Hacia una cultura paliativa/paliativa kultura aringarri baterantz La pastoral universitaria de la mano de la UPV/EHU ofrecen un espacio de diálogo y formación sobre cuidados paliativos

La pastoral universitaria de la mano de la UPV/EHU ofrecen un espacio de diálogo y formación sobre cuidados paliativos
La pastoral universitaria de la mano de la UPV/EHU ofrecen un espacio de diálogo y formación sobre cuidados paliativos VLG

En la evaluación final que se les pidió, algunos resumían en una frase el sentir tras finalizar este curso: “Ayuda a vivir tu propia vida y darle sentido desde el cuidar y el cuidarte”; “Saber estar para permitir morir”; “Como sanitaria he aprendido que hay que acompañar a morir bien, y como persona que hay gente buena en el mundo”; “Cuidar con cariño y mejorar la calidad de vida”; “No solo morir en paz sino vivir en paz. Y la importancia de vivir dignamente hasta el último momento”; “Necesitamos conocer la muerte para vivir”

Este jueves concluía el curso organizado por la Asociación Iragarri vinculada a la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) con la colaboración del departamento de cultura de la UPV/EHU, la Facultad de Medicina, el departamento del Seminario de religión y la Pastoral Universitaria de la Diócesis de Vitoria para el Campus de Álava. 

Durante cuatro jueves del mes de marzo el salón de actos de la Facultad de Farmacia del Campus de Álava de la UPV/EHU ha acogido el curso “Hacia una cultura paliativa kultura aringarri baterantz”. 

A lo largo de los cuatro días, los ponentes han abordado la importancia y necesidad de crear una sensibilización social e institucional sobre la cultura paliativa, junto a la cultura preventiva y curativa de la medicina. 

Se ha abordado el tema del sufrimiento, particularmente al final de la vida, y el uso de la sedación, “cuando esta esté indicada” como matizaba en repetidas ocasiones el Dr. Jacinto Bátiz, director del instituto para Cuidar Mejor en el Hospital San Juan de Dios de Santurce (Vizcaya), quien, además de ser uno de los ponentes llevó la coordinación de los contenidos del curso. En la última sesión marcó claramente la diferencia entre sedación y eutanasia.

Además de profesionales de la medicina, participaron especialistas de otras disciplinas como la comunicación o vinculados a asociaciones como ASCUDEAN, la asociación de familias cuidadoras y personas dependientes. 

El entorno del paciente se abordó en varios momentos, con una atención particular al entorno familiar y su papel en el cuidado y acompañamiento del enfermo, poco reconocido por las instituciones; y poniendo en valor hasta los vínculos afectivos con las mascotas y la necesidad de una normativa que regule el derecho a mantener el contacto con ellas en ciertos momentos de la vida. 

La población anciana tuvo su capítulo con la participación de una experta en geriatría. Así mismo también se abordó el difícil trabajo de los cuidados paliativos en pediatría. 

La muerte como una etapa más de la vida y los aspectos éticos y espirituales en la toma de decisiones en estos momentos, tanto para el sujeto paciente como para la familia y los profesionales fueron abordados en varios momentos. 

En todas las ponencias se pudieron apreciar observaciones que se repetían: la centralidad de la persona, el paciente como protagonista principal, y la importancia de humanizar la atención. 

Asistieron más de 50 alumnos, procedentes del mundo universitario, del laboral en el mundo de las residencias de mayores y la atención domiciliaria a personas dependientes, algunos profesionales del mundo sanitario y particulares llamados por vivir en casa alguna realidad de dependencia. 

En la evaluación final que se les pidió, algunos resumían en una frase el sentir tras finalizar este curso: “Ayuda a vivir tu propia vida y darle sentido desde el cuidar y el cuidarte”; “Saber estar para permitir morir”; “Como sanitaria he aprendido que hay que acompañar a morir bien, y como persona que hay gente buena en el mundo”; “Cuidar con cariño y mejorar la calidad de vida”; “No solo morir en paz sino vivir en paz. Y la importancia de vivir dignamente hasta el último momento”; “Necesitamos conocer la muerte para vivir”.

El elenco de ponentes de estas jornadas:

Jacinto Batiz, Director del Instituto para Cuidar Mejor en el Hospital de San Juan de Dios de Santurce; Julio Gómez, Médico coordinador del servicio de paliativos del H. San Juan de Dios de Santurce; Raúl Espada Trabajador Social de ASCUDEAN; Ariadna Besga, geriatra, médico del servicio de medicina Interna del Hospital UNiversitario de Álava (HUA); profesora asociada del Departamento de Medicina de la UPV/EHU y miembro de la Fundación Felipe Lecea -CJA; Raquel Cantero, Profesora del Departamento de Religión de la UPV/EHU; Txomin Gómez, sacerdote y profesor del Departamento del Seminario de Religión de la UPV/EHU; Asun Cantera, profesora de la UPV/EHU, vocal del Comité de ética de investigación con seres humanos (CEISH) de la UPV/EHU; Alberto Meléndez, médico, miembro de la Unidad de Medicina Paliativa OSI Araba, miembro de la asociación Babespean; Arantxa Pinedo, médico, miembro de la Unidad de Medicina Paliativa y profesora de en la Facultad de Medicina de la UPV/EHU; Jesús Sánchez responsable de hospitalización a domicilio y cuidados paliativos pediátricos del HU Cruces, miembro fundador del grupo de trabajo de familias de la PEDPAL (Sociedad Española de de Cuidados Paliativos Pediátricos); Vicente Luis García, especialista en comunicación por la UPSA y P.A.S. de la Unidad Docente de Medicina de la UPV/EHU en el Campus de Álava; Miren Agurtzane Ortiz, médico psiquiatra, directora del máster en Cuidados Paliativos, profesora del departamento de neurociencias de la UPV/EHU; Mª José Almaraz, médico responsable de la Unidad de Medicina Paliativa de la OSI Araba. 

En el acto inaugural estuvieron presentes la Coordinadora de la Unidad Docente de Medicina en el Campus de Älava, Ana Glz Pinto, y la Vicerrectora del Campus de Álava Manoli Igartua. 

Los organizadores anunciaron para comienzos del próximo curso una segunda edición profundizando más los temas presentados en este primer curso. 

Non solum sed etiam 

Creo que esta iniciativa ha tenido muchas cosas buenas y destacables: Por un lado la asistencia de un alumnado heterogéneo con personas de diversos ámbitos, que hoy ya son “embajadores de la cultura paliativa”; que trasladarán  en sus respectivos entornos la  importancia de conocer y sensibilizarse sobre la cultura paliativa; por otro lado que este evento haya sido organizado por la Iglesia de la mano de la Universidad Pública Vasca dentro de las muchas actividades que Iragarri, la asociación que representa a la pastoral universitaria en el mundo académico; otro aspecto positivo ha sido la calidad de los ponentes y el clima de participación de los asistentes, en el más puro estilo universitario; y por último destacar la posibilidad de una continuidad en esta línea de colaboración en el diálogo y la cultura en un tema tan importante como la vida y la muerte. 

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