Sabía que las imágenes serían duras. Sabía que las imágenes serían reales. Sabía que no era una película, sino el documento gráfico de una evidencia que muchos ya teníamos claro antes de ver el documental: Rusia está cometiendo crímenes de guerra. 

Lo que no sabía era que me iba a sentir en algunos momentos casi parte de la escena. No sé si fue el verlo en pantalla grande o que el relato y el heroísmo de los reporteros gráficos te va atrapando progresivamente.

Lo que tampoco fui consciente, hasta que ellos lo manifestaron, que la comunidad ucraniana veía las imágenes con otros ojos, y que también agradecen que “otros ojos” vean el documental. 

20 días en Mariupol, un trabajo del fotoperiodista ucraniano Mstyslav Chernov, que ha recibido un Oscar al mejor largometraje documental y que merece la pena ver.

Tras el visionado del documental pudimos escuchar el testimonio de Miguel Gutierrez, un buen amigo, y alguien que ha conocido sobre el terreno la Guerra en Ucrania a través de una labor humanitaria que ha llevado a cabo desplazándose hasta la zona de conflicto en cinco ocasiones, alguna corriendo auténticos riesgos. 

El testimonio de Miguel, como en su día el que pude escuchar a Sor Lucía Caram, personas que han visto con sus propios ojos el horror que está viviendo la población ucarniana son un refuerzo más para la condena más absoluta de la invasión rusa. 

Tras el documental salí con la sensación de que esta y todas las guerras no son “simples” cuestiones de poder, dinero, control de espacios, … El verdadero origen de todos los conflictos está en la condición humana que nos divide entre gente buena y gente mala. Los buenos en situaciones de crisis son más buenos, y  los malos más malos. Y los hay en todos los frentes, en los dos bandos, y en todas las escalas. 

20 días en Mariupol es un trabajo que bien podrían ver los mayores de 16 años, para los que alguno anda pidiendo el voto sin facilitarles una formación crítica que les ayude a decidirlo. No les privemos de la realidad en este mundo. 

Agradezco a mi hijo y a la Asociación Ucrania-Euskadi la invitación y la oportunidad de haber podido ver 20 Días en Mariupol. Si tienes la oportunidad de verla no te la pierdas.