A JESÚS MAULEÓN se le murió la madre con 94 años, y acaba de publicar un tremendo poemario

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CABA de llegarme, dedicado por el autor, el último poemario de Jesús Mauleón, compañero de estudios y amigo.

"Este debido llanto" (Ediciones Vitrubio", 2010) está centrado en el fallecimiento de la madre del poeta, una pérdida dolorosa que se llena de resonancia mística, de un dolor que se agarra a la esperanza y, en el mismo espacio, a una poesía reveladora y firme.

Inicia el autor la presentación de sus versos con estas palabras:
"En mi ya larga vida he visto morir a unas cuantas personas queridas a mi alrededor. Algunas de ellas dejaron marcada en mi historia íntima la cicatriz de un poema. Pero esta vez fue distinto. Nunca la muerte de alguien amado me había sumido en una especie de sosegada furia, o de éxtasis, que se prolongó durante mes y medio y me forzó a escribir, casi como un sonámbulo, uno y, en ocasiones, dos poemas diarios. Este trance de "dolorido sentir" y de trabajada serenidad, a partes iguales, fue lo que me provocó la despedida de mi madre..."

En la web "Nido de Poesía" hemos presentado con anterioridad doce títulos del poeta de Arróniz (pulsar aquí), seleccionados de su "Poesía Completa", editada por el Gobierno de Navarra. Pero dispongámonos ya a leer algo de esta última entrega que, si os impresiona como a mí, no impedirá que se deslice, por la ladera de vuestra mejilla, alguna gotita de lava o cera o lágrima, porque os recuerda la pérdida de vuestra propia madre o algún ser muy querido (o vuestra propia muerte).

Lo original de Jesús Mauleón es su humanidad y su fe, noblemente integradas, y valiente, bellísimamente, expresadas en el ácido tiempo de confusión y laicidad que nos ha tocado vivir. Que los pastores de almas, catequistas, etc. no dejen escapar la ocasión de conocer este testimonio de ternura y trascendencia que tan beneficioso podría serles para su vida personal, para su misión evangelizadora. La dirección de la editorial es: Ediciones Vitrubio c/ Menorca, 44. 28009 Madrid (Tfno. 915 732 186). Esta antología contiene 42 poemas. El próximo jueves acercaré más títulos.

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VEDLE SENTADO O TRISTE O PASEANDO SU PENA...



En los primeros versos que hoy leemos, la figura central es el poeta, un Jesús Mauleón acorralado, abatido, sin llanto ni palabras... Pero se va poblando el aire de presencias, se enciende el corazón con llamas de oro. Y un agua bendita y misteriosa va humedeciendo de devoción su rostro:

VEDLE AHÍ RASTREANDO

Vedle ahí rastreando
su agujero o su casa, los espacios vacíos. Vedle
secos los ojos porque apenas
se le enseñó a llorar, siempre a oponer el pecho
de frente a las tormentas. Vedle
sentado o triste o paseando
su pena en un pasillo que conduce
hacia la entraña de su misma pena.

Pero levanta el corazón y hasta los ojos,
mira encima de sí y atisba
que el Invisible habita
sereno, protector, su madriguera.
Vedle ahí intuyendo, estremecido, amando
a quien no ve, ya un árbol sacudido
del viento cierto de sentirse amado.

Le llamarán vencido y atrapado. Pero por fin es libre
y rey y dueño
del llanto que lo eleva.


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TE DEJO CON LOS ÁNGELES



Quien preside la ceremonia de despedida del difunto, entona ritualmente la antífona "In paradisum...", que podría traducirse así: "Al paraíso te conduzcan los ángeles, a tu llegada te reciban los mártires y te conduzcan a la ciudad santa de Jerusalén..." Acaso el sacerdote Jesús Mauleón despidió, en la realidad exequial, con esta oración a su madre, encomendando su cuidado a los ángeles de Dios. Adivino cierta evocación de la Ascensión de Jesús, donde también se incluye la presencia de ángeles que le acompañan a la Transvida.

Y no me resulta difícil adivinar que la nueva presencia de la madre fallecida, ahora gloriosa y joven, cuidando al hijo sacerdote, nos evoca, con ternura y bondad, el papel mediador de María hacia todos los hombres. En imagen, la madre de Jesús Mauleón con dos nietas el día que cumplió 94 años.

YA ME DESPIDO AQUÍ

Ya me despido aquí. Te dejo con los ángeles.
Llevádmela en volandas.
Si quema el sol, volad bajo la sombra.
Si su fatiga acecha, sentadla en una nube.
Sostenedla, mimadla, levantadla
hasta los mismos cielos.
Presentadla ante Dios y que su luz la alumbre
de juventud eterna.

Madre mía, que estás en los cielos:
ahora te manda Dios tomarme a mí del brazo, sostener
el peso de mis años, mi fatiga,
quizá prepararme la mesa (oh tus naranjas
rojas del paraíso), vendarme
la llaga de tu ausencia, despedir con un beso
mi frente antes del sueño.

Ahora eres tú, madre joven, gloriosa,
quien velará mis años y quien pondrá esta noche
una corona de oro a mi tristeza.

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Y OYES DIVINAMENTE LA MÚSICA DE DIOS



"Ni el ojo vió, ni el oído oyó, ni nadie pudo imaginar lo que Dios ha preparado para los que le aman..." (1Cor 2,9). Insiste la teología cristiana en que no sólo el alma, también el cuerpo, participarán de la gloria y felicidad eterna.



Escribió con gracia Luis Alberto de Cuenca: "Volveremos a vernos donde siempre es de día / y los feos son guapos y eternamente jóvenes, / donde los poderosos no abusan de los débiles / y cuelgan de los árboles juguetes y tebeos..." (Volveremos a vernos).

JOVEN PARA SIEMPRE

¿Verdad que no cojeas por el cielo?
¿Verdad que tu memoria
no da ningún traspiés ni se les va la luz a tus recuerdos?
Y aquella espalda curva se endereza
para mirar a Dios, la altura de su cara.
Se disipó la niebla de tus ojos
y tu vista cansada alcanza en el periódico
a la letra pequeña de la gloria.
Las tapias de tu oído se cayeron
y oyes divinamente
la música de Dios, palabra única
que ya sólo es "Amor" y es la que llena
el libro de los cielos, y "eternidad" se escribe.

Alégrate, María.
Déjate amar y ama. Vive:
desde hoy eres joven para siempre.


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A JESÚS MAULEÓN se le murió
la madre con 94 años,
y acaba de publicar un tremendo poemario


1.Versos de JESÚS MAULEÓN a la muerte de su madre (1):

VEDLE AHÍ RASTREANDO
YA ME DESPIDO AQUÍ
JOVEN PARA SIEMPRE


2.Versos de JESÚS MAULEÓN a la muerte de su madre (2):

HAGAMOS UNA FIESTA
COMO A UNA HIJA REINA
DÍME TÚ CÓMO ES DIOS


3.Versos de J. MAULEÓN a la muerte de su madre (3):

ESTÁS EN EL GRAN CORO
EL TIEMPO MUERTO
MIRO ACERCARSE A DIOS
YA LE HABRÁS DADO UN BESO ETERNAMENTE


4.Un misterioso lector nos refiere su experiencia con versos de Jesús Mauleón.

ESTOS GERANIOS ROJOS
EN ESTE SILLÓN


5."Y tú, ¿dónde estás?". Jesús Mauleón medita la muerte de su hermano.

Y TÚ, ¿DÓNDE ESTÁS?


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