Y la Iglesia, como ausente Argentinos humanistas: Tres verdades a herida abierta

"En este país del extremo sur del continente americano se vive un clima difícil de definir; o parecería que estamos al borde de la guerra civil, según los medios,o como una coyuntura crítica, según los programas de chismes"
"El gobierno nacional, en cortísimo plazo perdió una elección muy importante y ya lleva el rechazo a tres vetos presidenciales en la Cámara de Diputados, uno de los cuales fue ratificado por los senadores"
"Y mientras, la Iglesia argentina está como ausente, salvo raras excepciones… Quizás ya es tiempo de imitar un poquito aunque sea a Francisco"
"Comparto aquí, en medio de esta realidad donde queda expuesta la claridad de los ciudadanos de a pie ya hartos de faltas de respeto, tres ideas que pueden aportar a la reflexión"
"Y mientras, la Iglesia argentina está como ausente, salvo raras excepciones… Quizás ya es tiempo de imitar un poquito aunque sea a Francisco"
"Comparto aquí, en medio de esta realidad donde queda expuesta la claridad de los ciudadanos de a pie ya hartos de faltas de respeto, tres ideas que pueden aportar a la reflexión"
| Alberto Roselli. Diácono. Periodista
En este país del extremo sur del continente americano se vive un clima difícil de definir.
Si uno se dejara llevar por los medios de comunicación tanto afines al gobierno de Milei como los opositores, parecería que estamos al borde de la guerra civil.
Si nos detuviéramos en los superpoblados programas de chismes, la cosa no se muestra al límite, sino como una coyuntura crítica, sí, pero que a la vez que obliga a estar expectantes, tranquiliza que haya movimientos en la gente, del trabajador, de la clase media.
Boletín gratuito de Religión Digital
QUIERO SUSCRIBIRME
El gobierno nacional, de escuela teórica neoliberal, donde la economía es más importante que el fenómeno humano, en cortísimo plazo perdió una elección muy importante y ya lleva el rechazo a tres vetos presidenciales en la Cámara de Diputados, uno de los cuales fue ratificado por los senadores.

A la par que el presidente ratificó el programa de ajuste feroz, debe intentar el manejo de presuntos casos de corrupción que involucran a su propia hermana además de un grupo de amigos muy cercanos, y, como si fuera poco, ver cómo maneja la casi diaria concurrencia de la gente a la calle para mostrar su descontento … por lo menos la ministra de seguridad Bullrich está ausente.
Esto de la gente a la calle sigue dejando claro que la identidad de los argentinos aún tiene el gen del humanismo: Todo bien, hasta que se meten con la comida digna diaria y el trabajo para cubrir esa dignidad, entre otras.
Comparto aquí, en medio de esta realidad donde queda expuesta la claridad de los ciudadanos de a pie ya hartos de faltas de respeto, tres ideas que pueden aportar a la reflexión.
Nadie es golpista
Desde el gobierno se acusa a los opositores y hasta la misma gente que estos ataques a sus políticas económicas teóricas y frías son de intención golpista; es decir, pretendiendo que el gobierno deba irse antes de cumplir el período para el que fue electo, hasta 2027.
Nada más falso que eso.
Los que son golpistas, en todo caso, son fundamentalistas como ellos, unos pocos, que perdieron beneficios con el cambio de gobierno en 2023.
Pero nadie es golpista. Nadie tiene la culpa de lo que jaquea al gobierno sino el propio gobierno. No es tolerable durante demasiado tiempo más la estricta tortura en nombre de la economía olvidándose de la gente.
El gobierno se metió sin piedad con la salud pediátrica, con la educación universitaria y con las personas con capacidades diferentes, por nombrar sólo aquellos temas que ya rebotaron en las Cámaras legislativas.
Si llegara a hacerse insoportable la permanencia del gobierno será por mérito propio
Advertencia: no dejarse influir por periodistas, opinólogos y medios, tanto opositores como oficialistas que cobran -y muy bien- por militar y traicionar el mismísimo principio del periodismo.

Si deben irse será con el mayor daño posible
Todo gobierno neoliberal a ultranza como el de Argentina siempre tiene vínculos de obediencia con quienes ponen el dinero para que se multiplique en favor de pocos y así ser coherentes con sus principios.
Hasta se me ocurre pensar, y corre por mi cuenta, que Milei y su grupo necesita excusarse de su fracaso ante el FMI y Donald Trump, entre otros, y no tendría problemas en irse antes del 2027. El neoliberalismo sin que sea controlado, ya se sabe, no cree ni en la democracia ni en patria alguna. Lo dice la historia del mundo.
Se esperan que esas excusas sean señalar a sectores políticos y de todo orden que, al menos en el sentir popular aparezcan como los culpables del fracaso.
Los que salen a la calle no son todos kirchneristas
En esto habría que ser claros: No es verdad que todos los que se manifiestan sean peronistas golpistas kirchneristas.
La mayoríasale porque estas políticas resultan crueles para sus hijos enfermos, o los jubilados, o los jóvenes que quieren estudiar o tantas otras realidades, es decir, les toca la dignidad y salir es defender ese gen humano que llega hasta la rebelión.
Muchos de quienes salen a reclamar un cambio de rumbo han votado a Milei entre otras razones porque no soportan la idea peronista.
"La cuestión no es partidaria. Es humanamente política"
Es tiempo que los dirigentes imaginen nuevos caminos que no posterguen a la gente y que sean creativos para crecer.
La cuestión no es partidaria. Es humanamente política. Es políticamente humana, aunque esto caiga muy mal entre quienes piensan que desde sus casonas o la propia percepción de tener un nivel superior a la clase media.
La Iglesia argentina está como ausente, salvo raras excepciones.
Hace un tiempo parecía que los pastores se atrevían a decir y mostrar el Evangelio, que está lleno de gente común. Ahora nuevamente son pocos … Quizás ya es tiempo de imitar un poquito aunque sea a Francisco.
