El obispo de Teruel glosa a quien fue su antecesor durante 18 años Gómez Cantero: "Antonio Algora buscó seguir el camino del Buen Pastor. Gracias por todo lo que has hecho"

Algora, con Gómez Cantero
Algora, con Gómez Cantero

"Dejó una gran huella en nuestra iglesia y en nuestro pueblo, que perdura tantos años después, por su cercanía y preocupación por todos, creyentes o no"

Nos acaban de anunciar que ha fallecido D. Antonio Algora, el que fuera nuestro obispo durante dieciocho años. Tan solo hace unas semanas, los primeros días de septiembre, estuvo disfrutando con su familia en Albarracín, de donde es Hijo Adoptivo. Como obispo buscó seguir el camino del Buen Pastor, y así le sentimos y recordamos en nuestra diócesis de Teruel y Albarracín.

Su identificación con estas tierras y nuestras gentes, le hizo entregar la vida para mantener la esperanza. Los horizontes evangelizadores, la participación de los laicos, el aliento a los sacerdotes, la cercanía con la vida consagrada y con los misioneros… la realización de los Planes Pastorales, su desvelo por la cultura (la Fundación Santa María de Albarracín, la Fundación Amantes, el Museo Diocesano..), las restauraciones (la catedral, el obispado…), la edificación de nuevos templos parroquiales en la capital (San José, San Julián, La Esperanza, Santa Emerenciana), la creación del Instituto Teológico de San Joaquín Royo… esto y mucho más avalan su misión de pastor entregado.

Sus dieciocho años en esta Diócesis, además, estuvieron marcados por el Año Mariano y su Encuentro, la Asamblea Diocesana, el Jubileo del Año 2000, las beatificaciones del obispo Anselmo Polanco y su Vicario Felipe Ripoll y la canonización de San Joaquín Royo. Nuestro Obispo, D. Antonio Algora dejó una gran huella en nuestra iglesia y en nuestro pueblo, que perdura tantos años después, por su cercanía y preocupación por todos, creyentes o no. 

Antonio Algora

Ahora es el momento de dar gracias a Dios por él. Poner su vida en manos de Santa María, nuestra Señora de Mediavilla y de Oriente, y encomendarle al Señor de la Misericordia. Seguir con el aliento evangelizador que él trazó, sería el mejor gesto de gratitud hacia él, que pastoreó esta Iglesia Diocesana.

Gracias D. Antonio. Nuestra oración y acción de gracias por todo lo que has hecho por todo este pueblo, sea nuestro homenaje este día que el Señor te ha llamado para que goces de su presencia. 

Descansa en Paz.

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