¡Shemá Israel! no cierres tus ojos Esta guerra Israel la tiene que “perder” para ganar la paz

Aunque en esta ocasión nos centramos en el genocidio en Gaza no olvidamos otros genocidios, como la exterminación de las comunidades cristianas en tantos lugares del mundo; la exterminación de comunidades indígenas en Asia y en la Amazonía; la aniquilación de mujeres que quieren reivindicar su libertad e independencia en tantos contextos
| Vicente Luis García Corres (Txenti)
El pulso internacional que se está librando ha de perderlo Israel y sus aliados, aunque su aliado sea el primo de zumosol. La fuerza internacional ha de ser superior y hacer claudicar y aceptar la solución de los dos estados al Estado de Israel.
Esta vez el poderío economico en el mundo de la comunidad judía no puede imponerse ante el genocidio perpetrado.
De igual manera la presión internacional ha de garantizar la desaparición de Hamas como organización.
Que Israel pierda esta guerra es la única vía para que el “pueblo elegido” pueda empezar a vivir en paz; de lo contrario sus acciones eternizarán el odio contra ellos y el pueblo palestino volverá a alimentar deseos de venganza.
Hoy más que nunca ha de resonar las dos primeras palabras de la oración más repetida por el pueblo judío: Shemá Israel!
Corre el año 5786 para el pueblo judío, ya es hora de que empiece una nueva era, “Shavua Umetuka”, pero para el pueblo palestino también.
Porque:
Una vez más el pueblo elegido se ha revelado contra su Dios.
Una vez más Caín ha matado a Abel.
Una vez más Herodes ha mandado aniquilar a los santos inocentes.
Una vez más las autoridades del pueblo judío crucifican cada día al Hijo de Dios representado en cada una de las víctimas inocentes del pueblo gazatí.
El pueblo que fué víctima del Holocausto es ahora el pueblo asesino que comete la misma atrocidad. El pueblo de quienes “fueron exterminados” son ahora parte del pueblo exterminador.
¡Dios ya no está de su parte! El pueblo judío ya no tiene el favor de Jehová.
Dios se ha enrolado en la Gaza Freedom Flotilla.

Dios lleva ahora el pañuelo palestino. Como apareció en el Belén instalado en el Vaticano en el año 2024. Porque Dios siempre ha estado con los que sufren.
Dios no bendice las armas. Dios no bendice la guerra. Dios no bendice los abusos de poder. Dios no bendice el terrorismo. Dios no bendice nada que atente contra su obra.
Es preciso el silencio de las armas para que el Mundo escuche, para que Israel escuche, ¡Shemá Israel! también para que Rusia y Ucrania escuchen, para que en todos aquellos lugares donde hay conflicto se pueda escuchar el clamor de los inocentes.
¡Shemá! a todo aquel que usa la violencia, hacemos una llamada a la paz mundial.
Aunque en esta ocasión nos centramos en el genocidio en Gaza no olvidamos otros genocidios, como la exterminación de las comunidades cristianas en tantos lugares del mundo; la exterminación de comunidades indígenas en Asia y en la Amazonía; la aniquilación de mujeres que quieren reivindicar su libertad e independencia en tantos contextos.
Hoy centramos nuestra mirada en Gaza.
Por todo ello decimos y gritamos: ¡Shema Israel! Parad este genocidio y negociad la coexistencia de dos estados, dos pueblos llamados a ser hermanos.
¡Shemá Israel! no cierres tus ojos ante la barbarie de tus gobernantes.
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