Hoy comienza el plazo de preinscripción a la  asignatura optativa de Religión en los colegios de la red pública de la  Comunidad Autónoma vasca y desde la Delegación de Educación de la Diócesis de Vitoria se inició hace días una campaña para animar a padres y alumnos de la escuela pública a elegir  –de entre todas las optativas ofertadas– la asignatura de Religión. El responsable de este  área en el Obispado, Txomin Gómez, se ha dirigido por carta a las asociaciones de padres, parroquias y direcciones de colegios públicos. En ella ha  recordado que tanto en la red pública como  concertada, abre el plazo a la preinscripción de alumnos para el próximo curso escolar y  ha animado a quienes siguen creyendo que “la clase de Religión tiene plena actualidad  dentro de una escuela abierta, plural e integradora” a elegir esta materia como optativa  “por los conocimientos que aporta, los valores que enseña y la sensibilidad social que  destaca, con el ser humano en el centro de toda acción”. Para Gómez, la importancia de  esta materia radica en poder “aumentar los conocimientos del alumno y su capacidad de  interpretar lo que le rodea”.  

También recuerda que año tras  año “se dificulta la elección de esta optativa desde algunos centros educativos” en el  ámbito de la red pública y en las ikastolas, como se ha denunciado en varias ocasiones.  Gómez ha advertido que “supondría una enorme pérdida para el alumno y para su  conocimiento completo que la materia de Religión desapareciera totalmente del ámbito  de la educación reglada en la escuela pública”, por lo que ha animado a “no  amedrentarse por presiones y apostar porque los alumnos logren adquirir el amplio y  transversal conocimiento que ofrece esta materia”. En esta linea, el Delegado diocesano  de Educación ha recordado que “la presencia de la Religión en el espacio público escolar  es fundamental en cualquier sociedad avanzada y tolerante” y ha subrayado que con la  nueva Ley de Educación –conocida como la Ley Celaá– “la amenaza sobre esta  asignatura es evidente” por lo que ha animado “ahora más que nunca” a elegir Religión  como asignatura optativa en la red pública vasca presente en Álava.

Gómez ha puntualizado que la oferta de esta materia como optativa “no supone privilegio  alguno de la Iglesia, ni se trata de catequesis, algo para lo que ya están parroquias y  familias”; más bien obedece a un “derecho de los padres en elegir una educación acorde  para sus hijos según sus propias convicciones culturales, sociales y religiosas”, algo de  lo que “ya gozan otras confesiones y que se vive con total normalidad en gran número de  los países de la Unión Europea”. Precisamente desde instancias europeas “insisten en la necesidad de  la presencia de la cultura religiosa en todas las aulas dentro de un marco legal  respetuoso con las opciones de cada uno”, ha destacado el delegado diocesano de  Educación subrayando, además, que esta es "una elección libre y voluntaria, con variedad  de alternativas que se han de respetar y promocionar sin discriminaciones”. 

Para elegir esta materia bastará con cursar la solicitud entre el 29  de enero y 8 de febrero en los formularios de preinscripción de cada colegio público para  el curso 2021-2022 en el apartado de optativas “marcándola con una equis o en caso  que el centro no la oferte, escribiendo Optativa de Religión”. 

Non solum sed etiam 

Hay un sector que defiende que el estudio de la religión no debería tener espacio propio y ser integrado dentro de otras asignaturas como historia o filosofía. Discrepo de esta idea por varias razones: La religión para mi tiene entidad suficiente como materia para mantenerse como asignatura independiente. Comparto que no ha de ser un adoctrinamiento, pero ni para el caso de cristianos, judíos, musulmanes, .... Hablamos de una asignatura que precisamente habla, o debería hablar de cómo la fe, y la religiosidad, en todas sus formas y desde los orígenes prácticamente del ser humano  ha influido en la vida del hombre. Por eso está presente en la historia, en el arte, en las ciencias y en el pensamiento de todas las generaciones. 

El argumento de incluirlo en historia podría ser utilizado para incluir en la asignatura de historia el arte, las ciencias y el pensamiento, o para incluir en la clase de religión materias como el arte, las ciencias, el pensamiento y la historia. Todo está interrelacionado pero una buena educación debe, a mi entender, respetar que a los alumnos no se les prive de todas aquellas asignaturas que le permiten tener una visión global del ser humano, de su paso por este mundo y de las consecuencias de su existencia. Y la religión, como la historia, las ciencias, el arte, o la filosofía son materias que aportan esa visión global. Privarles de cualquiera de ellas es un robo a su educación.