La JMJ desde el sofá de casa (2)

Y sigo, a ratines, “participando” desde el sofá de casa de la JMJ 2011. Espectador en el sentido de televidente y de observador de lo que las imágenes emitidas por 13tv me transmiten.
Vamos por partes, pequeños detalles que me apetece comentar.

Mis felicitaciones a quienes han logrado que una partitura tan complicada, como es la del Himno oficial de la JMJ, sea coreada por los jóvenes asistentes a la JMJ. Por cierto que parece que nadie sabe quién es el autor, pues su autor es un sacerdote de la diócesis de Vitoria, que cuenta con una muy cualificada formación musical, se llama Enrique Vázquez. Desde la amistad que me une a él desde hace años le reitero públicamente, como lo hice personalmente, mi humilde opinión de considerar que una obra tan complicada no me resulta apropiada para una JMJ, aunque también le felicito y reconozco que jamás pensé que el tema compuesto por él fuese coreado como lo estoy viendo. ¡Felicidades Enrique! Disfruta el momento que te has ganado a pulso.

He hecho el ejercicio de ver varias instantáneas fotográficas de la JMJ y aprecio un detalle que, a modo de juego, invito a ser cotejado y replicado si así se considera: En la inmensa mayoría de las fotos en las que aparece Benedicto XVI aparece rodeado de “todo” (con todos los respetos) menos de jóvenes. Los jóvenes están, sí, pero ahí, a cierta distancia. La imagen más repetida es la de un Papa, Jefe de Estado, rodeado de guarda espaldas, cardenales, obispos y … adultos varios, y en alguna de las fotos algún joven que “de paso” saluda al Santo Padre. ¿Es una imagen creada por mí o en el caso de Juan Pablo II hay más imágenes SOLO con jóvenes?. ¿Es un detalle que refleja algo?.

No cabe duda que las palabras de Benedicto XVI están cargadas de Evangelio, de Valores, de Principios, de Ética, de Fe, … a lo largo de estas Jornadas el Papa desgranará la letanía de incoherencias de la propia Iglesia Católica. Estos días se nos llena la boca en los medios de comunicación, especialmente de aquellos que se definen afines, no ya a la Iglesia sino simplemente al Evangelio, y a todas esas empresas, instituciones, y representantes acreditados de … lo que sea se les puede interpelar. Marcelino Oreja destacaba esa máxima de “La verdad os hará libres” y decía bien que “lo importante empezará el lunes, cuando el Papa ya no esté”: ¿serán fieles a la verdad en la política quienes les corresponde por su posición y función social?, ¿se respetarán los derechos de los trabajadores, también en aquellas empresas que destacan la importancia de la Doctrina Social de la Iglesia?, ¿revisaremos las pastoral vocacional, con jóvenes, de familia, la vida de nuestras parroquias, … a la luz de los mensajes de esta Jornada, o simplemente del Evangelio?, ¿nos molestaremos TODOS en abrirnos a la posibilidad de que Dios haga crecer frutos tras estas Jornadas? ¿Estamos dispuestos a sentir cómo se “revuelve la tierra de nuestro ser y nuestras conciencias” para recibir los “granos” de la “Buena Semilla”?.

Sí, cierto, como decía un buen amigo mío JMJ (Jodido, Muy Jodido) lo tenemos.
Bienaventurados los jóvenes periodistas que, por imagen o por suerte, hayan sido elegidos para participar y ofrecer su ilusionado trabajo, porque el mejor pago que recibirán será el recuerdo imborrable del “yo estuve allí” y el DVD que testifique para sus generaciones esa afirmación.

Non solum sed etiam.
Quizá resulto un poco ácido en los comentarios pero, sin restar un ápice a la fiesta cristiana, al derecho y el deber de mantener esta fiesta, también creo que no debemos quedarnos en solo LO HERMOSO de la JMJ. Estos encuentros fueron concebidos para lo que es el lema de la Jornada de este año FIRMES EN LA FE, confirmarnos en la fe y eso es un acto que tiene que llevar al gozo pero desde la reflexión y la autocrítica. Voy a “•sumarme” televisivamente al Via Crucis.
Volver arriba