Padre e hijo unidos por una misma vocación "Posiblemente" el primer caso en España de la ordenación diaconal de un padre y un hijo en la misma ceremonia

El 27 de septiembre serán ordenados en la Catedral Vieja de Santa María en Vitoria
La Diócesis de Vitoria pasa a tener ahora 8 diáconos permanentes
El padre pasa a ser diácono permanente y el hijo será ordenado dentro de unos meses sacerdote dentro de la Congregación Pasionista
El padre pasa a ser diácono permanente y el hijo será ordenado dentro de unos meses sacerdote dentro de la Congregación Pasionista
| Vicente Luis García Corres (Txenti)
No es un caso único, aunque sí poco frecuente, y posiblemente el primero que se dé en España, me refiero a que un padre y un hijo coincidan en la misma celebración y sean ordenados diáconos, el padre como diácono permanente y el hijo como temporal de camino al sacerdocio.
Pues esto es lo que va a suceder en la Diócesis de Vitoria el próximo sábado 27 de septiembre cuando Ramiro Alfaro López, Patxi Antón Aranzana y Josu Antón Sanz sean ordenados diáconos de la Iglesia en una solemne Eucaristía presidida por el Obispo y que dará comienzo a las 11:30h en la Catedral Vieja de Santa María.
Ramiro Alfaro y Patxi Antón serán nuevos diáconos diocesanos que se incorporan al servicio de la pastoral de la Diócesis. Por su parte, Josu Antón, hermano pasionista, se sumará al clero de esta orden, cuya comunidad custodia el Santuario de Nuestra Señora de Angosto, en el Valle de Valdegovía.
Y como ya hemos señalado dos de los nuevos diáconos guardan una bonita relación. Padre e hijo darán este sí al Señor en la misma ceremonia. Patxi, padre de Josu, se ordenará como diácono permanente –como su compañero Ramiro– mientras que Josu lo hará como diácono temporal, ya que su vocación es el sacerdocio, servicio para el que se está preparando.
Recientemente un artículo en Religión Digital se hacía eco precisamente de esta singular coincidencia en otros casos ocurridos en otros lugares del mundo como Cincinnati o en Ogdensburg (Nueva York), y adelanta que existe la posibilidad de que ocurra en Madrid el año próximo.
Les dejo el enlace del artículo por si quieren ampliar la información
Pero antes de que suceda en Madrid ocurrirá en Vitoria y por eso recogemos el testimonio de padre e hijo días antes de su ordenación.

Patxi
Francisco José Antón Aranzana (Patxi para los amigos) profesional del mundo de la música, vinculado a la banda municipal de
¿Dónde situamos los orígenes de tu vocación al diaconado?
Los orígenes están en mi mujer, en Mati. Ella hace 7 años fue la que me sugirió que me planteara la vocación del diaconado permanente. Había oído que en la diócesis se estaba iniciando el proceso de preparación para algunos candidatos y ella me animó a apuntarme. Luego hablé con el obispo, quien me dijo que él también había pensado en mí como posible candidato, y también hablé con Millán Viñas, un sacerdote diocesano y amigo que volvió a respaldar la propuesta de Mati y se alegró de que tomara ese camino. Millán me dijo que para él no había dudas de que fuera una llamada de Dios y que estaba convencido de que haría un buen servicio como diácono. Con estas dos opiniones a favor tomé la decisión y comencé el proceso.
¿Las vocaciones de padre e hijo tienen algo que ver la una en la otra?
Sinceramente creo que no. Cada uno hemos llevado nuestro camino. La vocación de Josu es un regalo inmenso pero no hemos influido para nada la de uno en la del otro. Donde sí te diría que hay una influencia es en mi condición de músico y el ministerio de la música que he ido ejerciendo en la Renovación Carismática y en la parroquia. Siempre he tenido una disposición de servir al Señor, desde los 15 años he sentido esa llamada.
¿Qué destacarías de la vocación del diaconado permanente?
El servicio en la caridad. El diácono tiene muchas funciones litúrgicas y de servicio, pero el servicio a los pobres y a los enfermos es el que más me atrae. Ahora me hago cargo de la atención pastoral en dos residencias de ancianos en Murguía (Álava), me encantaría participar en la pastoral penitenciaria. Mi labor en las residencias me está descubriendo la riqueza del servicio a los ancianos por ejemplo. Y lo que siento es el deseo de hacer un servicio desde la humildad, desde el anonimato, servir sin que se note que estoy sirviendo. Y estar ahí en nombre de Jesús.
¿Qué sensaciones vienen a tu cabeza y a tu corazón desde que sabes que las ordenaciones tuya y de tu hijo van a coincidir?
Siento que es un regalo de Dios, que ha llegado sin buscarlo. Durante mucho tiempo ninguno sabíamos cuándo sería nuestra ordenación. Más aún cuando se fijó la de Ramiro y la mía, la de mi hijo no estaba programada.
Josu
Josu es un joven de 28 años que ingresó hace 7 años en la Congregación Pasionista, donde el pasado mes de diciembre hizo los votos perpetuos, y ahora es ordenado de diácono como paso previo a la ordenación como sacerdote pasionista.
¿Por qué tu vocación ha encontrado su espacio en la Congregación Pasionista?
Mi vocación a la vida religiosa y al sacerdocio nacen al mismo tiempo y nacen en un entorno pasionista. Después de unos años sirviendo en otros movimientos, y de entrar en contacto con los Pasionistas —sin ninguna pretensión por mi parte, pero tampoco cerrado a nada—, me invitaron a pasar una semana de Pascua con ellos. Allí me di cuenta de que los religiosos eran personas normales, sencillas y muy acogedoras. Y, al mismo tiempo, empecé a sentir el deseo de servir de una forma distinta: en comunidad, como vivían esos religiosos; como pasionista, mostrando y recordando el amor de Dios en la Cruz; y como sacerdote, haciendo presente a Dios en la vida de las personas.
Se lo pregunté a tu padre, pero quiero hacerte la misma pregunta: ¿Tu vocación ha estado influenciada de alguna manera por la vocación de tu padre?
No, su vocación al diaconado, porque es más tardía, pero sí su llamada y ejemplo como cristiano. En el camino, Dios siempre pone personas que te muestran lo que significa ser cristiano, siguiendo a Jesús, dejándose amar por él y sirviendo a los demás. Esos ejemplos y enseñanzas van configurando a cada uno, en su relación con Dios y su lugar en el mundo. Y ahí, en esa vocación incipiente, tanto mis padres como mis abuelos, han tenido un papel muy especial.
Y otra tercera pregunta común, ¿Qué sientes al ser ordenado diácono en la misma ceremonia que tu padre?
Toda vocación, cuando es sincera y se lleva adelante, es un don para la Iglesia y para el mundo. Pero, para llegar ahí, hace falta superar muchos obstáculos, prepararse bien y vencerse a sí mismo una infinidad de veces. Ver a mi padre hacer ese recorrido, y ver que llega a la ordenación, me llena de orgullo —sano orgullo—, porque sé lo que supone. Pero es todavía mayor la alegría y la gratitud. Gratitud, porque es un regalo del Señor que podamos ordenarnos el mismo día, y ambos como diáconos. Y alegría, porque del día 27 en adelante, nuestro vínculo de padre e hijo adquiere una dimensión nueva, que se suma a lo ya presente. Con la ordenación, los dos entramos en un mismo vínculo con Dios y recibimos la misma misión de servicio, aunque cada uno la realice en lugares diferentes.

