La Comisión de la Verdad de Colombia se presenta en Euskadi para Europa Por primera vez se escucha la voz de la Colombia que vive fuera de Colombia

Por primera vez  se escucha la voz de la Colombia que vive fuera de Colombia
Por primera vez se escucha la voz de la Colombia que vive fuera de Colombia cedidas

La recogida de más de dos mil testimonios fuera de Colombia ha sido posible a la implicación de muchos voluntarios que han trabajado en los llamados “nodos”

El narcotráfico se lo considera un actor político en el conflicto que ha influido transversalmente en el mismo; y la impunidad como causa de la persistencia del conflicto, impidiendo su freno.

Un trabajo que ha pretendido ofrecer todos los posibles prismas de visión y efectos del conflicto de casi 60 años en Colombia

Euskadi ha sido el lugar elegido por la Comisión de la Verdad de Colombia para presentar desde el Bizkaia Aretoa en Bilbao a toda Europa el informe que recientemente se hizo público y se entregó en mano al presidente electo de Colombia Gustavo Petro. 

La elección de Euskadi está motivada por los vínculos establecidos durante estos años de trabajo de esta comisión y la colaboración de instituciones vascas, también catalanas, para la localización de testimonios de colombianos en la diáspora. 

El exilio ha sido de hecho el término clave de este acto. La recogida de más de dos mil testimonios fuera de Colombia ha sido posible a la implicación de muchos voluntarios que han trabajado en los llamados “nodos” y al apoyo económico y de infraestructura de instituciones públicas y privadas, entre ellas el instituto Hegoa vinculado a la Universidad del País Vasco (UPV/EHU). Precisamente su vicerrector, Gorka Moreno, quien además es experto en migraciones, ha sido una de las personas encargadas de la apertura del acto, junto a Mónica Hernando del departamento de Derechos Humanos del Gobierno Vasco e Irantzu Mendía directora del instituto Hegoa. 

IMG-20220706-WA0021

En el acto se ha comentado la trascendencia de haber incluido como factor de análisis del conflicto en Colombia la voz de los colombianos en el exilio, una iniciativa pionera en este tipo de comisiones. 

De manera testimonial dos volúmenes relacionados con el tema del exilio han sido entregados a la Consejera de Igualdad,  Justicia y Políticas Sociales del Gobierno Vasco, Beatriz Artolazabal, que las ha recibido como gesto  del apoyo de la sociedad vasca al proceso de paz de Colombia, y “desde la convicción  de la necesidad de la verdad para la construcción de una paz estable y duradera”. Artolazabal ha recordado el trabajo que en una línea similar se lleva haciendo en Euskadi en relación a los años del terrorismo.

Representando a la Comisión de la Verdad han participado Carlos Martín Beristain y Alejandro Valencia. 

Beristaín ha comenzado recordando el deseo expresado por las personas a las que entrevistó desde el primer momento: “queremos una verdad que explique el ¿Por qué?”.

El gran hito de la Comisión fue tener en cuenta que “hay historias de Colombia que no están en Colombia. La Colombia fuera de Colombia”. 

Se desconoce la cifra real de exiliados de Colombia por el conflicto pero podría ser más del millón de colombianos fuera de su país. El Trabajo también se fijó en los que se han denominado “víctimas del insilio”, es decir de la gente que se quedó en Colombia, familiares de los exiliados.

Otro logro de la Comisión de la Verdad es haber establecido un órgano de seguimiento de las recomendaciones que se han presentado y que se han puesto en manos de las autoridades políticas y agentes sociales. Este órgano trabajará durante un periodo de siete años para certificar que las recomendaciones se están poniendo en práctica. En esa comisión estará Doris una representante del pueblo colombiano en el exilio. 

Por su parte Alejandro Valencia expuso el metódico proceso de trabajo llevado a cabo, que ha permitido poder compartimentar los testimonios, los relatos, por zonas geográficas, por comunidades y colectivos, por momentos históricos y cronológicos, … las mujeres y el colectivo LGTBI ha contado con capítulos específicos. En definitiva un trabajo que ha pretendido ofrecer todos los posibles prismas de visión y efectos del conflicto de casi 60 años en Colombia. 

El narcotráfico se lo considera un actor político en el conflicto que ha influido transversalmente en el mismo; y la impunidad como causa de la persistencia del conflicto, impidiendo su freno.

Valencia ha querido terminar destacando algunas de las recomendaciones, especialmente dos, las referidas a la seguridad, donde se propone un nuevo modelo para las fuerzas de seguridad del Estado enfocadas más a la defensa de la paz que preparadas para la guerra, donde prime la seguridad humana. Y otra sugerencia relacionada con el mundo del narcotráfico, donde se sugiere un cambio de paradigma, trabajando un tránsito hacia su legalización y la coordinación de un modelo internacional de lucha contra el narcotráfico delictivo. Todo ello acompañado de esfuerzos por implantar una cultura de la Paz, un sistema democrático incluyente, y otras propuestas propositivas que serán monitorizadas por la comisión de seguimiento y el apoyo internacional a la misma. 

