Uno de los hechos más duros que está provocando esta situación de la pandemia es la gestión de la muerte, despedida y duelo de los seres queridos. Los sanitarios procuran ser la familia alternativa al enfermo, los capellanes hospitalarios llevar un gesto de consuelo, los servicios funerarios hacer su trabajo en medio de las dificultades y conscientes de los límites impuestos a las familias. La Diócesis de Bilbao aporta una herramienta más para ayudar si a alguien le sirve en el proceso de un duelo que se prolongará por mucho tiempo. 

https://azkenagurra.bizkeliza.net/

En este enlace de la Diócesis de Bilbao permite rellenar un formulario con los datos del familiar o amistad que ha fallecido y además añadir los recuerdos, comentarios, imágenes y textos que a cada cual le surjan para dar un homenaje, y en el recuerdo ir sanando el necesario duelo. También se abre la opción de que desde la Diócesis alguien contacte con la persona para acompañarle en el duelo.

Non solum  sed etiam 

Creo que es una hermosa idea, y tendríamos que hacerla llegar a todo aquel a quien pueda hacer bien. Pero, y aunque muchos de nuestros mayores han hecho grandes esfuerzos de adaptación a la era de las comunicaciones, quizá este servicio les resulte complicado de utilizar. Pero, también se abre una hermosa oportunidad para acompañar a quien no disponga del recurso técnico o de las habilidades necesarias. Una labor para hijos y nietos. “Mira abuela, si quieres podemos poner aquí una foto del abuelo y tuya. Esa de la boda de mi hermano en la que estáis tan guapos” “Abuelo, quieres que escriba la letra de esa canción que tanto le gustaba a la abuela. Y se la dedicamos ahí”. También podemos irnos a la otra franja de edad. “Mira peque, ponemos la foto del tío, la de la playa” “Y ¿quieres escribirle una carta que le llegue al cielo?”. Recursos, sentimentales e infantiles, quizá, pero para algunas personas, sanadores y herramientas útiles para hacer el duelo. Seguro que hay psicólogos que avalan estas propuestas. Y, en todo caso, cada familia, cada persona, tiene la libertad de hacer el duelo en privado, en público o como mejor le resulte. 

Descansen en Paz y gracias a quienes lo dan todo por todos, antes, durante, y después.