"Estamos ante un petroestado, cuya economía gira en torno a la explotación de combustibles fósiles" COP28: ante el riesgo de blanquear el grito de las piedras

Cumbre climática en Dubai
Cumbre climática en Dubai

"La Cumbre del Clima de Dubái (COP28) debe ir mucho más allá, a nivel de compromisos concretos. Y mantenerlo en el tiempo sin modas"

"Que también aquí hay que apoyar al papa Francisco, también de blanco, pero de otra manera. Y que tantos deseos tenía de asistir a la Cumbre. Y su insistencia en este tema encuentra en determinados grupos católicos un desagrado combativo porque “la Iglesia no debería meterse en estos temas”"

"Si no escuchan el grito de los hombres, no van a escuchar los gritos de la tierra… Hasta que veamos a la tierra de manera similar como cuentan que las ven las culturas indígenas: la ven desde adentro. Viendo la tierra, me veo a mí mismo. Lo que contra ella hago, está hecho contra mí"

Que no se apaguen los ecos de la Jornada de la COP28 de Dubai. Que no sea flor de un dia. Como quizás sea la prolongación de una foto: la del Presidente de Andalucía , Juan Manuel Moreno, y la vicepresidenta del Gobierno , Teresa Ribera, con prismáticos y todo, paseando fotogénicamente juntos por el Parque natural de  Doñana.

Actualicé información sobre la cumbre del Clima. Y me encuentro con alguien, muy decisivo que en estos días pasados parece como que quiere pasar del verde al blanco . El Sultán al Jaber de los  Emiratos Árabes Unidos (EAU), el país anfitrión de la COP28. Que a la vez es , un ejecutivo petrolero y director de la compañía petrolera estatal de EAU, Adnoc. Estamos ante un petroestado, cuya economía gira en torno a la explotación de combustibles fósiles . ¡ Los que se pretenden disminuir tras la Cumbre¡ .  Y miembro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) . Precisamente. ¿Blanqueo de imagen?  ¡ Uff ¡

Repaso  pronunciamientos de hace años y más actuales. Retomo uno de los antiguos relacionados con el cuidado de la Creación . Porque tras la primeras páginas de estos días, me asusta el silencio cotidiano una vez pasada la fecha pintada en verde . Y es que la Cumbre del Clima de Dubái (COP28) debe ir mucho más allá, a nivel de compromisos concretos. Y mantenerlo en el tiempo sin modas. Si no, puede ser ya demasiado tarde para todos… De ello están convencidas algunas de las principales entidades sociales católicas de la Iglesia en España.

El pronunciamiento antiguo que recuerdo y desempolvo es de mis años en la Conferencia episcopal cuando se iban dando formas a departamentos que se ocuparan orgánicamente de ello. Y ahora me vino desde entonces . Y era desde Mexico. Y lo retomé por sencillo, paradigmático desde lo pequeño . Y  significativo. Precisamente porque también a mi como a ellos “me asusta este silencio cuando la tierra nos grita”. Decía así  : “Me dirijo a Uds, abuelos, padres, madres e hijos, de una manera respetuosa pero desesperada. Angustiada y triste por lo que está sucediendo en nuestro pueblo querido de Tepoztlán a propósito de la ampliación de la autopista en este pequeño pueblo del Estado de Morelos, en México. Un lugar místico por sus leyendas y sus tradiciones que aún se respetan por los mismos habitantes. Eso, el silencio de todos cuando la tierra grita, me preocupa tanto como cuando alguien de mi familia se enferma…”

Por deformación “casi profesional” cuando salen estos temas pienso en los migrantes climáticos , ambientales, o a causa de desastres naturales.

Parolin lee el discurso del Papa en la COP28
Parolin lee el discurso del Papa en la COP28 captura de pantalla

Me asusta este silencio, cuando la tierra grita y grita. Y a su grito se une el de los empobrecidos de la tierra a quienes se la roban o la pierden  . Pero no siempre será así, porque los gritos despertarán las conciencias y pasaremos de la compasión a la indignación. Y “cuando tenga la tierra, le pondré la luna en el bolsillo y saldré a pasear. Con los árboles y el silencio. Y los hombres y las mujeres conmigo”. Como canta Mercedes Sosa.

Que también aquí hay que apoyar al papa Francisco, también de blanco, pero de otra manera. Y que tantos deseos tenía de asistir a la Cumbre. Y su insistencia en este tema encuentra en determinados grupos católicos un desagrado combativo porque “la Iglesia no debería meterse en estos temas”.

