérito como "realmente indescriptible". "Ya no puedo reaccionar agresivamente, estoy consternado y afectado", señaló Kick, lamentando que Ratzinger se refugia en la creencia de que "el juez final" lo juzgará.

"Faltó por completo una confrontación empática con las víctimas, abusadas, golpeadas y humilladas" en la Iglesia. La víctima recordó que Benedicto XVI no puede hablar únicamente a nivel personal, sino como Pontífice , y lamentó que en su declaración implicara a Francisco. Que, añade, no ha hecho una declaración pública al respecto.

Ratzinger
Ratzinger

Para Hans Zollner, la declaración "es muy personal, pero demasiado general". En declaraciones a los medios, el jesuita subrayó que si Benedicto hubiera expresado primero su compromiso con los afectados y luego expresado su agradecimiento a los amigos, su carta ciertamente habría sido mejor recibida.

El obispo de Essen, Franz-Josef Overbeck, expresó su escepticismo, y mostró su temor de que la carta de Ratzinger "sea de poca ayuda para los afectados en su procesamiento". Overbeck pidió que las víctimas tengan "mucho más peso" en la toma de decisiones en la Iglesia católica.

Faltó empatía

Finalmente, el presidente del Comité Central de los Católicos Alemanes (ZdK), Irme Stetter-Karp, lamentó la "falta de empatía" por los afectados, pues en su confesión, ""la mirada no se dirige a los hermanos y hermanas y afectados".

"Somos Iglesia" también se mostró decepcionado por la declaración papal. "Ratzinger todavía se ve a sí mismo como una víctima que ha sido arrastrada a una culpa excesiva. Y no está preparado para defender la responsabilidad general indelegable que tiene un obispo", señaló Christian Weisner, del equipo federal de la organización, el martes en Münich, que lamentó que no hubiera hecho "una confesión personal de culpabilidad".

Primero, Religión Digital
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