Un año después de la publicación del informe sobre abusos en la Iglesia “¿Es vergonzoso recibir a víctimas?": El lamento ante la falta de respuesta de los obispos de Portugal

Ana Nunes de Almeida
Ana Nunes de Almeida António Marujo/7MARGENS

“A la vista de ese informe, de su publicación y de esa monstruosidad, estaba convencida de que (...) habría una fase de integración y discusión de los resultados, que se traducirían en medidas, en gestos prácticos, en primer lugar, por la Iglesia católica, pero también por la sociedad portuguesa”

Pero “nada de eso sucedió realmente”  Son las palabras de la socióloga Ana Nunes de Almeida, quien participó en la elaboración del informe de la Comisión Independiente sobre Abusos Sexuales en la Iglesia Católica en Portugal, de cuya publicación se cumple ahora un año

“El formalismo, la distancia y frialdad de los obispos portugueses tiene que ver también no sólo con una actitud defensiva”, sino también “con un desconocimiento de esta dimensión de la condición humana, de este sufrimiento, que no es causado por la muerte o la enfermedad, es un sufrimiento provocado por el abuso sexual”

“A la vista de ese informe, de su publicación y de esa monstruosidad, estaba convencida de que (...) habría una fase de integración y discusión de los resultados, que se traducirían en medidas, en gestos prácticos, en primer lugar, por la Iglesia católica, pero también por la sociedad portuguesa”. Pero “nada de eso sucedió realmente”. Son las palabras de la socióloga Ana Nunes de Almeida, quien participó en la elaboración del informe de la Comisión Independiente sobre Abusos Sexuales en la Iglesia Católica en Portugal, de cuya publicación se cumple ahora un año.

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De ahí que la experta, en declaraciones a 7MARGENS, no oculte que se siente “desilusionada” con la respuesta de la jerarquía portuguesa a las conclusiones de la investigación del equipo liderado por el psiquiatra Pedro Strecht, que reveló la existencia de al menos 4.815 víctimas de abusos en el seno de la Iglesia de Portugal.

Los testimonios de los 512 casos de aquellas víctimas que relataron su vivencia a la comisión de investigación la marcaron profundamente, reconoce Nunes de Almeida. “Fue brutal, fue devastador, fue una experiencia transformadora. No soy la misma persona; Hay un antes y un después”, relató la socióloga.

El cara a cara de las víctimas con los obispos

Un impacto que reconoce que también vivieron algunos de los obispos que se entrevistaron con las víctimas. “Escuché que dos o tres se reunieron con ellas, pidieron hablar con las víctimas; y uno que me dijo: 'Nunca había estado con una víctima de abuso sexual frente a mí y cambié, no me imaginaba tal cosa'”, indicó, reconociendo, en este sentido, que “el formalismo, la distancia y frialdad de los obispos portugueses tiene que ver también no sólo con una actitud defensiva”, sino también “con un desconocimiento de esta dimensión de la condición humana, de este sufrimiento, que no es causado por la muerte o la enfermedad, es un sufrimiento provocado por el abuso sexual”.

La socióloga Ana Nunes de Almeida
La socióloga Ana Nunes de Almeida António Marujo/7MARGENS

Frente a esta postura, Nunes de Almeida explica “la gran diferencia” con el papa Francisco, “que llamó a víctimas reales, concretas, estuvo con ellas en una habitación, las escuchó atentamente y las abrazó y les pidió disculpas, incluso les pidió que oraran por él”.

Sin embargo, recalca que la situación en Portugal es distinta en el trato a las víctimas. “Hay falta de humanidad, falta de sensibilidad, falta de cercanía; No puede ser, no puede ser…”, señala la socióloga, lanzando al aire algunas preguntas: “¿Es vergonzoso recibir víctimas? ¿Hubo alguna vez un domingo en el país en el que se dedicaron misas, por ejemplo, a las víctimas de abusos sexuales en Portugal?”.

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