La Consulta para el Sínodo centra las Jornadas Diocesanas El Inicio de Curso Pastoral en Vitoria busca creyentes que crean en un proyecto de Iglesia

El Inicio de Curso Pastoral en Vitoria busca creyentes que crean en un proyecto de Iglesia
El Inicio de Curso Pastoral en Vitoria busca creyentes que crean en un proyecto de Iglesia VLG

El gran reto de la consulta será llegar al mes de abril con una participación de amplio espectro social (y no solo dentro de la Iglesia)

La Sinodalidad del Papa Francisco y la adaptación del Estado Vaticano a la UE son los grandes cambios en la última década de la Iglesia

El Obispado de Vitoria ha organizado unas Jornadas Pastorales de Inicio de Curso bajo el epígrafe:  ‘Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión’. abiertas a todas las personas y comunidades durante los días 27, 28 y 29  de septiembre.

Centradas en la transmisión de la fe y divididas en tres temas cada uno de esos días, las conferencias se han celebrado en el Aula Magna del Seminario Diocesano de Vitoria. 

“El Obispado de Vitoria convoca a sacerdotes, religiosos y laicos a participar de estos encuentros para nutrirse de las claves que nos hagan afrontar la realidad y los retos de futuro de manera efectiva y, especialmente, para poder seguir construyendo juntos una Diócesis abierta a toda la sociedad y una Iglesia en salida que llegue a familias y hogares, especialmente a los más necesitados y vulnerables” se señalaba en la web de la Diócesis.

https://diocesisvitoria.org/ 

El lunes abría las jornadas  José Luis Cabria Ortega, profesor de Eclesiología de la Facultad de Teología de Vitoria y presidente de la Facultad de Teología del Norte de España. Su conferencia: ‘Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión. La Diócesis en consulta’.

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Cabria intentó trasladar a la audiencia el significado y la extensión del término sinodalidad en la Iglesia. Tomando como referencia en una de sus intervenciones el documento preparatorio del Sínodo de los jóvenes, el profesor dijo que “la finalidad del Sínodo no es producir documentos, sino hacer que germinen sueños, suscitar profecías, y hacer florecer esperanzas, estimular la confianza, vendar heridas, entretejer relaciones, resucitar una aurora de esperanza, aprender unos de otros y crear un imaginario positivo.”

El profesor de eclesiología quiso señalar una de las novedades de la consulta que este mes de octubre se pone en marcha, la de “llegar a los colectivos más vulnerables, a las mujeres, a los discapacitados, a los migrantes, a los que no celebran nunca la fe o quienes lo hacen de manera puntual”.  En este punto “pasó la pelota” al Vicario general, Carlos Gracía Llata para preguntar cómo se iba a llegar a estos colectivos. El Vicario reconoció que el tiempo del que se dispone es muy corto y habrá que trabajar deprisa, pero también apuntó que la clave para que esta consulta cumpla sus objetivos es que quienes crean en ella la harán posible. La pregunta es ¿cuántos realmente acabarán creyendo en ella?

El martes 28 : tomó la palabra Monseñor Juan Ignacio Arrieta Ochoa de Chinchetru, vitoriano en Roma, Obispo y Secretario del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos. Arrieta, que había ofrecido una exposición si cabe más técnica en la mañana para sacerdotes y religiosos, buscó una fórmula más participativa en la hora de los laicos animando a los asistentes a preguntar dudas y curiosidades. Hizo un recorrido de sobrevuelo por el organigrama que concentra la realidad de la Santa Sede, su ubicación en el Estado Vaticano, las implicaciones de ser un Estado y el entramado de gobierno pastoral y administrativo que converge en la figura del Santo Padre pero que se ramifica en la Iglesia local de Roma, el Estado Vaticano y la Iglesia Universal. 

Arrieta y Elizalde

Respecto del Papa como obispo de Roma la realidad es que atendiendo su diócesis de manera personal algunas veces, el Papa tiene su vicario personal para Roma que es quien lleva el peso real de la gestión diocesana; La Iglesia Universal es lo que más tiempo ocupa al Santo Padre y para su labor cuenta con una amplia estructura de dicasterios y órganos eclesiásticos que se reparten los temas y áreas que afectan a la Iglesia Universal. 

