Representantes de estas confesiones cristianas se dan cita este sábado en  la iglesia parroquial de San Vicente para una celebración ecuménica a la que asistirá el Obispo  de Vitoria, Juan Carlos Elizalde. 

Un año más, la Diócesis de Vitoria convoca y  reúne a las iglesias cristianas presentes en la ciudad con el ánimo de ir tejiendo, poco a  poco, una relación de confianza y colaboración que permita caminar hacia la unidad. El Papa Francisco, desde el inicio de su pontificado, ha avivado a todas las  diócesis del mundo a trabajar por un ecumenismo real y, en ese sentido, ha invitado a  todos los cristianos a unirse en oración durante esta semana.  

Por eso la Diócesis de Vitoria ha organizado una celebración ecuménica este sábado 29 de  enero a las 18:00h en la parroquia de San Vicente Mártir, en la cuesta de San Francisco,  en la que representantes de las iglesias anglicana, evangélica y ortodoxa se unirán a la  católica para compartir un momento de oración comunitaria con la presencia de los  responsables de esas iglesias. El Obispo de Vitoria, D. Juan Carlos Elizalde, participará y  dará la bienvenida a todos los asistentes pertenecientes a las distintas ramas cristianas  llegados de diferentes puntos de la ciudad. La celebración contará con intervenciones  de todos los representantes cristianos y habrá momentos de silencio, cantos, lecturas y  plegarias. Dentro del templo tendrá lugar una sencilla procesión con cuatro símbolos comunes  que unen a los cristianos como son la Cruz, la Biblia, el Cirio y una rama de olivo, este  último será portado por una persona de la comunidad católica ucraniana en Vitoria-Gasteiz. Ucrania y su situación actual estarán muy presentes en este encuentro. 

En esta cita, además de por la unidad de los cristianos, se rezará por la paz en  Ucrania y en el mundo entero. La crisis que actualmente hay en este país de la Europa del  Este está siendo muy preocupante, tanto que el Papa Francisco ha pedido a todos los  cristianos que esta semana recemos intensamente por una solución dialogada que  evite un conflicto armado. En este sentido, este encuentro en la parroquia de San  Vicente tendrá muy presente la situación en aquel país y se rezará especialmente por la  paz y por una desescalada bélica que garantice una solución diplomática al conflicto. El  aforo para esta celebración estará restringido a 160 personas por motivos sanitarios. 

Antes de la celebración hemos hablado con Victoria, miembro de la comunidad greco-católica ucraniana en Álava, un país representado por algo más de 500 personas en este territorio. 

“Nos sentimos respaldados por el Papa Francisco. Todas sus iniciativas por la paz en el mundo y ahora en Ucrania son seguidas con fe por nosotros.” 

La Iglesia greco-católica de Ucrania ha convocado para hoy una jornada de oración de 12 horas que está siendo retransmitida por televisión en vivo. Además del Vaticano las conexiones han llegado desde Australia, París y Ucrania. La comunidad ucraniana en Álava está siguiendo esta retransmisión con fe y devoción, según su portavoz: “Estamos seguros de que una oración sincera es más potente que las armas militares”.

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Además están haciendo uso de las redes sociales para extender al máximo esta cadena de oración.

Las noticias que llegan desde Ucrania son preocupantes: “Vivimos con el corazón en un puño. No hay pánico, pero tememos por nuestra tierra y nuestras gentes. No queremos que haya muertos en ningún bando. Rezamos también por el enemigo.”

No obstante confían en una solución dialogada: “Nuestra esperanza está puesta en la voluntad de Dios que nunca nos ha abandonado. Pero también en la mediación política”. 

Non solum sed etiam 

Hace poco me preguntaban en una entrevista para la revista Escritorio Anglicano: “¿Qué podemos aprender unos de otros, en definitiva de todos los que nos denominamos cristianos? y contestaba: Que nos hace mucho bien el diálogo ecuménico, pero mucho más la oración ecuménica. Que ninguna de las iglesias es perfecta y que nuestra fortaleza está en Dios, no en nuestras respectivas estructuras eclesiales.En Dios todo lo podemos. Ese es el testimonio que nos da hoy Victoria, una ucraniana que desde la diáspora sufre por su país pero confía en Dios y en la capacidad de diálogo del ser humano. Con Victoria, desde Vitoria hacia la victoria de la Paz.