Nuevamente el Papa Francisco aúna Creación, humanidad y religiosidad : “Estoy con ustedes porque la destrucción del medio ambiente es una ofensa a Dios”. No es difícil encontrar la raíz de esta unión en su experiencia de Ejercicios espirituales. ( Principio y Fundamento, Contemplación para alcanzar amor etc.) Porque uno de los peligros que tenemos cuando nos enfrentamos a desafíos enormes, como los de la justicia social y los ambientales, o cuando los ignoramos, es convertir la espiritualidad en un refugio. Pero, si Dios trabaja, si Dios sufre, esa fuga no es del mundo, es de Dios. Al querer huir del mundo, en realidad estamos apartándonos de Dios. Y el corazón se estrecha y no logra conectarse a los sufrimientos del mundo, o al que no le importan el dolor de los otros, ni las heridas de nuestro mundo roto o de la naturaleza herida o muerta

El sultán Ahmed Al Jaber, presidente de la COP28, durante la inauguración de esa cumbre
El sultán Ahmed Al Jaber, presidente de la COP28, durante la inauguración de esa cumbre EFE

La tierra y el hombre en comunión fraterna aúnan sus gritos porque un crimen contra la naturaleza es un crimen contra nosotros mismos y un pecado contra Dios, como de nuevo nos recuerda Francisco, el de nuestro siglo, aunando sus esfuerzos a través del tiempo y de la historia con los aquel  santo de Asís de quien toma el nombre papal , nueve siglos atrás. Y así se unen a los de tantos y tantos hombres y mujeres que a lo largo de la historia han emigrado tras guerrear en sus tierras en defensa de sus recursos naturales desapropiados bien  por mano humana o por desastres climáticos. O sea: en defensa de su identidad estrechamente ligada con la naturaleza. Unir en ello, los dos aspectos de una perfecta ecuación: “los derechos humanos y los derechos de la naturaleza son dos nombres de la misma dignidad” (Eduardo Galeano) .

Millones de personas humanas que forman parte de una marea ingente desprotegida, emigrando interna y externamente a causa de los cambios climáticos o de las tragedias naturales. Y que , abandonada,  vaga errante por el mundo a causa de las migraciones forzadas por desastres naturales, humanos y políticos en nuestra querida tierra. Sin sentir ya que sus pies pisan terreno propio.

Y esperando a cantar , cuando puedan hacerlo el   poseer estable y pacíficamente un lugar en el planeta y soñar  ante el Dios de las semillas que “cuando tengan la tierra, la vida será un dulce racimo y en el mar de las uvas, nuestro vino cantaré” que también dice Mercedes Sosa.

Que sí. ¡Que si escuchamos «tanto el clamor de la tierra como el clamor de los pobres» (Laudato Sí) escucharemos no ( sólo) el idílico trinar de los pájaros sino al coro de las clásicas tragedias griegas– voz colectiva o eco de la conciencia del pueblo-! Al coro de los millones de personas obligados por estas causas  se unen y unirán muchos candidatos más. Aquellos a quienes ya tienen una vulnerabilidad, se exponen a más vulnerabilidades, y así  los grupos marginados se enfrentan a mayores retos

Muchos insisten que la legislación jurídica actual sobre migraciones tiene necesidad de ser reinterpretada y adaptarla urgentemente a las nuevas realidades partiendo de la base de que "la migración es un derecho humano". Los migrantes – por supuesto los climáticos- son peregrinos en busca de hogar en este mundo. Nos descubren una de las grandes verdades de la humanidad: Somos hijos de un Peregrino, cuyo hogar es el mundo. Y donde deseamos tener un hueco amable y  digno  

Logo de la COP28
Logo de la COP28

“La falta de reacciones ante estos dramas de nuestros hermanos y hermanas es un signo de la pérdida de aquel sentido de responsabilidad por nuestros semejantes sobre el cual se funda toda sociedad civil” escribió Francisco en la Laudato Sii (LS, 25). De ahí que haya organizaciones que también ante la COP28 sigan exigiendo que los países que provocan más impacto medioambiental sufraguen los gastos derivados de sus efectos. Y no solo es cuestión de dinero (doy el dinero, tranquilizo la conciencia y huyo) sino de promoción efectiva de otro tipo de cultura

Si no escuchan el grito de los hombres, no van a escuchar los gritos de la tierra… Hasta que veamos a la tierra de manera similar como cuentan que las ven las culturas indígenas: la ven desde adentro. Viendo la tierra, me veo a mí mismo. Lo que contra ella hago, está hecho contra mí.

La apuesta verde no se puede ni ignorar ni blanquear.  Y si el grito humano se diluye y el divino se silencia, se oirán los gritos de las piedras.

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