El próximo 25 de junio tendrá lugar la despedida de los dominicos de la parroquia de Santa María de los Ángeles en la ciudad de Vitoria-Gasteiz. Una historia que comenzaba en 1964 y que culmina ahora por la falta de vocaciones en la orden de predicadores.

El pasado día 27, con motivo de la fiesta de Pentecostés, la vigilia de las parroquias de la zona se celebró en los Ángeles y tuvo sabor a despedida y agradecimiento. 

Este momento lo está viviendo la comunidad con pena y con deseos de esperanza, una esperanza puesta en que los que toman el relevo de los dominicos sepan entender la identidad que esta comunidad ha ido construyendo a lo largo de los años y sepan acompañarles para mantenerla.

Sueñan con abanderar ese proyecto de gestión mixta, laicos y consagrados, que el mismo Elizalde atisba en un futuro no muy lejano en la vida de la Iglesia.

Si alguien conoce bien la historia de estos casi 60 años de presencia dominica en Vitoria y de la labor realizada en la parroquia de los Ángeles, ese es Fray Mitxel, que ha compartido  más de 40 de esos años.

Mitxel vivió los años de la muerte de Franco, de la transición, de las asambleas obreras en las parroquias, del 3 de marzo, del encierro de las madres de los presos de ETA en la parroquia, momentos álgidos en la vida parroquial; pero también ha sido testigo del crecimiento y formación de esta comunidad, de la asunción de responsabilidades por parte de los laicos; fue protagonista de la puesta en marcha de unos cursillos prematrimoniales con sello propio que reunían a grupos con más de 100 parejas; Los dominicos han sido la puerta para la puesta en marcha de Acción Verapaz, una ONG que ha conectado a la parroquia con el mundo de las misiones dominicas en la Amazonía, hasta donde han llegado a enviar a un misionero hoy obispo en aquellas tierras, monseñor  David; y a la diócesis han dado un diácono permanente, Oscar, hoy responsable de la pastoral familiar. 

Para Mitxel la clave ha estado siempre en la acogida sin prejuicios, en la misericordia sin límites, y en adaptarse en cada momento al lenguaje de los tiempos. 

Si algo quisieran que permaneciese tras su marcha es solo la conciencia de comunidad que han logrado construir, que no se rompa la comunidad. 

Entrevista íntegra a Fray Mitxel 

Non solum sed etiam

Ciertamente es una lástima que los dominicos tengan que partir, pero todo en esta vida puede verse como una oportunidad. Y creo que estamos ante una gran oportunidad. Durante casi 60 años los dominicos han llevado a cabo una labor de construcción de una comunidad parroquial autogestionable en muchas áreas: la económica, la pastoral, la catequética, la dimensión caritativa, … Qué ocasión más grande tiene la Diócesis de Vitoria para que, siguiendo esa visión profética del obispo, Los Ángeles se convierta en la primera parroquia con gestión mixta. Los nuevos pastores se tendrían que ocupar de la pastoral sacramental acertando en el modelo que se ajuste a la parroquia con el respeto a los criterios del obispo, y el resto de las áreas quedarían, o continuarían en este caso, en manos de seglares comprometidos: la catequesis, la pastoral social y misionera, la pastoral familiar, … Los Ángeles puede seguir siendo la parroquia de referencia que siempre ha sido.