Emocionante estreno del macroproyecto liderado por la Fundación Edelvives Arranca la 'Revolución del Cuidado': "Descubramos, definitivamente, que nos necesitamos"

Arranca la 'Revolución del Cuidado': "Descubramos, definitivamente, que nos necesitamos"
Arranca la 'Revolución del Cuidado': "Descubramos, definitivamente, que nos necesitamos"

Una auténtica Revolución del Cuidado, global (360º) y comprometida con el cambio, en la escuela y la sociedad. Este es el proyecto de presente y de futuro que presentó anoche la Fundación Edelvives en El Bálamo, y que 'amenaza', en el mejor sentido de la palabra, con desembarcar en todas las escuelas y centros educativos de España e Iberoamérica

Sólo podremos salir adelante si nos cuidamos, a nosotros mismos, y a los demás; al entorno en el que vivamos, estudiemos y trabajemos; y a la madre Tierra

En general, "tendemos a ver el mundo con una mirada pesimista, y lo cierto es que en muchísimos ámbitos los humanos hemos mejorado", destacó. "¿Quién elegiría vivir en el siglo XXI? Todos nosotros. Hay que mirar el mundo con ojos más esperanzados", reclamó Punset

Bernardo Toro: "El cuidado puede prever acontecimientos futuros, que el futuro sea mejor, y reparar daños pasados. El cuidado es la nueva forma de estar en el mundo. Y no es una opción: o aprendemos a cuidar, o perecemos"

Luis Aranguren: "Decidle al mundo que estoy aquí", los invisibles, los 'esquinaos'. El cuidado a los demás, también "a los extraños", para conseguir el milagro de convertir al extraño en amigo

Juan Pedro Castellano: "Esto es una Revolución en mayúsculas pero que no puede quedar en palabras, hay que aterrizarlo"

"Esto es una Revolución en mayúsculas pero que no puede quedar en palabras, hay que aterrizarlo". Palabra de Juan Pedro Castellano para concluir toda una tarde-noche de una experiencia sensorial, artística, natural. Que se siente, se respira, se toca, se moldea. Una revolución de risas, ternura, cariño y protección de la naturaleza. Una auténtica Revolución del Cuidado, global (360º) y comprometida con el cambio, en la escuela y la sociedad. Este es el proyecto de presente y de futuro que presentó anoche la Fundación Edelvives en El Bálamo, y que 'amenaza', en el mejor sentido de la palabra, con desembarcar en todas las escuelas y centros educativos de España e Iberoamérica.

Una experiencia a la que, tras el teatro, la música, las manualidades y el cuidado de la naturaleza (hasta una planta en forma de lapicero hubo), y antes de compartir, como hacía Jesús con sus discípulos, el banquete de la amistad, pusieron palabras tres expertos en el ámbito de la educación, la divulgación y el sentido. Elsa Punset, Luis Aranguren y Bernardo Toro.

Cuidado integral, al más puro estilo Bergoglio

Las emociones, lo relacional, el 'alma' se congregaron en torno a un proyecto común: el cuidado integral. Al más puro estilo Bergoglio. Al más puro estilo de una sociedad, que ya sabe -por si cabían dudas- que sólo podremos salir adelante si nos cuidamos, a nosotros mismos, y a los demás; al entorno en el que vivamos, estudiemos y trabajemos; y a la madre Tierra.

Tres espacios, en sesenta minutos, en lo que quiso ser una experiencia integral, amenizada con la música de 'Planeta 80', que arrancaron con Bohemian Rapsody, un grito al cambio, la innovación y las ganas de dejar huella que se notan en el proyecto de la fundación marista.

Durante su intervención, Elsa Punset destacó cómo "es importante una revolución del cuidado, porque la vida no es fácil, y acabamos de vivir unos tiempos realmente extraordinarios". La filósofa lanzó a los asistentes (más de 300) cuatro preguntas: ¿Cuánta gente en el mundo tiene acceso a la electricidad?; ¿Cuántas niñas terminan la escuela primaria en los países más pobres?; ¿Cuál es la tasa de alfabetización de adultos en el mundo?; ¿Cuántos niños menores de un año en el mundo reciben menos de una vacuna?

Las respuestas sorprendieron a todos. Un 80%; 60%; 80%; 80%... En general, "tendemos a ver el mundo con una mirada pesimista, y lo cierto es que en muchísimos ámbitos los humanos hemos mejorado", destacó. "¿Quién elegiría vivir en el siglo XXI? Todos nosotros. Hay que mirar el mundo con ojos más esperanzados", reclamó Punset.

Optimismo para cuidar las emociones

La filósofa hizo varias propuestas para "aprender a cuidar las emociones". La primera es que "aprendamos a entrenar nuestro optimismo", un actitud que hace que "mires al futuro con esperanza, aunque tengas los mismos problemas. Pero piensas que puedes hacer algo para solucionarlos".

