Presidente de la subcomisión de Migraciones en la Jornada Mundial de las Migraciones Elizalde, sobre Moria: "¡Es una vergüenza! y, en invierno, volverá a ponerse de manifiesto la tragedia de aquellas familias”

Elizalde: “Sobre Moria: en invierno volverá a ponerse de manifiesto la tragedia de aquellas familias”
Elizalde: “Sobre Moria: en invierno volverá a ponerse de manifiesto la tragedia de aquellas familias” VLG

“Hemos predicado con el ejemplo, ahora podemos salir a pedir que otros se impliquen en el proyecto 13 casas”

“La realidad solidaria de la Diócesis me empuja en mi labor”

"¿No podemos hablar de desplazados internos a aquellos que por razones económicas a causa de la pandemia han tenido que cambiar de provincia, ciudad, barrio o casa?"

Desde que asumió la condición episcopal su labor en la Conferencia Episcopal, Juan Carlos Elizalde ha estado ligada a la Subcomisión de Migraciones y movilidad humana por decisión personal, y que actualmente preside. También aprovecha siempre cada ocasión para dar una palabra sobre la situación de los migrantes y la corresponsabilidad social y de la Iglesia en salir al encuentro de sus necesidades. Dentro de su apretada agenda ha hecho un hueco para esta entrevista.

Monseñor Elizalde, esta es la primera jornada Mundial del Migrante y del Refugiado que preside como responsable de la subcomisión de la Conferencia Episcopal Española.

Sí, este año además presidire una eucaristía en Madrid que será retransmitida por el segundo canal de RTVE a las 10:30 del domingo. Siempre me he sentido interpelado por estos temas y, además, la realidad de la Diócesis de Vitoria, siempre lo he reconocido, de la que estoy orgulloso, es muy solidaria y volcada en la acogida a los migrantes. 

Este año el modelo de migrante es Jesucristo: “Como Jesucristo, obligados a huir” este es el lema. ¿Qué se ha pretendido transmitir con el lema de este año?

El lema está tomado del pasaje de la huída a Egipto de la Sagrada Familia, porque no resulta difícil poner en el rostro de Jesus, de María y de José el de tantas familias obligadas a salir de su tierra. Pero además es que este año el Papa Francisco ha querido dedicar esta Jornada y este año al drama de los desplazados internos, un drama a menudo invisible, que la crisis mundial de la pandemia ha agravado. La Iglesia en España se ha sumado también a esta intención porque, aunque no sea propiamente una realidad de desplazados internos la que se viven entre nosotros, podemos equiparar otras realidades que sí las tenemos cerca, o acaso ¿no son desplazados internos las víctimas de la trata que intentan huir de las mafias que las han traído? ¿No podemos hablar de desplazados internos a aquellos que por razones económicas a causa de la pandemia han tenido que cambiar de provincia, ciudad, barrio o casa? Y quienes han quedado al margen del sistema, engrosando el colectivo de pobreza severa ¿no son acaso ellos también desplazados?  Esos son los desplazados internos a los que la Iglesia en España ha de darles visibilidad. 

Jóvenes refugiados en Moria, tras el incendio
Jóvenes refugiados en Moria, tras el incendio Mensajeros de la Paz

¿Qué puede decir sobre el reciente incendio en el campamento de refugiados de Moria y el nuevo invierno que les amenazará en breve?

Bueno, poco puedo añadir a la nota de los obispos que hemos sacado y en la que nos hacemos eco de ello: En la isla griega de Lesbos, durante meses e incluso años, más de 12.000 residentes estaban acogidos en el campo, muchos niños entre ellos, superando cuatro veces su capacidad y soportando condiciones miserables, mientras esperaban que se procesaran sus solicitudes de asilo. Ya hace cuatro años, con motivo de su visita al campamento de Moria, el Papa Francisco dijo: «Se necesita con urgencia un consenso internacional más amplio y un programa de asistencia para defender el estado de derecho, defender los derechos humanos fundamentales en esta situación insostenible, proteger a las minorías, combatir la trata de personas y el contrabando, eliminar rutas inseguras, como las que atraviesan el Egeo y todo el Mediterráneo, y para desarrollar procedimientos de reasentamiento seguros». Qué puedo añadir, que ¡es una vergüenza! que también lo dijo el Papa. Y que en invierno volverá a ponerse de manifiesto la tragedia de aquellas familias sino se les da una salida antes. 

Pero ¿Qué podemos hacer frente a estos problemas? el ciudadano de a pie muchas veces se siente … impotente, le supera el problema.

