Axana es una joven madre de cuatro pequeños, nacida en las frías tierras la Siberia central. Fue su marido quien le animó a que compusiera música, y ella decidió que esa música tendría que ser para Dios. Poco a poco se ha ido haciendo un hueco en el panorama de la música cristiana, y son muchos los artistas que ya la han invitado a participar en proyectos musicales. El confinamiento ha tenido de bueno para su familia que sus pequeños han podido jugar más tiempo entre ellos. Aprovecha las siestas de sus hijos para componer. 

Solo pide que ahora todos seamos responsables al salir a la calle, por respeto a las personas vulnerables, a los que han fallecido y a los que de una forma u otra han padecido las consecuencias del coronavirus; y también como respeto a la labor de sanitarios e investigadores, a quienes han luchado por atender a los enfermos, a paliar los efectos de esta enfermedad y a erradicarla. 

Non solum sed etiam

En esta fiesta de la Ascensión y Jornada Mundial de las Comunicaciones quiero sumarme a la llamada a la responsabilidad que hace Axana en esta entrevista. 

Y también recordar que todos estamos llamados a ser comunicadores de la Buena Nueva.