"La esperanza nos hace más fuertes", proclamó, y especialmente más en un mundo duro, con un cerebro "programado para perder esperanza". Una esperanza que "se puede aprender", y en ello están desde Edelvives. Cambiando los hábitos heredados, pero poco a poco. Conocer el secreto de las buenas relaciones fue la tercera propuesta. Y, finalmente, en un mundo "en el que nos hemos dado cuenta de que somos interdependientes, sufrimos igual". Por ello, reclamó "una sola salud para todos", que "nos obliga a pensar de otra manera". 

Tras Punset, y una versión 'Cuidando vengo' de Kiko Veneno, el filósofo Bernardo Toro, quien incidió en la necesidad de "un paradigma distinto, el cuidado". Un cuidado que "puede prever acontecimientos futuros, que el futuro sea mejor, y reparar daños pasados. El cuidado es la nueva forma de estar en el mundo. Y no es una opción: o aprendemos a cuidar, o perecemos".

El que ama cuida, el que cuida ama

"La educación debe formar para el cuidado", insistió Toro, proclamando que "cuidado significa aprender a cuidar de uno mismo, en cuerpo y espíritu. Aprender a cuidar de los cercanos, la familia, los vecinos, crear vínculos sanos".

También "aprender a cuidar la inteligencia, pasar de la inteligencia guerrera a la inteligencia solidaria, crear personas que sepan dar y pedir ayuda. Aprender a cuidar a los que no conocemos, el niño que está en la selva o gente que nunca voy a conocer. La única manera es cuidar los bienes públicos".

En una palabra, concluyó, "el cuidado es generar transacciones ganar-ganar, porque son las que producen dignidad humana y mejoran el planeta. El que ama cuida, y el que cuida ama".

Finalmente, el teólogo, filósofo e investigador Luis Aranguren, quien nos recordó que "el cuidado está dentro de nosotros mismos, aunque lo teníamos olvidado". Tras apuntar que "estamos atravesando una pandemia, no la hemos atravesado aún", Aranguren reivindicó la sabiduría de "hacernos parar".

La revolución de parar y escucharnos

Ahora, "estamos a la escucha de lo que está pasando, la revolución del parar, de escuchar, de ver lo que nos está pasando", para no ser como la avestruz. "Urge una nueva manera de convivir, y eso es el cuidado. Hay cuidado donde hay vínculo, hay descuido donde hay desvinculación", explicó Aranguren. "El vínculo del cuidado es el que nos hace estar atados unos con otros, sin que haya unos que dominen. El cuidado nos iguala a todos".

El cuidado de la palabra, y también el del silencio. "El cuidado de la palabra, y la palabra impecable, es lo que nos hace mejores", también en la educación. Es el respeto, afirmó, citando a Galeano: "Decidle al mundo que estoy aquí", los invisibles, los 'esquinaos'. El cuidado a los demás, también "a los extraños", para conseguir el milagro de convertir al extraño en amigo.

"Los seres humanos formamos parte de la tierra", señaló, reivindicando a Laudato Si, y al grito de Jesús al sordomudo. 'Effeta', "déjate abrir" por tu más honda posibilidad de futuro, desde la esperanza de que todo puede cambiar. "Ojalá que tanto dolor no sea inútil, que demos un salto a otra forma de vida y descubramos, definitivamente, que nos necesitamos".

Apostar por que el cuidado se haga realidad

Fuentes de ideas, que pueden generar puentes, de cuidado, de contenido, y vislumbrar horizontes, que no es "sólo lo que se ve, sino aquello que nos permite vislumbrar lo que puede verse". Ese puente del cuidado, que todos estamos llamados a descubrir. Y a construir. La Fundación Edelvives ha tardado años en conseguir empezar este camino.

Como no podía ser de otro modo, el cierre vino de la mano del director de la Fundación, Juan Pedro Castellano, acompañado por el secretario general de CIEC, Óscar Pérez Sayago. Porque la 'Revolución del Cuidado', así, con mayúsculas, también quiere cruzar el charco. Y hacerse global.

La educación salvará el mundo. Cuidándolo. Hoy nació algo hermoso. Una auténtica revolución. La Revolución del Cuidado

"Hay tanta gente buena que estáis apostando por el cuidado y queréis que se haga realidad", expresó, visiblemente emocionado, Juan Pedro. "Esto no es un evento para quedar bien, es un evento para tocar el corazón y cambiar las cosas". Y a fe que lo conseguirán.

"Nos unimos al cuidado porque no basta con el conocimiento, hace falta conciencia y corazón. Desde la escuela católica de América Latina, la red de escuela católica más grande del mundo, nos unimos a la revolución del cuidado", finalizó Sayago. "Gracias al cuidado existimos. Nos cuidan en la niñez y en la vejez, y ambas etapas están unidas por la educación, que tiene que transformar el mundo". La educación salvará el mundo. Cuidándolo. Hoy nació algo hermoso. Una auténtica revolución. La Revolución del Cuidado.

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