La JMJ desde el sofá de casa (3) Indignado

Cierto que juzgar, criticar y corregir desde fuera es relativamente fácil y a veces puede llegar a ser injusto. Pero a riesgo de caer en ello no me resisto a opinar y solicitar si fuese posible una explicación a un hecho (de entre muchos que me cuesta aceptar) sucedido en la JMJ 2011.



En la misa de clausura se ha privado de la Comunión a los auténticos protagonistas de este evento, a los jóvenes, a los que, gracias a Dios, su fe es más fuerte que la lluvia, y que la ineptitud de más de un eclesiástico añadiría yo.
No me cabe en la cabeza que La Santa Madre Iglesia, con su máximo representante al frente, con la pléyade de cardenales, obispos, de 8000 sacerdotes, hayan dejado sin comulgar a los dos millones de jóvenes.

Me gustaría conocer las circunstancias concretas de lo sucedido pero me adelanto a aventurar hipótesis y posibles soluciones. A toro pasado de poco valen ciertamente pero quizá para futuras ocasiones esta reflexión pueda ser de utilidad y por ello no solo en clave de crítica sino de crítica constructiva y fraterna escribo estas líneas.

• Según parece 600.000 formas (no sé si consagradas o sin consagrar) quedaron inutilizadas, y las capillas donde se guardaban también, a consecuencia de la tormenta. Una tormenta que paralizó la celebración en torno a las 10 de la noche, cuyos efectos pudieron ser apreciados en su dimensión para las 11 de la noche.

• Aceptando que las capillas y las formas quedasen inservibles (si estaban consagradas ya dirán que hicieron con ellas), ¿tengo que pensar que 12 horas no son suficientes para dar una solución al problema?0: ¿Cuánto hubiese costado recoger las formas consagradas de Madrid o su entorno? ¿Cuánto hubiese costado hacer llegar por mensajería urgente formas desde los cuatro puntos cardinales, repartirlas (aunque sea en cajas de zapatos, tazones o bolsas de plástico a los 8000 sacerdotes y que estos las ofreciesen para ser consagradas al tiempo en la celebración? Qué oportunidad para dar de comulgar los “recortes” (ref.: la película Hijos de un mismo Dios) que habitualmente “desechamos” por imperfectos. Qué oportunidad para dar una imagen de Iglesia en común-unión, solidaria.

• Y para más sensación de “cara dura” observo cómo se invita a los jóvenes a buscar una parroquia para comulgar por la tarde mientras ninguno de los sacerdotes se queda sin comulgar, hasta por las dos especies. Lo siento pero me surge un sentimiento de “iros a freír puñetas panda de egoístas” incapaces de privaros de una comunión que podéis recibir de vuestras propias manos en otro momento, o de comulgar solo del cáliz y repartir las hostias consagradas, hostias que partidas y repartidas su hubiesen multiplicado como panes y peces.

• ¿Qué ha sucedido para que nadie haya reaccionado ante este hecho? ¿Con qué cara podemos hablar a los jóvenes de la transcendencia de participar en la Eucaristía cuando aparentemente sin ningún rubor se les priva al primer contratiempo? ¿por qué nadie ha buscado alternativas?

• Quizá por … no salirse del guión, o por que la decisión tenía que pasar unos filtros en cascada que hacía muy burocrática y larga la solución, quizá por miedo a no obtener una respuesta, … ojalá no haya sido por adoptar la solución más simple y rápida.

• Y otro detalle de recochineo, la oración de post comunión hacía referencia a una comunión efectiva, no espiritual que era la que la inmensa mayoría de los asistentes se había visto obligada a hacer. Un poco de cariño y otro poco de improvisación y habríamos evitado el “eso lo dirás por ti que sí has comulgado”.

Non solum sed etiam
En fin, menos mal que Dios es Grande, que todo lo ve, que no mide con parámetros humanos, que está muy por encima de Iglesias y sus representantes; menos mal que la juventud tiene una fe más fuerte que la lluvia y que … menos mal que el corazón del hombre tiene cobertura allá donde esté para conectar con Dios, menos mal que a pesar de todo y misteriosamente los jóvenes caminan Firmes en la Fe.

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