En memoria de una buena amiga Merche Viguri, la mujer que supo encontrar su sitio en la Iglesia

Merche Viguri, la mujer que supo encontrar su sitio en la Iglesia
Merche Viguri, la mujer que supo encontrar su sitio en la Iglesia

En el recuerdo a Merche Viguri y a quienes son como ella

Tras acudir al funeral de una buena amiga y una gran mujer, Merche Viguri, quien durante “toda su vida” ha estado ligada a Manos Unidas. Y durante el funeral me surgió la siguiente reflexión que quiero compartir:

Ahora que estamos en la Iglesia debatiendo y demandando que a la mujer se le reconozca su lugar en esta Santa, se nos acaba de ir una mujer que supo encontrar su sitio, que se supo consagrada a una tarea por los preferidos de Dios sin necesidad de que nadie le impusiese las manos ni le reconociese ninguna vocación.

¡Ojo! vaya por delante, y quien me conoce lo sabe, que estoy a favor de que las mujeres accedan al diaconado y al presbiterado por derecho del bautismo recibido como los varones.  Pero eso no quita para que hasta que eso suceda, que estoy convencido de que un día sucederá, aún cuando sea después de que muchos nos hayamos ido, pero eso no quita repito para que Merche y miles de mujeres (y de hombres) como ella hayan sabido encontrar su sitio en la Iglesia, y desde la Iglesia en la sociedad. 

Por eso mi reconocimiento a Merche y a todas las mujeres (y hombres) que como ella han sabido vivir el evangelio en primera persona, han sabido dar de beber al sediento, pan al hambriento, cobijo al desamparado, consuelo al desesperado, … Merche lo hizo desde Manos Unidas, pero otras lo hacen cada día desde Cáritas, desde Berakah, desde la parroquia, desde la Cofradía, desde el hospital, la residencia, la cárcel, …allí donde la Iglesia se hace presente. Y lo hacen sin necesidad de que nadie las consagre, porque se saben consagradas por Dios, elegidas por Dios, vocacionadas por Dios, y nada hay que nos haga más felices en este mundo (y seguramente en el siguiente) que ser fieles a nuestra vocación. 

Así que en el recuerdo cariñoso de Merche un brindis por ella y por todas las mujeres y hombres que saben encontrar su sitio, ser fieles a su vocación, y ganarse en la Tierra la Vida Eterna.

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