Obispos europeos condenan el atentado racista en Alemania "¿Por qué esta violencia estúpida? Se ha creado un clima de odio, de desprecio por el otro"

Atentado en Hanau
Atentado en Hanau

El atentado que anoche se cobró la vida de once personas -incluidas la madre del agresor, y él mismo- en la localidad alemana de Hanau han conmocionado a la Iglesia y la sociedad del país. Más aún al conocerse las motivaciones de “odio racista” de la agresión

El obispo de Fulda muestra sus "condolencias y solidaridad" y lamenta la "profunda ruptura" para la ciudadanía

El atentado que anoche se cobró la vida de once personas -incluidas la madre del agresor, y él mismo- en la localidad alemana de Hanau han conmocionado a la Iglesia y la sociedad del país. Más aún al conocerse las razones de “odio racista” que motivaron la agresión.

“Estamos profundamente perturbados por las razones de este delito”, afirmó Michael Gerber, obispo de Fulda, en cuya diócesis se sitúa Hanau. Gerber, que se declaró “consternado” ante el ataque de anoche, expresó sus “condolencias y solidaridad” con las víctimas y sus familiares, y admitió que el atentado supone “una profunda ruptura” para la ciudadanía.

Todas las comunidades de la diócesis han sido invitadas a incluir una oración por las víctimas de Hanau en sus servicios dominicales”, concluyó el obispo.

Explosiones de violencia racista

Los ecos de la masacre llegaron hasta la reunión de Bari. Así, Paolo Bizzeti, vicario apostólico de Anatolia, quiso enviar un mensaje a “las víctimas, sus amigos, familiares y las naciones de las que proceden. Me uno en oración a su luto”. El religioso destacó cómo el atacante, vinculado a la extrema derecha, dirigió su ira a una zona de bares frecuentada por la comunidad turca.

Flores en el lugar del atentado

“Surgen muchas preguntas”, recalcó Bizzeti. "¿Por qué hay estas explosiones de violencia estúpida, malvada e injustificable? A esta pregunta debemos buscar respuestas profundas. No puedes decir simplemente que el asesino de masas era un loco. Se ha creado un clima de odio, de desprecio por el otro, de violencia verbal que a la larga conduce casi inevitablemente a consecuencias trágicas como ésta".

Recordando las motivaciones nazis del atacante, Bizzeti lamenta cómo el pasado “está resurgiendo en Italia, en Alemania, en Europa. Y hay quienes lo minimizan cuando en cambio es la señal de que el recuerdo de lo sucedido se está perdiendo. Europa ha disfrutado de la paz durante 70 años, pero la paz debe ser vigilada y defendida sin ambigüedades".

"Los obispos del Mediterráneo denuncian desde hace años que los problemas no pueden resolverse con el rechazo, con la criminalización de las personas que huyen de la muerte, de la violencia, de la injusticia y de la pobreza"

"La voz de la Iglesia en estos años ha sido profética: siempre hemos dicho que hay que bajar el tono; siempre hemos pedido que se entiendan las causas y siempre debemos tomar en serio que acoger a la gente implica un esfuerzo inteligente, no sólo de bondad", concluyó el vicario.

Atentado en Alemania

Un ataque que ofende la dignidad humana

Finalmente, el presidente de los obispos italianos, Gualtiero Bassetti, denunció el ataque, que “ofende profundamente la dignidad humana”. "Quien siembra odio, cosecha tempestad", afirmó el cardenal, quien insistió en que “estamos unidos, somos solidarios y aseguro las oraciones de la Conferencia Episcopal Italiana y de las Conferencias Episcopales de todos los países ribereños del Mediterráneo reunidos aquí en Bari".

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