Lo que le ha sucedido a Rosalía no es un fenómeno único. Espero que además su experiencia no se quede atascada ahora.

Si pudiese se lo diría a ella en persona: “Si estás dispuesta a seguir profundizando, la gran  aventura de tu vida solo acaba de empezar”. (La Gran Aventura es el encuentro personal con Dios)

Lo que me duele es que algunos miembros destacados de la Iglesia parecen haber descubierto ahora que la música y la fe pueden ir de la mano, y triunfar. 

Cientos de artistas han sentido que había un espacio en sus vidas que sólo Dios podía llenar, y esa experiencia la han trasladado a su música. Más aún, algunos han vivido procesos de conversión, “encuentros” con Dios que les ha cambiado la vida, que les ha llevado a dar un giro incluso a su vocación como artistas. 

Por eso le digo a Rosalía, que si ella quiere por supuesto, le queda mucho camino por andar, le quedan muchas sorpresas por descubrir. Lo que quizá también hay que decirle es que quizá tenga un precio que pagar, y tendrá que elegir. Porque ahora al “mundo” le hace gracia “hacer noticia” de la espiritualidad de Rosalía, pero si esa hermosa experiencia espiritual se convierte en compromiso religioso, eso a muchos no les hará ni puñetera gracia. 

Rosalía es la punta del iceberg, ojalá aprovechemos esta ola para visibilizar el trabajo musical de tantos y tantos artistas que tienen en Dios, y algunos también en María, la Madre de Jesús de Nazaret, las referencias de su vocación musical.  Y digo que es la punta del iceberg porque hoy parece que es lo único visible, pero sabemos que hay más. 

Solo en la música en español el abanico de grandes artistas es ya muy amplio. A finales de julio tuvo lugar en Roma la primera edición de los Catholic Music Awards; dentro de poco más de una semana tendrá lugar en Cuenca la XIª edición del encuentro de Músicos Católicos en España, con una nueva edición de los Premios Spera; no les miento si les digo que prácticamente cada semana recibo, desde España y desde Latinoamérica una o varias novedades musicales; las plataformas musicales están repletas de la música de estos artistas; crece el número de productores e iniciativas en torno a la música católica: Presencia Project; María Studios; NCC; la fe no tiene límites en la música y ya se expresa en baladas, en rock, en pop, en música urbana …

No,  Rosalía no es un fenómeno único ni original. Tan solo un fenómeno que le ha pillado en un momento de fama y la maquinaria mediática es capaz de hacer noticia hasta cuando estornuda el famoso. 

Ojalá Rosalía no se quede estancada en ese camino que ha empezado; ojalá la fama no la condicione para detener su personalísimo camino espiritual; y ojalá quienes hoy salen al paso del fenómeno de Rosalía, lo sigan haciendo con todos y cada uno de los artistas que tienen en sus diócesis.