Especial Semana Santa 2020 La Pasión Acto 4º Prendimiento y juicios. Cuando Jaén recuperó sus autos sacamentales

La Pasión Acto 4º Prendimiento y juicios. Cuando Jaén recuperó sus autos sacamentales
La Pasión Acto 4º Prendimiento y juicios. Cuando Jaén recuperó sus autos sacamentales DRAPA

La Representación en Jaén fue vista por más de 1000 personas

En el primer post dije que hablaría de la experiencia de actuar en Jaén, ni más ni menos que en la Plaza de la Catedral. Ninguno de los que vivimos aquella experiencia la hemos olvidado. 

Todo comenzó con una llamada desde la Cofradía de “El Abuelo” de Jaén al grupo de la pasión viviente de Balmaseda, creo recordar. El motivo es que querían recuperar los autos sacramentales que desde hacía 50 años no tenían en la ciudad. Desde Balmaseda les dijeron que ellos no podían desplazarse, que su representación no permitía llevarla a otro lugar, pero que conocían un grupo de Vitoria que quizá sí podrían hacerlo. Así se pusieron en contacto con María Dolores García, nuestra directora, “La Doña”. Y nos encontrábamos ya en los ensayos del mes de enero o febrero cuando nos trasladó la propuesta. La idea nos seducía a todos así que nos pusimos manos a la obra para poder acudir a Jaén en un viaje de tres días, para llegar al Pregón de la Semana Santa. 

La partida ya nos recordó la escena de Jesucristo Superstar cargando la cruz en el autobús, que, dada su largura tuvo que ir acomodada en el pasillo. 

Viajamos toda la noche para llegar a Jaén y ser tratados mejor que actores de Hollywood. Iré dando pequeños detalles. 

La Cofradía jienense corrió con todos los gastos, los previstos y los que fueron surgiendo.  El hotel en el que nos hospedaron estaba pendiente de que estuviésemos cómodos. 

Durante el Pregón en el teatro de la ciudad nos dieron protagonismo.

Cuando llegamos a la plaza donde se llevaría a cabo la representación, literalmente flipamos. El marco incomparable. Un tablado de escenario enorme. Un equipo de luz y sonido del que sobraban vatios. 

Sabedores de las procesiones les sugerimos si podrían prestarnos un grupito de soldados romanos  para hacer más bulto. Cuando llegó el momento de la entrada en escena de los romanos comenzamos a oir un grupo de tambores que a ritmo marcial hacían desfilar a media centuria, y al frente de la misma nuestro centurión, por supuesto. 

Más de 3000 personas vieron la representación, la mayoría sentados en sillas plegables. 

Habían contratado un grupo de seguridad para velar por la nuestra y hacernos paso entre la multitud que no pudo sentarse y que ocupaban una parte del recorrido de Jesús con la cruz a cuestas. Algunos pudimos ver a uno de los de seguridad, como se suele decir coloquialmente, un armario de tres cuerpos, llorando a moco tendido de la emoción de ver pasar a Cristo con la cruz a su lado. 

Hacía calor y ya durante los ensayos lo sufrimos. Nos llevaron botellas de agua como para rellenar una piscina olímpica. 

Para la escena de la resurrección imaginamos que podía ganar mucho si aparecía por uno de los balcones de la Catedral. Bien, pues varias personas, dispuestas con un walky estuvieron pendientes para que en el momento preciso el acceso al balcón estuviese expedito y las luces que iluminan la catedral se encendieran desde el Ayuntamiento. 

Tras la actuación tocó recoger el escenario y los enseres y llevó un rato ya que fueron muchas las personas que querían felicitarnos. Así dieron las mil quinientas para regresar al hotel a tomar un bocado. El Hotel nos esperó con una cena de boda y caliente. 

Y como Judas también tuve mi particular anécdota. Durante la obra se cayeron varias monedas y a la hora de recoger faltaba una. Al día siguiente regresamos para terminar de recoger y, alguien de la Cofradía la encontró. Y, con esa gracia andaluza dijo que de Jaén no salía. Años después viajó la Doña y le enseñaron en un marquito la moneda, en una de las paredes de la sede. 

Vaya nuevamente nuestro reconocimiento al pueblo de Jaén, a sus autoridades y a la Cofradía del Abuelo en particular, que esta Semana Santa tan peculiar verán alteradas sus tradiciones, pero que en verano o en septiembre seguro que redoblan los tambores de la centuria y sus pasos vuelven a salir a sus calles.

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