Ese apoyo se ha hecho más expreso con la intervención por vídeo de los embajadores en Colombia de Reino Unido, Suiza, y Alemania. El embajador alemán ha reconocido que su país tardó mucho en asumir su pasado y cree que “Colombia va por el buen camino”.

También parlamentarios de Escocia y Reino Unido han intervenido y un obispo escoces que ha seguido de cerca los trabajos de la Comisión de la Verdad. Todos han expresado de una manera u otra su compromiso de acompañamiento a Colombia en el camino emprendido. 

Pero la realidad del exilio y sus consecuencias se ha hecho presente también en el acto con la ausencia de uno de los testimonios programados, el de María Ubilerma  Sanabria, a quien la compañía IBERIA le ha denegado el vuelo por razones burocráticas.

No obstante en la sala había más personas que podían ofrecer su testimonio, como así lo han hecho Marta Hinestreoza, representando al colectivo afrocolombiano, denunciando la discriminación sufrida dentro y fuera de Colombia; Lizeth Álvarez, transexual, ligada al nodo de Dinamarca, que ha compartido su experiencia, la que haq permitido descubrir que más allá del conflicto bélico, económico o de clases, Colombia ha vivido realidades sociales adversas como la que le obligó a ella a salir del país y no ser una víctima más por su orientación sexual de la campaña “Cali linda, Cali Limpia”; otra voz ha sido la de José Goyés, líder indígena, quien tras reconocer la falta de confianza que siempre ha existido entre los pueblos indígenas y las instituciones del Estado, sin embargo la Comisión de la Verdad les generó la confianza necesaria para participar. Goyés demanda una paz como solución definitiva contundente, que les garantice la defensa de la vida y los Derechos Humanos.  También ha denunciado la falta de apoyo a la Comisión de la Verdad por parte del Gobierno Colombiano saliente; la última voz de la mesa de testimonios fue para Juan Sebastián Vargas, hijo de exiliado, miembro de lo que se ha llamado la segunda generación de colombianos en el exilio. 

El acto se cerró con la voz de Valentina Parra quien propuso temas que fueron coreados por los colombianos presentes en la sala, quienes se animaron a bailar la cumbia con la que se cerraba su participación. 

El trabajo de la Comisión de la Verdad en Europa ha contado con la colaboración de un conjunto de entidades  que lo han hecho posible, como el Instituto Hegoa de la UPV/EHU o el Instituto  Catalán Internacional para la Paz (ICIP), que han trabajado junto con los  diferentes nodos, entre ellos el Nodo Euskadi. En Euskadi se ha contado para este  trabajo con el apoyo del Departamento de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, a  través de la Dirección de Derechos Humanos, Víctimas y Diversidad.

IMG-20220706-WA0020

El doctor e investigador de violaciones de derechos humanos en América Latina y  otras regiones del mundo, así como referente en la atención psicosocial a las  víctimas de conflictos armados, Carlos Martín Beristain, comisionado para las víctimas en el exterior de la Comisión  de la Verdad de Colombia, se ha sentido muy arropado en el acto donde ha recibido las felicitaciones en el día de su cumpleaños y el tradicional cumpleaños feliz en euskera, Zorionak Zuri.

Non solum sed etiam 

Nunca 8000 kilómetros me han parecido tan cercanos, los que separan Euskadi de Colombia. Desde que asistí on line a la presentación del informe final en Bogotá no he dejado de pensar en una cuestión: ¿De verdad que tendrán que pasar años, sumar víctimas, arrasar poblaciones y vivir una crisis económica de dimensiones incalculables de momento, para que se pueda crear una comisión de la Verdad en conflictos que hoy están al rojo vivo? 

¿Qué efecto podría tener presentar este Informe Final como profecía en Moscú, en Kiev? ¿Y en Centro África, Nigeria? ¿Y en Venezuela, Nicaragua? 

¿Ningún organismo nacional, internacional, supranacional o intergaláctico va a intentarlo? 

Además de las vías diplomáticas que ya se siguen trabajando y en las que está interviniendo hasta la Santa Sede, pero… acaso este trabajo, además de poner las bases para una paz, ojalá imperecedera, ¿no puede servir para parar otros conflictos?

¿De verdad que lo más evolucionado del ser humano se quedó en Atapuerca? 

Ciertamente que si el trabajo de la comisión de la verdad solo acaba sirviendo a la paz de Colombia y los colombianos que viven dentro y fuera de su Colombia, ya ha merecido la pena, pero que triste no acabar sacándole más partido, más jugo a esa “nueva fruta tropical.”

IMG-20220601-WA0010

BANASTERO_BARRICA_2020_NEGRO_Testigo_de_Grandes_momentos

Publicidad_2022_MAYO

Volver arriba