La mejor referencia para Vitoria, los obispos vascos por el mundo

El obispo emérito de San Sebastián, Juan María Uriarte, defendió en una entrevista en Euskadi Irratia, la importancia de que el próximo obispo de Vitoria hable euskera y sea euskaldún. Esta demanda la incluían también un grupo de sacerdotes de Vitoria en un texto que remitirán a la Nunciatura Apostólica el próximo 28 de abril, festividad de San Prudencio, patrón de las tierras de Álava y de la Diócesis de Vitoria.

La redacción del portal Religión Digital destacó en el titular de la información ofrecida esa demanda de “que hable euskera”. La escueta información, que al final remitía al texto completo alojado en el blog, recibía diversos comentarios de lectores que mostraban su rechazo y su crítica a esta demanda.

Non solum sed etiam.

Un certero y sensacionalista criterio periodístico por parte de la redacción de Religión Digital escogió el titular que podía llamar más la atención. Además el primer párrafo de la información se centraba en el texto de los curas de Abetxuko. La cadena de comentarios confirma que el titular llamó la atención, pero también da la sensación de que la mayoría de los lectores se quedó en esa página y no pinchó en el “aquí” para leer el artículo completo. Un texto en el que, ya desde el titular, se pretendía destacar que lo importante para el autor del artículo no estaba en el primer párrafo.

Por criterio, desde que inicié el blog en 2011, no salgo al paso de ninguno de los comentarios de los lectores, en un ejercicio de respeto de las opiniones de todos. En este caso no trato de responder sino de tomar como base uno de los comentarios que me ha suscitado una reflexión.

Alguien que firma como Jose, dice: “Yo espero que el Papa Francisco le nombre obispos extranjeros a ver si despiertan. El resto del mundo tiene que aguantarse con el que le nombren,”


Al leer ese párrafo me vino a la mente el gran número de misioneros vascos que han llegado a ser nombrados obispos de otras tierras. Hace poco fallecía Luis Mari Pérez de Onraita, arzobispo de Malange (Angola), no hace medio año que fue nombrado el dominico David Aguirre, obispo auxiliar en una diócesis de Perú, y otros nombres como los de Víctor Garaygordobil, Jesús Ramón Martínez de Ezquerecocha, obispos en Ecuador, Miguel Irizar, obispo de Callao, (Perú) quien en una entrevista dijo una vez: “De vasco pasé a ser charapa y de charapa pasé a ser chalaco”.




A la hora de encontrar un obispo para Vitoria el mejor ejemplo lo encontramos en los obispos vascos por el mundo.



Nadie les pidió que se identificasen con su pueblo, porque esa característica “venía de serie”; si para ejercer su ministerio tuvieron que aprender otras lenguas diferentes a la suya materna, lo hicieron. Nunca han perdido sus raíces, pero se hicieron negros con los negros o indios con los indios. Y los negros y los indios los hicieron suyos.

Alguien cuya opinión siempre he valorado en mucho me dijo hace poco: “tendrían que nombrar obispo de Vitoria a alguien de quien tengáis que buscar datos porque no lo conozca nadie, porque no haya entrado en ninguna quiniela”. Quién sabe, quizá no es descabellado que el nuevo obispo de Vitoria sea alguien que, en consonancia con la realidad de los nuevos vascos que pueblan cada día esta tierra, dé la nota de color a una diócesis que quiere sumarse a la Primavera de la Iglesia.

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