La pasada semana eran las Clarisas las que ofrecían sus oraciones y su trabajo. Hoy sabemos del granito de arena puesto por Egibide y la comunidad de las Salesas. Desde la Diócesis siguen apareciendo muestras palpables del trabajo en común para lograr entre todos el fin de esta pandemia, donde Vitoria desde su comienzo, ha sido uno de los focos más afectados de España. 

En esta ocasión han sido las monjas del Monasterio de la Visitación, más conocidas como las Hermanas Salesas, quienes se han puesto manos a la obra y en tres días han elaborado 200 mascarillas siguiendo los patrones de costura para este bien tan demandado y necesario para evitar la propagación. Esta misma mañana se han repartido entre sanitarios de distintos centros y residencias de mayores de la ciudad. Estas religiosas, además, están orando por turnos 24 horas al día en su capilla interior por los enfermos, sanitarios, y especialmente por los fallecidos y sus familias. “Desde mañana seguiremos elaborando más mascarillas tras haber recibido hoy los materiales necesarios para poder llevarlo a cabo” indica Sor Patricia, superiora del convento. 

Por su parte, alumnos de los centros de Egibide están también volcados con aportar todo lo que sea posible para ayudar a detener esta pandemia. Como ha informado el obispado en nota de prensa, “desde sus módulos profesionales de ingeniería están elaborando mascarillas de plástico gracias a las impresoras 3D. Además, han vaciado todos los armarios donde se encontraba el material con el que se trabajaba en las aulas que preparan a los alumnos en la rama sanitaria y han donado 800 mascarillas, 5.000 pares de guantes, 300 gorros y calzas, 200 gafas de seguridad, 30 litros de alcohol y soluciones desinfectantes, batas y buzos desechables”. El responsable de pastoral de Egibide, Diego Bande ha dicho: “Seguiremos haciendo mascarillas en las impresoras 3D mientras tengamos material para ello”.

Non solum sed etiam

Querer es poder, dice la sabiduría popular. Y la Iglesia quiere y puede ayudar, y lo hace con lo que le es propio y espècífico, todo lo que tenga que ver con la dimensión espiritual del ser humano; y lo hace también con su trabajo, con sus manos, con sus medios materiales. Aunque alguno se sorprenda, pero nada que no hayamos estado haciendo siempre. Que en nuestra historia hay borrones, ovejas negras, capítulos oscuros, … sí, el que esté libre que tire la primera piedra. Nosotros, hoy, nos dedicamos a ayudar que es lo urgente.