La llamada a imitar a un buen modelo

La campaña del Día del Seminario de este año no está pasando desapercibida gracias al video promocional editado por la CEE. "No te puedo prometer un gran sueldo, pero te prometo un trabajo fijo". Esta es la frase escogida para su provocadora difusión. A lo largo de los poco más de dos minutos y medio, varios sacerdotes (algunos repiten intervención) dan la cara y explican que “sí” y que “no” puede encontrarse la persona que opte por ser sacerdote.

Este vídeo está siendo muy comentado en diversos foros con sus adeptos y detractores. Es una campaña publicitaria en toda regla.

Non solum sed etiam

Fui seminarista durante 10 años, viví en primera persona la llamada a la vocación sacerdotal, viví mi particular discernimiento que me encaminó hacia otras vocaciones, entre ellas la vocación de “comunicador cristiano”. Y en el desarrollo de esa vocación periodística he podido plantear y plantearme en repetidas ocasiones el tema de las campañas vocacionales. He tenido la oportunidad de difundir campañas vocacionales ofreciéndoles los espacios que estaban en mis manos, en prensa escrita y en radio; he tenido la suerte de participar en el doblaje al castellano de uno de los vídeos vocacionales más impactantes ("Fishers of man"); en definitiva me he ocupado y me he preocupado por este tema desde hace tiempo. Por ello me atrevo a ofrecer, una opinión más a cuenta del último vídeo de la CEE para la jornada del 19 de marzo.

El vídeo, en cuanto producto mediático, me ha gustado. Creo que es uno de los frentes, el de los medios, en el que hay que estar, y a ser posible con un buen “producto” que dé que hablar por su calidad y/o por su mensaje.

Ahora bien, no podemos creer ingenuamente que solo una buena campaña publicitaria hará crecer el número de vocaciones, como no la hizo crecer ni la visita del Papa.

Creo no equivocarme si afirmo que las dos “fuentes” que han dado más vocaciones sacerdotales y religiosas han sido: La Familia y el Testimonio (de otros sacerdotes y religiosos).

Por lo general alguien quiere ser “algo” porque “se siente llamado” y además tiene referentes cercanos a los que “imitar”.

La otra fuente es la que facilita desde el clima familiar el planteamiento de opciones de vida consagradas a Dios.
Pero quiero fijarme especialmente en la fuente del sacerdote como “modelo a imitar”, porque en parte está detrás (y delante) del vídeo presentado por la CEE.

Quizá, el problema no estribe en si el modelo o los modelos de sacerdote que se ofrecen en el vídeo son o responden a “nuestra particular idea de sacerdote”, el tema es si SON REALMENTE MODELOS A IMITAR por las nuevas generaciones; y si seguimos en esta línea la pregunta se puede ir haciendo más personalizada, y extensible a cualquier vocación: ¿a cuántos has servido de modelo a imitar?

Creerte que “tú” puedes ser como “aquél” es más fácil si ese “aquel” no es alguien que vivió hace muchos años sino uno como “tú”, que vive cerca de “ti” y que se enfrenta al mismo mundo que “tú”. (un pensamiento que me ha venido: Quizá por eso Jesús es más modelo de vida cuanto más Vivo lo sentimos a nuestro lado).

Claro que comparto que en el video de la CEE faltan muchas cosas, pero como las falta en otras instancias de la Iglesia. Desconozco si alguna diócesis cuenta con una iniciativa similar pero … quizá las delegaciones de pastoral vocacional darían otros frutos si al frente de las mismas o al menos en sus equipos hubiese … una madre o un padre de familia, un (o una) catequista, un cura jubilado, un@ profesor de religión, unos abuelos, …
Con sus deficiencias y todo creo que el video está cumpliendo su misión. Ahora queda que cada cual cumplamos la nuestra.
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