Desde el dolor y la alegría La Asunción de Gina

La Asunción de Gina
La Asunción de Gina

"Y no nos agrió la fiesta. Nos la hizo doble: la Asunción de María y “la partida de Gina” el mismo día. Y las guitarras, el bombo, la pandereta y la flauta, sonaron igual, con lamento andino y dejo costeño, mezcla de negro y campesino centroamericano"

El 15 de agosto, fiesta de La Asunción, fue una fecha muy especial en Guayaquil.

Todos los años, en el 15 de agosto, se celebra en la Unidad Educativa La Asunción, un encuentro de estudiantes, padres, madres, amigos, exalumnos y exalumnas. Luego de la misa, al son de guitarras, flautas, bombos, panderetas, cantos y danzas, nos reunimos para comer la famosa “pizza dela Asunción”. Una fiesta de alegría compartida, pues la experiencia de las Hnas. españolas, nicaragüenses, salvadoreñas, en general centroamericanas, que han bebido algunas de la presencia de Mons. Romero (San Oscar Arulfo Romero –no me acostumbro) y las enseñanzas de la UCA, digo una fiesta que nos convoca a que venga “ cada cual con su taburete”.

Esto todos los años el 15 de agosto.

Este año fue realmente muy especial. El colegio fue adornado como siempre: globos, colores, leyendas, cuadros, flores, música… porque íbamos a celebrar una doble Asunción (perdón por mi error teológico): la fiesta de todos los años y la de LA HNA. GINA, que en la víspera fue llamada por el Padre, luego de una penosa enfermedad y pese a su juventud madura.

El Deportivo del colegio lució las mismas galas… pero las caras estaban tristes, llorosas. La Hna. Gina estaba en el centro, en su humilde ataúd, cubierta con la bandera del colegio que no hace mucho la tuvo de Rectora. Un gran lema. SEÑOR MIO Y DIOS MIO. Luego supe que era el lema que Gina tenía grabado en su anillo de profesión perpetua.

Me enteré que era la primera Hna. Asuncionista ecuatoriana que nos dejaba.

La misa la presidió, qué coincidencia, un padre Asuncionista argentino que había sido invitado.

Funeral por Gina
Funeral por Gina

Tuvimos una MISA ASUNCIONISTA HASTA CON CURA ASUNCIONISTA.

Pero, lo importante era lo que ha sido la vida de Gina: educación, comunidades populares, sentido de iglesia que, como dijo la Hna. Ascensión, superiora Provincial, desde el concilio es “una comunidad en salida” acompañando a los más pobres. Gina lo demostró una vez más con los afectados por el terremoto del 16 de abril del 2017. Gina y su colegio, armaron más de 60 casas. No las compraron, las armaron con sus manos viviendo con la gente y buscando los medios. Se habían propuesto: la Asunción celebraba sus primeros 60 años en Ecuador, había que armar por lo menos 60 casas. En este anduvo Gina metida.

Por eso cuando le vino su enfermedad dolorosa, todos sufrimos con ellas. Y digo con ellas, porque era toda la comunidad de la Asunción

Y no nos agrió la fiesta. Nos la hizo doble: la Asunción de María y “la partida de Gina” el mismo día. Y las guitarras, el bombo, la pandereta y la flauta, sonaron igual, con lamento andino y dejo costeño, mezcla de negro y campesino centroamericano.

Asi es La Asunción: diciendo SÍ a Dios y a los pobres. Celebrando la vida que no se acaba, sino que se transforma.

Gina
Gina

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