En el gobierno de la Iglesia Universal es donde el Papa Francisco ha innovado en el tema de la Sinodalidad, combinando una participación de todos con la condición de entidad jerárquica de la Iglesia. En la Iglesia “el voto consultivo condiciona a quien debe tomar las decisiones tras escuchar a todos. Porque se la juega antes Dios” dijo Arrieta. 

Pero donde la Santa Sede ha vivido los cambios más radicales es en los últimos años, desde 2009, concretamente, cuando se inició la adaptación de este micro Estado a la Unión Europea. 

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El Estado Vaticano nació en tiempos de Musolini, en 1929, momentos convulsos; ha ido dependiendo en muchos aspectos del Estado italiano  a base de acuerdos bilaterales. Pero hasta 2009 también el pequeño Estado Vaticano, en el que trabajarán en torno a unas 5000 personas, pero en el que pernoctarán cada noche no más de 400, ha sido en algunas cuestiones una especie de “Estrado sin ley”.  Así, la adaptación a la UE ha obligado por ejemplo a multiplicar por 3 el número de jueces, ya que ahora la justicia Vaticana es conocedora de los delitos civiles; Esta situación explica que antes se llevasen a cabo actos  que, si bien en muchos casos se hacían de buena fe y sin malicia, pero hoy son ilícitos penales. Puso como  ejemplo el dinero que muchas comunidades religiosas pasaban de su sede en Roma al Banco Vaticano en una bolsa. Para ellos era un simple gesto de ingresar el dinero en una entidad bancaria de confianza. El problema es que para ello, aunque solo atravesaran una calle, estaban cambiando de estado, de país.

En todo caso Arrieta comentó que los técnicos de la Unión europea se han sorprendido por la rapidez con la que el Estado Vaticano ha ido implementando las actualizaciones para ponerse al día con los criterios de la UE. Quizá una de las razones que lo explique, como dijo Arrieta, es que “no hay partidos políticos, ni debate parlamentario. Sí un debate previo de los técnicos, pero el resultado del mismo se presenta al Papa, que es soberano, y si él lo firma se cierra el proceso”. Así es como en unos diez años el estado Vaticano es hoy un estado homologado con el resto de los países de la UE. Esto ha supuesto un gran cambio legislativo y un trabajo ímprobo para su actualización y adaptación en el menor tiempo posible. 

También habló del personal diplomático de la Santa Sede que, entre eméritos y sacerdotes en formación para ocupar estos puestos, ronda unos 400. Preguntado sobre el acceso de los laicos al cuerpo diplomático , Arrieta justificó la restricción por la encomienda fundamental de los nuncios, que es la selección de los futuros obispos. 

Monseñor Arrieta comentó cómo también la falta de ingresos por la pandemia, en particular la de los museos vaticanos, ha repercutido en una bajada de sueldos determinada por el Papa, del 10% para los cardenales, el 8% para los obispos y el 3% para los sacerdotes.

La última sesión corrió a cargo de los responsables episcopales de diversas áreas diocesanas, quienes hicieron las:   ‘Aportaciones innovadoras a la línea 2 del Plan Diocesano de Evangelización: La transmisión del mensaje de Jesús. Un pueblo que evangeliza. Familia, Seminarios, Salud, Migraciones, Catequesis y Comunicación’.

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Lo más destacado De la mano de Sor Daniuska, responsable de la delegación de pastoral de la salud, se informó de la continuidad de los encuentros de formación empezando por el tema del testamento vital, sobre el que se llevará a cabo una campaña para dar a conocerlo, y el acompañamiento al enfermo. Aprovechó para hacer un llamamiento al voluntariado en la pastoral de la salud.

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El nuevo delegado de catequesis, Juan Ignacio Rodriguez, que se denomina a partir de ahora de "primer anuncio, catecumenado y catequesis", ha expuesto unas líneas que parten del principio de que "el cristiano no nace sino se hace". Hoy las circunstancias exigen una diócesis misionera, señaló.

El delegado de familia, Oscar, diácono permanente, expresó el deseo de la delegación de colaborar para que las personas encuentren la felicidad en la familia, como iglesia doméstica. Anunció también el recorrido que del texto de Amoris Laetitia se hará con la colaboración de diversos expertos. También un proyecto de acompañamiento a jóvenes parejas. 

