"Lo que Israel está  haciendo cada día en Gaza es un genocidio puro y simple." Caín, ¿dónde está tu hermano?

Creo que ya nadie lo duda, ni siquiera los grupos honestos y sinceros dentro del mismo  Israel: B. Netanyaju y su grupo de apoyo han sobrepasado todos los límites habidos y  por haber en la represión desatada contra Gaza. Las posibles “justificaciones” que, en  su momento, pudieron argüirse a raíz del ataque de Hamás, hoy nadie puede ya  repetirlas ni recordarlas. Nadie, en su sano juicio, deja de aceptar que lo que Israel está  haciendo cada día en Gaza es un genocidio puro y simple.  

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Genocidio que está pagando no Hamás, sino los más pobres de toda Palestina,  comenzando por los niños y las mujeres. Es lo primero que TODA PERSONA debe  aceptar. Genocidio que sería imposible sin varios supuestos: 1º el apoyo directo y  culpable de Estados Unidos. Busquemos las razones que queramos, sin ese apoyo  directo sería imposible lo que Israel hace cada día. 2º el silencio cómplice de la mayoría  de países de la Unión Europea. Sin ese silencio el apoyo directo de Estados Unidos se  vería seriamente cuestionado. 3º la pasividad mundial ante la masacre de tantos  hermanos palestinos. 4º La mirada al costado de todos los creyentes cristianos ante el  caído y masacrado al borde del camino (Lc 10).  

De ese genocidio, de esas muertes los cuatro grupos, en distinta medida, somos  culpables. Lo de Gaza ya ha pasado todas las rayas rojas que una civilización realmente  humana y todos los creyentes en el Dios del NT pueden soportar. 

Y ante esto, la Iglesia, los Cristianos ¿qué? Hasta ahora, en el mejor de los casos, nos  hemos limitado a “declaraciones”, “denuncias”, “comunicados”… Pienso que podemos  y debemos hacer mucho más. Con frecuencia se ha apelado a lo mejor, a la reserva  moral, de los religiosos, de los creyentes. Los cristianos lo tenemos muy claro: o  mostramos nuestro amor a esos hermanos que mueren día a día o no podemos decir  que creemos en el Dios de Jesucristo. No hay manera de entender la Biblia -sobre todo  el Nuevo Testamento- y mirar a otro lado cuando miles de hermanos mueren cada día. 

Estoy haciendo un llamado especial a nuestra jerarquía, incluyendo a León XIV y a  todos los obispos, al clero que vivimos muy cerca de nuestros feligreses ¡Tenemos el  deber de parar esta masacre! ¡Tenemos la obligación moral de decir BASTA! No  importan nuestras posiciones políticas, no importa nuestra ideología, se trata, pienso, de ser o no ser cristianos. ACTUEMOS YA.