400 años después la Virgen Blanca acoge a la sociedad vitoriana del s.XXI

Artículo publicado en la revista de Fiestas de la Blanca 2011 que edita COPE Vitoria

Según el historiador Díaz de Arcaya la primitiva Cofradía de la Virgen Blanca pudo existir ya en el s. XV, pero sería en el año 1612 cuando el Ayuntamiento concedía permiso para constituir la Cofradía identificada como la de los cereros ya que eran gentes de este oficio las que la formaron. El 17 de junio de 1613 se otorgaba la escritura de fundación, siendo aprobada por el obispo de Calahorra al año siguiente. Por eso el año 1613 se tiene como referencia para celebrar la efemérides de constitución de la Cofradía de la Virgen Blanca, aunque esta tal y como la conocemos no sería hasta el 4 de abril de 1927, fecha en la que se fundieron en una sola todas las cofradías que en torno a la patrona de Vitoria se habían ido constituyendo desde aquel 1613.
La actual Junta rectora de la Cofradía lleva tiempo preparando este 400 aniversario.

En sus cabezas rondan proyectos e ideas para conmemorar esta redonda cifra con conferencias, exposiciones, conciertos, actos religiosos, y lo hace consciente de que los tiempos cambian. La Cofradía de la Virgen Blanca sabedora de su labor como garante y perpetuadora de un legado religioso y ciudadano se siente llamada a potenciar la figura de la Virgen Blanca como referente y acogedora de la nueva sociedad vitoriana.

Lo que otrora pudo quedar reflejado en la dedicación a la Virgen Blanca o Virgen de las Nieves que muchas instituciones vitorianas, religiosas y civiles, hicieron y llevaron a gala (¡eran otros tiempos!), hoy la Cofradía quiere trasladarlo a la ciudadanía desde los parámetros de la convivencia y defensa de lo que nos pueda unir.

Porque aquí no sobra nadie y obligación de todos es hacer del lugar donde vivimos un mundo más habitable.

Antaño la sociedad era más homogénea y todo el mundo se sabía perteneciente a una misma sociedad; hoy se nos presenta una realidad más fragmentada por plural y diversa, pero seguimos siendo todos partes de una misma sociedad a la que “alimentamos” y de la que “nos alimentamos”. Por eso trabajar desde aquello que nos pueda unir es en sí ya un gran proyecto. Y la celebración de una efeméride como el 400 aniversario de la creación de la Cofradía de la Virgen Blanca, una oportunidad.

Es difícil concebir una Vitoria-Gasteiz sin su Virgen Blanca, y más difícil todavía separar a la Virgen Blanca de su Vitoria-Gasteiz.
Felices fiestas patronales de Ntra. Sra. La Virgen Blanca. Gora Andra Mari Zuria!!!


Aprovecho para ofreceros los textos publicados en los años 2010 y 2008
Efemérides para el cambioUna fecha redonda, 2010, de las que sirven para recordar.
La idea de que corren tiempos de cambios está cada día más extendida y los indicios se multiplican: cambio climático, globalización, mestizajes sanguíneos, culturales, religiosos; la fisonomía urbana y humana ha ido alterando los núcleos de población y Vitoria-Gasteiz, la capital de Euskadi, no está siendo ajena a este fenómeno, aunque cabría preguntarse si está preparada o se está preparando realmente para el nuevo marco de convivencia ciudadana que se nos avecina.
Los diversos modus vivendi que se van instalando en nuestra ciudad exigirán mucho más que planes urbanísticos, harán falta planes humanísticos en los que personas e instituciones encuentren su nueva ubicación. Movimientos telúricos se habrán de producir para que, y de la manera menos traumática posible, entremos en una nueva era en la que se conjugue los nuevo y lo viejo, lo propio y lo ajeno, la tradición y la incorporación.
Las efemérides pueden ser momentos muy aprovechables para recomenzar caminos, resituarse y ofrecer nueva imagen, recolocarse y hacer sitio para el otro. (También se pueden desaprovechar como pasó con el 5º Centenario del Descubrimiento de América.)
Pero estos movimientos no se improvisan de la noche a la mañana, es un proceso de paso lento pero seguro, medido, consensuado.
En el Año 2011 comenzaran los actos conmemorativos del 150 aniversario de la Diócesis de Vitoria, se recuperará para el culto la joya patrimonial de la Catedral de Santa María, icono universal de una restauración monumental; en el 2012 la Cofradía de la Virgen Blanca celebrará sus 400 años de Historia desde que en 1612 el gremio de cereros decidiera unirse para honrar a la Virgen Blanca. Y si buceamos en nuestra historia seguramente encontraremos datos que hagan de este y los próximos años fechas para recordar, celebrar, y renovar.
Efemérides todas ellas que estamos llamados a aprovechar de la mano de instituciones y también desde la iniciativa privada: ¡ciudadanos! abrámonos a la llamada a la fiesta y la participación como con los recientemente incorporados “auroros” que la Cofradía de la Virgen Blanca ha recuperado en los días previos a la Fiesta de la Patrona; ¡Instituciones civiles, políticas, religiosas! Estén abiertas a las aportaciones particulares, pues al fin y a la postre cada habitante en esta ciudad, no importa su procedencia, tienen voz y nadie puede negarle la posibilidad de ser y sentirse un vitoriano más.
Fiestas de la Virgen Blanca 2010, un año que, al principio, algunos recordaremos como el que la Cope dejó de estar presente en la Bajada de Celedón y en la retransmisión del Rosario de la Aurora (confieso que después de unos 15 años, uno se sentía parte ya de la escalinata de San Miguel en las mañanas del 5 de agosto), pero 2010 es también una fecha para recordar si somos capaces de empezar a adaptarnos a los cambios, a los nuevos tiempos. Las Fiestas de la Virgen Blanca del 2010 pueden llegar ser recordadas como el preludio de otras efemérides que marcaron el cambio a una nueva era en la convivencia ciudadana, en lo cultural, en lo religioso, y quien sabe, incluso hasta en lo político. ¡Felices Fiestas!

