CARTA DEL OBISPO DE VITORIA ANTE EL INICIO DEL CURSO 2020-2021 “Aupa! Aurrera!” (adelante) la palabra de esperanza de Elizalde

“Aupa! Aurrera!” (adelante) la palabra de esperanza de Elizalde
“Aupa! Aurrera!” (adelante) la palabra de esperanza de Elizalde Diócesis Vitoria

“Ahora sí que o nos salvamos todos o no se salva nadie” 

El Obispo de Vitoria, D. Juan Carlos Elizalde, ha escrito una carta abierta con motivo del inicio de este curso 2020-2021 bajo el título “Con respeto pero sin miedo, en su nombre, juntos. Aurrera!. 

La Jornada Mundial de las Misiones, DOMUND, le sirve para iniciar esta carta desde el lema de este año, “Aquí estoy, mándame”, y las palabras del Papa Francisco para la misma: “La misión que Dios nos confía a cada uno nos hace pasar del yo temeroso y encerrado al yo reencontrado y renovado por el don de sí mismo”. Y añade Elizalde en su carta: “No es momento de ceder al miedo, a la inseguridad y a la comodidad perezosa. Es momento de reencontrarnos con lo esencial de la fe y de nosotros mismos y de renovar nuestra entrega refrescando nuestro agradecimiento al Señor y a los hermanos. Es momento de ánimo, de comunión y de esperanza. A más dificultades, mayor espacio para la fraternidad, el afecto y la creatividad.”

Para dar comienzo a este curso laboral, escolar y universitario, el Obispo celebrará una misa el domingo 4 de octubre, fiesta de San Francisco de Asís, a las 12:30h en la Catedral Nueva de Vitoria. En ella hará hincapié en este mensaje de “confianza para afrontar los próximos meses de una manera estable y segura, pese a las adversidades”. Igualmente todas las parroquias celebrarán ese día el inicio de curso en comunión con el obispo y con el Papa. "Celebrar juntos el principio de curso, supone que ya están en marcha nuestras parroquias con sus catequesis, grupos, servicios y celebraciones, según los protocolos de sanidad, con todas las iniciativas y sugerencias que los fieles van proponiendo” subraya en su carta el Obispo. 

Elizalde destaca el esfuerzo de toda la comunidad cristiana por dar lo mejor de sí misma: “Las dificultades y restricciones nos están obligando a pasar del hacer al ser y de la acción a la identidad. Las familias, iglesias domésticas, os estáis reinventando para compatibilizar trabajo, estudio, cuidado de los mayores y tiempo de calidad juntos. Las religiosas y religiosos, voluntarios 24 horas 7 días a la semana, alternáis oración, atención a las personas más vulnerables y cuidado de la comunidad. Los sacerdotes queremos trabajar nuestra identidad ministerial para saber situarnos en este momento convulso y seguir desviviéndonos por la comunidad.”

El Obispo de Vitoria exhorta a “trabajar unidos, con realismo, cariño e ilusión desde toda la Diócesis en clave vocacional”. “No tenemos un momento que perder porque nuestra misión nos exige objetivos claros, flexibilidad, colaboración y cuidados mutuos en todos los sentidos”. Añade que, “la prudencia y prevención necesarias no pueden bloquear a nuestras comunidades”. Por ello, invita a seguir el curso “con grupos más pequeños de catequesis, con colaboradores en edades sin riesgo, con ancianos y enfermos comunicados por diversas vías. Lo que no podamos invertir en grandes celebraciones y eventos, lo haremos en formación profunda, paciente y pausada”. Juan Carlos Elizalde termina su carta de inicio de curso recordando que los católicos “lejos de replegarse sobre sí mismos, quieren mirar hacia afuera y responder al reto de las nuevas pobrezas cebadas en las personas más vulnerables y en nuestros migrantes y refugiados” por lo que pide a todos colaboración generosa. 

Non solum sed etiam

Aupa! una expresión que nos identifica a los vascos casi en todo el mundo. Aurrera! Adelante, otro término en euskera que tiene fuerza en su fonética, que por sí misma esta palabra dá ánimos. 

Qué importante son las palabras, y más, como decía la directora de teatro “La Doña”, cuando dices con ellas lo que las palabras quieren decir. 

En estos tiempos convulsos es importante que hagamos un buen uso del lenguaje para que “mascarilla” se entienda como prudencia y responsabilidad; “distanciamiento” como cariño y respeto; y Aupa! como, ánimo, que podemos salir de esta juntos. 

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