El viernes, en el tradicional encuentro que tengo con los jóvenes hicimos la Adoración Eucarística repasando el mensaje del Papa Francisco en el que emparejaba en cierto modo algunos verbos: Así, el Papa nos dice que “es necesario conocer para comprender”, por eso es necesario que a todas estas historias de migrantes les podamos poner rostro, nombre y apellidos; Otro emparejamiento: “Para reconciliarse se requiere escuchar”. El confinamiento para muchos fue un tiempo de silencio que les ha permitido escuchar, el silencio de los hombres ha permitido escuchar el grito de la naturaleza por ejemplo. También el grito de los más vulnerables. Quizá por primera vez hemos sido conscientes de los muertos que nadie los reclama. Otros verbos que Francisco empareja: “Hay que hacerse prójimo para servir”, es fácil verlo en la parábola del buen samaritano, otra cosa es ponerse en el lugar del samaritano. Otro emparejamiento: Se necesita involucrar para promover”. Si queremos realmente promover a las personas a quienes ofrecemos asistencia, tenemos que involucrarlas y hacerlas protagonistas de su propio rescate. Es mucho más que darles la caña y enseñarles a pescar, es ayudarles a hacer de esa pesca su modo de vida, no solo de subsistencia.  Y las dos últimas parejas de verbos del Papa: “Para crecer hay que compartir”, una máxima de las primitivas comunidades cristianas. Si compartimos crecemos juntos. Y la última: “Es indispensable colaborar para construir”, invito a leer el mensaje del Papa Francisco ante las Naciones Unidas, refuerza esta idea, además de otras acertadas exposiciones que merecen la pena leer. Y, después de este largo preámbulo contesto a tu pregunta: ¿Qué podemos hacer? además de los verbos citados, ser fieles a lo que a cada uno le toca hacer en su momento, se lo decía a los jóvenes: al que le toca estudiar que estudie responsablemente, esa es su aportación, formándose; y el que realiza un trabajo, siendo responsable en su labor. Eso también ayuda, actitudes responsables acaban generando sociedades responsables.  

Decía antes que está orgulloso del compromiso solidario que ha encontrado en la Diócesis de Vitoria. ¿Se siente más presionado a mantenerlo por ocupar el cargo que ocupa?

¡Para nada! Más diría que es la realidad diocesana la que me empuja en mi labor. Mira, precisamente hemos empezado a sumarnos a un proyecto, que ya está en marcha también en otras diócesis en las que las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl están presentes. Se trata de “SVP 13 casas”. Esta iniciativa toma el nombre de un episodio de la vida de San Vicente de Paul ( de ahí las iniciales SVP) En el contexto de una hambruna y de la guerra en el París del siglo XVII, San Vicente de Paúl cedió un terreno donde se edificaron 13 casas. Este episodio se ha convertido en el referente de la creación de la mayor red mundial de trabajo para la erradicación del “sin hogarismo”. En Vitoria lo estamos trabajando desde el Programa Berakah que remonta su experiencia con las realidades de exclusión a 2006. El objetivo es pretender captar viviendas privadas y, mediante un programa de garantías para los propietarios, poder ofrecer el derecho a la vivienda a tantas personas sin hogar. A finales de 2019 en Vitoria-Gasteiz la cifra de viviendas vacías era de 2.700. Los alquileres superan los 700€ y se piden fianzas de más de dos mensualidades. En definitiva las condiciones son abusivas para una demanda sin recursos en tiempos de crisis. 

Convocados

Perdone, pero mucha gente dirá que empiece la Iglesia dando ejemplo. 

Mira, ese tema salió también en el encuentro con los jóvenes, y ellos me dijeron que hay que decirlo claro. Bien, pues puedo asegurar que el obispado no dispone de viviendas vacías, las que tenía ya están ocupadas y puestas al servicio de personas necesitadas de vivienda. Hemos predicado con el ejemplo. Por eso ahora podemos salir con la cabeza alta a pedir que otros particulares se impliquen en este proyecto de 13 casas. Es un proyecto que está dando sus primeros pasos, pero esperamos convencer a muchos particulares porque respaldamos el cobro de una mensualidad justa para estos tiempos y el mantenimiento de la vivienda en condiciones. ¡De verdad, espero que la gente que tenga pisos en Vitoria-Gasteiz al menos se acerque a conocer esta iniciativa!

Para terminar D. Juan Carlos: Ellos, los migantes, huyen de la guerra, de la violencia, de la pobreza, pero ¿y nosotros? ¿acaso no es una huída la actitud que adoptan por ejemplo algunas autoridades?

El lema ciertamente dice: “Como Jesucristo, obligados a huir”, pero la verdad es que la decisión la tomó José. ¡Claro que hay dos formas de huida!, la que implica movimiento y que se adopta para salvar la vida de uno y la de los tuyos; y una huída inmovilista, la del que mira a otro lado, esconde la cabeza bajo la tierra, o hace oídos sordos, Ninguna de estas actitudes precisa moverse de donde uno está. La otra sí, la otra obliga a desplazarte, ahí radica la diferencia.

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Non solum sed etiam

Aprovecho en esta ocasión el non solum para ampliar un poco la información de las actividades en la Diócesis de Vitoria. Como refuerzo a esta cita, en la víspera de la jornada, la Diócesis de Vitoria, a través de su  Delegación de Migraciones, ha organizado una mesa redonda con expertos sobre este  asunto así como con testimonios y experiencias de personas extranjeras que ya viven en  nuestro territorio y sobre su situación a día de hoy a causa de la pandemia del  coronavirus. Este sábado 26 de septiembre a las 17:30h en el Aula San Pablo en la  calle Vicente Goicoechea 5, junto a la Catedral Nueva, y aunque la capacidad es mucho  mayor, por cuestiones sanitarias, el aforo se limitará a 52 personas. El viernes, por su parte,  el Obispo de Vitoria se reunió con una veintena de jóvenes para tratar este tema y  sondear la visión que tiene la juventud sobre este reto de la migración y las principales  dudas que les puedan venir. También les presentó el proyecto 13 casas, y les dijo. “en un proyecto como este podeis implicar a jóvenes que no les llame venir al ConBocados (nombre que se ha dado al encuentro del obispo con los jóvenes) ”. El encuentro tuvop lugar en el convento de las Hermanas Dominicas  de Vitoria, en calle Pintorería 96.

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