Demasiadas voces para un hombre con fama de saber escuchar Dejemos a León XIV respirar y que pueda escuchar al Espíritu Santo

Que se sienta a gusto como Papa, respaldado, que no por todos ya lo sabe desde el primer día, pero sí por una mayoría del pueblo fiel que delegó su confianza en los cardenales que le eligieron
| Vicente Luis García Corres (Txenti)
No puedo decir que me sorprende pero sí que siento que demasiada gente, y demasiado pronto, personas y colectivos están descargando sus deseos, sus ideas, sus proyectos, … le dicen al nuevo Papa “lo que tiene que hacer y yá”. Y por un lado está bien, esta es una Iglesia en la que todos podemos tener la palabra, pero espero que seamos conscientes de que León XIV necesitará también paz y silencio a su alrededor para escuchar la Voz de Dios. Que a veces le llegará a través de sus hermanos, que somos todos, pero también de sus lecturas, de sus conversaciones con personas concretas, y de su oración.
Por otro lado creo que no es ajeno a todas esas demandas que hay en la Iglesia, él las conoce y seguro que de alguna ha sido incluso su impulsor siendo obispo.
Me parece ahora más importante que “abrumarlo” con demandas, escucharle.
Claro que hay cambios que muchas personas desearían que se hiciesen “ya”, pero la historia de la Iglesia y su permanencia por los siglos se ha caracterizado porque tiene sus propios tiempos, y siempre ha dado pequeños pasos, pero firmes. ¡Qué le vamos a hacer! esa ha sido la tónica y aquí seguimos.
Sigamos sembrando, sigamos apostando por esos cambios, pero aceptemos que estos llegarán, cuando lleguen. Dios respeta nuestros tiempos, respetemos los tiempos de Dios.
Lo que muchos deseábamos, que el nuevo sucesor de Pedro siguiese la estela de Francisco, creo que se nos ha concedido. Pero León XIV tiene su propio acento, su propio estilo, y así tiene que ser.
Que la tentación de dejar constancia de nuestros deseos, de las reformas que cada uno haría en la Iglesia “si fuese el Papa o la Papisa” son grandes, ya lo sé, pero ese papel ya está dado.

Si Dios quiere momentos habrá para que León XIV escuche las demandas del Pueblo de Dios, no pretendamos que lo escuche todo ahora. Démosle espacio para que respire y para que disfrute, sí que disfrute del papel que la historia le ha concedido. Que se sienta a gusto como Papa, respaldado, que no por todos ya lo sabe desde el primer día, pero sí por una mayoría del pueblo fiel que delegó su confianza en los cardenales que le eligieron. Creo que es importante que sea un Papa feliz en su papel, que es una cruz, también lo sabe, solo bastan ver las imágenes de cuando salió al balcón por primera vez. Pero que sea feliz porque sienta que ha sido dócil a la voz del Espíritu Santo.
Uno de sus primeros gestos fue acudir a rezar ante la tumba de sus más inmediatos antecesores, necesita “escucharlos” a ellos porque ellos fueron un día el “Pedro” que hoy es él. Ellos fueron “su Pedro” y por ellos y con ellos fue caminando y haciendo Iglesia. Ahora le toca coger el timón de la barca, y quiere hacerlo bien. Y nos escuchará, a su momento, estoy convencido que escuchará a cada uno, en su momento.
Insisto, respetemos sus tiempos, aunque nos desahoguemos en público que es muy humano. Sigamos usando los canales de comunicación para expresarnos, pero tampoco pretendamos que León XIV lea todo ni a todos.

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