SOROLLA en el Prado. La pintura más triste: MUJER ESPOSADA




Desde los 18 años llevaba presentando Sorolla a las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes sus mejores trabajos, como "Dos de mayo", de 1884, de casi seis metros de anchura, o el monumental "El entierro de Cristo" (1886), de cerca de siete metros, uno de sus grandes fracasos (no se lo entendieron), que le llevó a marginar, con alguna excepción, el tema religioso. Y, así, inicia un nuevo ciclo, reproduciendo en su arte

escenas de la vida cotidiana. Su primera gran obra de realismo social (1892) fue la pintura "¡¡Otra Margarita!!", que alude a la Margarita del Fausto de Goethe, que ahoga a su hijo y es condenada por infanticidio.

"¡¡ OTRA MARGARITA !!"



Viajando en tren de Valencia a Madrid, fue testigo Joaquín Sorolla del traslado esposada de una mujer que, decían, había quitado la vida a su bebé.Una pareja de la Benemérita custodiaba a la detenida. Resultó muy afectado el pintor, y un día se dispuso a abocetar en el estudio la tremenda escena. En un abigarrado conjunto, como solía viajarse entonces, incluyó inicialmente hasta la figura de algún niño.

Pero, al final, tomó la decisión de expresar el drama con la mayor simplicidad: y así retrató a la desgraciada madre en el centro de un vagón sin pasajeros, la cabeza inclinada sobre un hombro, caída la mirada, con frías

esposas rodeando sus muñecas.Y a la diestra un atillo con sus humildes pertenencias. Se la adivina joven, pero muy triste y abatida. Al fondo, una pareja de la Guardia Civil, medio adormilada, vigila a la detenida. No podía faltar la magia del sol, juguetón como una mariposa, aleteando esperanza por los altos balcones de la luz, encendiendo braseros al borde de las tablas.

Al fin le llegó el éxito. Primera Medalla el año 1892. Aunque el Estado español se desentiende de su adquisición, por lo delicado del tema. Premiado, de nuevo, el lienzo en Chicago, en 1893, con Medalla de Honor, fue adquirido por Charles Nagel por 1.800 dólares, la mayor cantidad económica percibida hasta la fecha por Sorolla por uno de sus cuadros.

REFLEXIONES AQUÍ Y AHORA

Contemplando el lienzo, uno se hace alguna pregunta, como: ¿por qué no vemos, esposado junto a ella, a su compañero de aventura, probablemente también ejecutor material del delito? Con la multiplicidad de métodos anticonceptivos que hoy tenemos a nuestro alcance, ¿seríamos capaces de condenar a una desvalida mujer,

pobre de recursos, que fácilmente había sido engañada o violada? Y hay que decir bien alto, desde ya, que hoy ninguna mujer es llevada a la cárcel por interrumpir su embarazo. Ninguna, nadie. Palabra.

Me queman urgentes preguntas: si es delito romper la vida de un recién nacido, ¿no lo será también, adelantándose dos meses por ejemplo, vaciar el nido de la madre? (Los sietemesinos son viables.) ¿Y cuatro meses? ¿Cuándo dejaría de ser delito: en su decimocuarta semana, o ya, quizás, desde su inicial latido? No somos, pienso, Dios para disponer de la vida humana, pero pronto podremos (ley de plazos)apagar legalmente, desde su primer encendido, la misteriosa llama de la vida. Sabemos tanto del amor y su fisiología, ¿y no somos capaces de prevenir embarazos, bendecir alumbramientos?



HOY COMIENZA EL VERANO

Se inicia oficialmente, en nuestro hemisferio norte, una nueva estación: la estival. Julio y agosto, tórridos, se aprovechan para el descanso y la salida al campo, costa o montaña. Ilustramos unos hermosos versos de Rafael Alfaro con el lienzo sorollés "Bendición de la barca". Al aire libre, como le gustaba pintar, da testimonio el artista valenciano de un piadoso acto de

impetración de ayuda al Altísimo. En el poema de Alfaro se nos invita a asociarnos a su alegría acompañándole en la celebración de "la Misa más grandiosa del cielo y de la tierra", canto cósmico de la creación a su Jardinero Mayor.

"BENDICIÓN DE LA BARCA"



GRACIAS, DIOS MÍO, POR TU INVITACIÓN

"Bendice, alma mía, al Señor: / ¡Dios mío, qué grande eres! / Te vistes de belleza y majestad, / la luz te envuelve como un manto. / Extiendes los cielos como una tienda, / construyes tu morada sobre las aguas; / las nubes te sirven de carroza, / avanzas en las alas del viento... " SALMO 103

Gracias, Dios mío, por tu invitación
a celebrar la Misa más grandiosa
del cielo y de la tierra.
El mar nos ofrecía su mantel
con el bordado encaje de sus playas.
Las montañas, los bosques y los prados,
sus flores y floreros.
El sol y las estrellas y la luna
los cirios encendidos de su Pascua.
El canto de los pájaros y el son
de los ríos, su coro más grandioso.
Y las nubes, su incienso en la gloriosa
bóveda de los cielos, bendecida
por la aspersión preciosa de una lluvia
canonizada por el arco iris...
Y Tú, Señor, el Pan
partido y repartido y compartido.
Tu mesa relucía en la llanura
inmensa de la Historia, conducida
por tu Padre en el ritmo del Espíritu.

Aquí y ahora y siempre
y por los siglos de los siglos, hoy
te alabamos y te glorificamos.
Mara na tha. Amen. Alleluia!



CATÁLOGO DE LA EXPOSICIÓN


Me gustaría dejar expreso testimonio de la fuente que alimenta el curso de nuestros comentarios sobre pinturas de Sorolla: el catálogo de la Exposición "Joaquín Sorolla 1863-1923", imprescindible edición dirigida por José Luis Díez y Javier Barón, comisarios del evento (536 páginas de excelente factura, 45 euros).

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