Si San Francisco levantase la cabeza Las debilidades de nuestra Iglesia permiten estas patologías

Las debilidades de nuestra Iglesia permiten estas patologías
Las debilidades de nuestra Iglesia permiten estas patologías

Por lo tanto creo que estas mujeres son muy libres de dejar la Iglesia y seguir a su gurú de turno. Más aún creo que nos hacen un favor desmarcándose

Creo que son víctimas de una esclavitud espiritual

que los demás sigamos el camino sinodal marcado por Francisco, que es lo que verdaderamente importa ahora

La noticia salta en Belorado pero afecta también a la comunidad de clarisas de Orduña(Diócesis de Vitoria): Estas dos comunidades se desligan de la Iglesia Católica Romana del siglo XXI y retroceden en el tiempo a los años 40 del pasado siglo XX.

En un documento de 70 páginas exponen sus motivos y ponen “a caldo” a todos los papas, curia romana y fieles católicos habidos y por haber a partir de 1958. 

El arzobispado de Burgos ha salido al paso, y el obispado de Vitoria ha secundado la nota, donde muestran su sorpresa ante el anuncio de estas mujeres, que para más inri se ponen bajo el “amparo” de un falso obispo excomulgado ya en 2019 y con vínculos con el Palmar de Troya. 

Al parecer monseñor Iceta no se anda con paños calientes y manifiesta no reconocer a estas comunidades y solicita a los fieles se abstengan de participar en ninguna celebración que se realice por esa comunidad. 

Non solum sed etiam

Sorprendido, sí, pero no tanto. Me explico. Creo que cuando alguien se manifiesta de alguna manera más papista que el papa acaba renegando del papa y/o suplantándole o calificándolo de hereje, y de malo más que malo.

Me explico: a estas alturas de la vida tengo la sensación de que nada que corresponda al género humano es perfecto, y la Iglesia incluida. Por eso siento cierto reparo con aquellos grupos que defienden a ultranza que “las cosas son como son, y tienen que seguir siendo así, porque siempre han sido así, y porque lo dice fulanito que es quien manda y sabe más que nadie, y además es infalible.”  Yo ya no pienso así ni de mis propias afirmaciones. Lo que sí defiendo es la honradez con uno mismo y con los demás. 

Por lo tanto creo que estas mujeres son muy libres de dejar la Iglesia y seguir a su gurú de turno. Más aún creo que nos hacen un favor desmarcándose. Ojalá otros siguieran su ejemplo y en lugar de desear la muerte del papa directamente firmasen su acta de apostasía y !ala! con viento fresco. 

Ello no quita para que piense que estas mujeres han sido abducidas por alguien que ha sabido presentarse como superior a ellas y convencerlas de ello, hasta el punto de redactarles, muy probablemente, el documento que mansamente ha firmado una en nombre de todas. 

Creo que son víctimas de una esclavitud espiritual, que por desgracia no es nueva en las Iglesias y que ha sido muy recurrente para obtener beneficios de toda índole a lo largo de la historia. 

Creo que la actitud de monseñor Iceta se debe enmarcar en el plano de una tolerancia cero en la Iglesia. ¡Vamos, que tonterías las justas!

Pero decía que no me ha sorprendido del todo y que esa sorpresa, que comparto y creo que es tal, no deja de estar dejando ver quizá que no han estado muy atentos a las señales que seguro de alguna manera han tenido que ir dejando en el camino estas mujeres. Porque sino, pedazo de artistas y maquiavélicas. 

A ver, que yo las he visitado en dos ocasiones (a las de Orduña) y nunca me dieron mala impresión, me parecieron valientes cuando se fueron a ese convento que necesitaba una “manito” para acondicionarlo. Me parecieron audaces cuando organizaron campos de trabajo con jóvenes para  contar con mano de obra voluntaria. Cierto que mi contacto fue muy puntual y fugaz, y nunca vi nada que me hiciera presagiar este anuncio. 

Ahora no cogen el teléfono “ni a Dios”, parece ser. 

Pero esta deriva no se improvisa. Los 70 folios que están muy currados, y que si precisan respuesta doctores tiene la Santa Madre, además de sospechar que su autoría no sean ellas, denotan un trabajo de años “comiendo el tarro a las hermanas” y preparando la “bomba” informativa. 

Ese es el miedo que a veces a algunos nos generan algunas manifestaciones religiosas de hoy que nos encandilan por su juventud, fuerza y compromiso, y perdonamos sus intransigencias porque ¡mira con qué devoción y rigurosidad llevan la liturgia! 

Que puede estar muy bien, y que no todos y todas están cortados por el mismo patrón. Pero un poquito de “por favor”, un poquito de cintura, de tolerancia con el que no hace las cosas como tú, con el que incluso no se relaciona con Dios como tú.

Espero que la historia no tenga mucho recorrido, que se las señale e identifique perfectamente para que no contaminen más allá de su entorno, y si quieren montar una sucursal del Palmar de Troya pues que con su pan se lo coman. Yo seguiré visitando a esas comunidades de clausura de puertas abiertas, que no se escandalizan con los pecadores y que el único “pecado” que cometen son los dulces, pastas y la repostería que elaboran. Seguiré visitando a las verdaderas seguidoras de Francisco y Clara de Asís.  Y para casos como el de estas mujeres pues Punto 371 de Camino: “Cuando bullen, «haciendo cabeza» de manifestaciones exteriores de religiosidad, gentes profesionalmente mal conceptuadas, de seguro que sentís ganas de decirles al oído: ¡Por favor, tengan la bondad de ser menos católicos!”.

No obstante la mejor síntesis de este hecho, que espero no pase de ser anecdótico, no ha salido de mis labios: “!Las debilidades de nuestra Iglesia son las que han permitido que se den estas patologías”. Y yo añado, si se llegase a demostrar que estas mujeres son víctimas de una sumisión espiritual, la caridad cristiana debería llevarnos a ofrecerles la ayuda psicológica que precisen. Que las cuestiones económicas se solventen por las vías civiles que correspondan y, por lo demás, que los demás sigamos el camino sinodal marcado por Francisco, que es lo que verdaderamente importa ahora.

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