¿Una Basílica para la Virgen Blanca? … por qué no!!!

Desde hace varios años ya el Casco Viejo de nuestra ciudad está viviendo un proceso de recuperación en diversos ámbitos. Sin duda alguna el proyecto estrella es el Plan Director que teniendo como epicentro la Catedral de Santa María va expandiendo sus efectos al resto de la Almendra Medieval.
La loma de la Vieja Gasteiz está siendo objeto de sucesivas actuaciones que la hacen cada día más referente de lo que es un buen plan de recuperación del patrimonio, de la historia y de su compatibilidad con tendencias y propuestas más acordes al siglo XXI.
La Iglesia de san Miguel es uno de esos edificios emblemáticos con los que cuenta nuestro Casco Antiguo y que ya tiene proyectos de actuación sobre su arquitectura.
San Miguel, a nadie se le escapa, no es solo una parroquia, es la casa de la patrona de la ciudad, Ntra. Sra. La Virgen Blanca; es un lugar de paso y para pasar y quedarse un rato; es un punto de encuentro para la fiesta y la oración; es el retablo omnipresente en las grandes celebraciones de nuestra ciudad; es un templo cargado de historia; es la plataforma desde donde se han elevado, entre otros, los ruegos y plegarias más vitorianos; para muchas personas san Miguel es la iglesia de todos los vitorianos.

No recuerdo cuándo, pero en cierta ocasión alguien apuntó ya la idea de reconvertir la parroquia de san Miguel en la basílica de la patrona de la ciudad. De hecho este fue uno de los sueños que albergaba el querido sacerdote, párroco de San Miguel y Celedón de Oro, Felix Uriarte.

Es posible que ahora sea el momento de retomar esta iniciativa y que el obispado sopese la oportunidad de estudiar esta cuestión. No me cabe duda que el templo reúne las características que se exigen para que el Santo Padre conceda tal distinción a la iglesia de San Miguel; por otro lado en el 2012 la Diócesis de Vitoria celebrará los 150 años de su creación y bien podría ser éste un “regalo puesto en bandeja”.
Pero este orgullo de la ciudad debe sustentarse en el pervivir de la fe de un pueblo que se acerca cada día hasta este templo, y por ello lo convierte en un referente para la expresión de su religiosidad. Este sin duda, será el mejor argumento que los responsables de nuestra diócesis puedan esgrimir si consideran elevar la petición hasta el Obispo de Roma.

A modo de culturilla general.
El término basílica viene del latín basílica que a su vez deriva del griego βασιλική que significa regia o real. La expresión completa sería βασιλική οἰκία (basiliké oikía) «casa real». Por lo tanto, una basílica es un suntuoso edificio público que en Grecia y Roma solía destinarse a tribunal y que en las ciudades romanas ocupaba un lugar preferente en el foro.
Los cristianos aprovecharon la forma basilical de algunos edificios romanos para utilizarlos como templo y en este sentido se utiliza hoy la denominación, tanto desde el punto de vista arquitectónico, como religioso. No obstante el título de basílica confiere un distintivo especial a ese templo. Una iglesia puede titularse «Basílica» por prerrogativa del Romano Pontífice. Así, en sentido litúrgico, son basílicas todas aquellas iglesias que, por su importancia, por sus circunstancias históricas, o por aspectos de cierto relieve, obtengan ese privilegio papal. Se distinguen en basílicas mayores (las localizadas en Roma) y las basílicas menores (todas las demás).
Cuando el Papa eleva a una iglesia a la condición de Basílica Menor le otorga el derecho a lucir en el altar mayor dos signos de la dignidad papal y la unión con la Santa Sede: el canópeo (una especie de paraguas o sombrilla papal) y el tintinábulo. (un estandarte con la imagen de un santo titular y que remata en la parte superior en una campanilla.)
Actualmente son algo más de 1.500 las basílicas existentes en todo el mundo.
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