El Diario El Correo se hace eco hoy de las actuaciones llevadas a cabo por el obispo de Vitoria, Juan Carlos Elizalde para la designación del sucesor de Nacho Eguizabal, al frente de Egibide. 

El Correo titula que “el obispo quiere imponer a su propio candidato para dirigir Egibide pese al rechazo institucional”. Al parecer las últimas decisiones de Elizalde han provocado el malestar en el resto de instituciones que comparten la fundación de Egibide, dado que ya se había avanzado en un proceso selectivo y se tenía ya una candidata a la dirección de Egibide. 

Elizalde ha colocado con muchas posibilidades de ser elegido a alguien de su confianza, José Iribas, quien como señala el diario vasco “ tiene un sólido currículum ligado a distintas instituciones académicas: fue director de Expansión Académica de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), pasó por el equipo de la Fundación Educativa Franciscanas de Montpellier, es miembro del Comité Estratégico del Consejo Asesor para España de la Fondation Jérôme Lejeune y antes, durante la legislatura 20112015, fue consejero de Educación en el Gobierno de Navarra con Unión del Pueblo Navarro (UPN). No es el único cargo político que el candidato de monseñor Elizalde ha ostentado bajo la formación conservadora. Antes había sido senador y concejal en Tafalla, su localidad de origen, y en sus perfiles públicos en redes sociales, Iribas no esconde en absoluto su ideología.”

Egibide es un gigante de la formación profesional en el País Vasco, nacido de la fusión entre las escuelas diocesanas de Vitoria y Jesús Obrero, el centro educativo de los jesuítas en Vitoria. Cuenta con más de 7000 alumnos en sus aulas. 

Non solum sed etiam 

Egibide es una institución que genera muchos intereses en la diócesis de Vitoria, es un buque insignia de la labor educativa de la Iglesia. Solo la historia por separado de las dos instituciones que se fusionaron para dar como resultado Egibide es de destacar. Pero además es que Egibide es un gran campo pastoral y a Elizalde, como obispo,  este aspecto también le preocupa, lo que hace que sea lógico que al frente de Egibide haya alguien que sepa seguir la línea que al obispo le gustaría marcar en todos los frentes para esta institución. 

Si el proceso de selección ha sido exhaustivo y minucioso para encontrar a una buena candidata, el elegido del obispo cuenta con un curriculum que bien le puede hacer merecedor del puesto. 

El obispo ha hecho valer su posición y ha jugado sus cartas, como cualquier institución de este mundo hace a la hora de marcar un rumbo. Siempre al frente a alguien que sepa tener una buena identidad corporativa.