El delegado de migraciones Luis Fernando Corcuera, quiso destacar el trabajo que ya se viene realizando para colocar al migrante en el centro de la pastoral y como agente también de la pastoral. Corcuera reflexionó sobre la aportación que el migrante puede dar a las parroquias, a las comunidades de la Diócesis. Y para este curso uno de los retos a los que pretenden dar respuesta es la de hacerse presentes en el ámbito escolar.

La última exposición corrió a cargo del rector del Seminario Diocesano, Unai Ibañez, quien quiso presentar la realidad que desde hace años ha cambiado en el centro de formación que tras años de falta de vocaciones vive un nuevo resurgir con dos realidades, la diocesana y el Seminario Redentoris Mater. Aunque reconoció la realidad de crisis vocacional que es la tónica en la iglesia. Ibañez ha defendido la importancia del sacerdote en la vida de la comunidad cristiana.

La delegación de medios de comunicación anunció una novedad de la que pronto se conocerá públicamente todos los detalles.

Non solum sed etiam 

No voy a negar que el tema de la consulta sinodal, tal y como se plantea en la teoría, me encantaría que al final se llegase a ver reflejada esa teoría en la práctica. Aunque no voy a ser ingenuo y no reconocer que la tarea va a ser ardua, difícil, casi misión imposible, aunque también sé que, para Dios nada es imposible. 

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La cuestión es que si esta participación de todos se hiciese realidad, es muy probable que se complicaría la fase de discernimiento para llegar a la fase de decisiones. ¿Por qué? pues porque una gran participación daría lugar a una amplia recogida de opiniones, y muchas, muchas, hoy, no creo que se ajusten a los cánones que hoy rigen la Iglesia. 

Una amplia participación seguramente hará que afloren temas  incluso a los que se les ha querido dar carpetazo en algún momento: el abanico de formas y maneras de entender el Evangelio en la Iglesia es muy amplio; y de entender el modo de vivir y celebrar la fe más amplio todavía. Una participación amplia del pueblo fiel pondría en la mesa, una vez más, el papel de la mujer, su acceso a los ministerios ordenados, el diaconado permanente para hombres y mujeres de fe probada; se podrían en cuestión al mantenimiento o no de vestigios de la Iglesia medieval; el valor del patrimonio material de la Iglesia, los conceptos de pobreza; la presencia de la Iglesia en la vida pública y en la vida política; el diálogo con las nuevas generaciones, con otras confesiones, creencias e ideologías; el mantenimiento de instituciones y servicios prestados un día por la Iglesia porque nadie más lo hacía y hoy ahogados por presiones económicas e ideológicas que les llevan a renunciar a su identidad primigenia; la renovación de las comunidades, la promoción de las vocaciones, de todas las vocaciones; la presencia de la Iglesia en los medios de comunicación, en las redes sociales, en los viejos y nuevos foros y ágoras de este mundo globalizado; …

Es una ocasión de oro para lo que algunos desean, poner la Iglesia patas arriba; darle la vuelta, ser la Iglesia del III MIlenio; “ponerla en su sitio”; depurarla; ponerla en evidencia; demostrar si es cosa de Dios, si el Espíritu Santo  está presente o ausente; si tiene algo de divino o solo es un invento de los hombres. 

Pero para eso, habría que participar desde dentro, mojarse, como dice Carlos, el Vicario, creer, para bien o para mal, pero creer que ese proceso sinodal puede dar frutos, y desde ahí, participar. 

Luego que no vengan ateos, incrédulos, pasotas e indiferentes a decir lo que la Iglesia tiene, puede o debe hacer. Si quieren decir algo, que lo digan ahora, y sino, que se callen y aguanten las consecuencias de su no participación. Una propuesta válida para todos aquellos que desde casa piensan que las cosas así no van bien, que otra Iglesia es posible, que otra Iglesia hay que hacerla posible. Bueno, hoy nos dan la opción de hablar, y sabemos que quien tenga que tomar la decisión, en cada fase, de trasladar lo que ha recibido, se la juega, y no solo en este mundo sino para la Vida Eterna.

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