Mati
He querido recoger también el testimonio de la madre y esposa, Matilde Sanz, Mati.
1) qué viste en Patxi para sugerirle el diaconado permanente
Patxi es un hombre con una gran fuerza interior espiritual, enamorado del amor de Dios, con un corazón y una bondad muy grande y me parece que compartirlo no solo con nosotros, su familia, sino también con los demás es una riqueza, diría que, un "revertir" en el mundo, desde la fe , los dones que Dios le ha dado. El obispo también le animó a recorrer este camino de formación para el diaconado permanente. Ha sido un proceso largo de discernimiento, estudios y formación hasta llegar a la ordenación.
En principio diría que no fue tanto una sugerencia por mi parte, sino por iniciativa propia, pero desde el primer momento le apoyé, llevamos 32 años casados, agarrados al Señor, en este camino han ido sucediendo muchas cosas, lógicamente, y ahora estamos en una nueva etapa de nuestra vida
2) Qué sentimientos te produce asistir a una ceremonia en la que tu marido y tu hijo se consagran a la vez .
Uf, es emocionante como madre y como esposa, Josu lleva ya un recorrido como Pasionista y le hemos acompañado en los pasos que ha ido dando, profesó los votos perpetuos en diciembre y su camino es al sacerdocio como padre pasionista. "Diosidades" de la vida que no "casualidades" han podido coincidir, en el tiempo y en la misma diócesis, la ordenación diaconal de ambos, lo que es un motivo de alegría, cómo no, pero también de compromiso personal por mi parte para ser apoyo de los dos, desde el cariño y la humildad. Como María también entrego a mi hijo y a mi esposo para el servicio al Evangelio y al Reino de Dios.
Non solum sed etiam
Conozco a Patxi hace unos años. No he tenido una amistad cercana pero sí un trato que me permite tener una imagen de él. Y si hay una palabra que creo lo define, esta es humildad. Siempre me ha parecido una persona humilde, sencilla, y un gran artista.
Me alegro por él, por su hijo Josu y por la esposa y madre, Mati, que Dios les haga el regalo de la fiesta del próximo día 27 de septiembre. Esta coincidencia (diosidencia) es una muestra más de los regalos que Dios hace a quienes le sirven y ponen su vida en sus manos.
Creo que pasan a ser 8 los diáconos permanentes en la Diócesis de Vitoria, pocos para toda la labor que se necesita en la Diócesis. Hago votos y deseo que surjan más vocaciones al diaconado permanente, a mi me lo propusieron en varias ocasiones pero, sinceramente, nunca me ha quedado bien la estola ni al modo presbiteral ni cruzada. Vamos que no es mi vocación, pero sí puede ser la de otros, y la de otras.
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