Falleció en París el 18 de julio a los 82 años Cardenal André Vingt-Trois, una vida al servicio de la Iglesia y de Francia

Su cercanía con el cardenal Jean-Marie Lustiger, a quien consideró siempre su maestro, marcó su itinerario pastoral y su concepción de la Iglesia en diálogo con el mundo
Como presidente de la Conferencia Episcopal Francesa (2007-2013), Vingt-Trois lideró la respuesta de los obispos ante desafíos como el debate sobre el matrimonio igualitario y la secularización cultural
Más allá de su labor episcopal, el cardenal Vingt-Trois fue autor de numerosas obras teológicas, mentor de generaciones de sacerdotes y laicos, y promotor de la oración por la nación
Más allá de su labor episcopal, el cardenal Vingt-Trois fue autor de numerosas obras teológicas, mentor de generaciones de sacerdotes y laicos, y promotor de la oración por la nación
El cardenal André Vingt-Trois, arzobispo emérito de París y figura central de la Iglesia católica francesa durante las últimas décadas, falleció en París el 18 de julio de 2025 a los 82 años. Su partida marca el final de una etapa en la que la Iglesia de Francia experimentó profundas transformaciones, retos pastorales y debates sociales de gran calado.
Trayectoria y legado pastoral
Nacido en París el 7 de noviembre de 1942, hijo de Armand Vingt-Trois y Paulette Vuillamy, destacó pronto por su vocación al servicio espiritual y académico. Tras formarse en el selecto liceo Henri-IV, ingresó en el seminario de San Sulpicio y obtuvo un doctorado en teología moral por el Instituto Católico de París. Fue ordenado sacerdote en 1969 y dedicó los primeros años de su ministerio a la formación de laicos y a la catequesis, mostrando ya su atención por la vida parroquial y la transmisión de la fe.
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En 1974 fue nombrado director del seminario de San Sulpicio, donde también impartió clases de teología sacramental. Su cercanía con el cardenal Jean-Marie Lustiger, a quien consideró siempre su maestro, marcó su itinerario pastoral y su concepción de la Iglesia en diálogo con el mundo.
Un obispo y cardenal al servicio de París y de toda Francia
En 1988 fue consagrado obispo auxiliar de París.
En 1999 fue nombrado arzobispo de Tours, y en 2005 ocupó la sede de París, sucediendo a Lustiger. Allí sirvió hasta 2017, convirtiéndose en referente espiritual y social para la capital francesa en tiempos de secularización, multiculturalismo y profundas tensiones sociales14.
Elevado al cardenalato por Benedicto XVI en 2007, asumió también el cargo de Ordinario de los católicos de ritos orientales en Francia.
Como presidente de la Conferencia Episcopal Francesa (2007-2013), Vingt-Trois lideró la respuesta de los obispos ante desafíos como el debate sobre el matrimonio igualitario y la secularización cultural, defendiendo con firmeza su visión de la familia y el lugar de la Iglesia en la sociedad14.
Un pastor de firmeza y diálogo
La voz de Vingt-Trois fue inconfundible en el panorama público francés:
Se mostró como un firme defensor de la doctrina católica sobre el matrimonio y la familia.

Promovió el diálogo entre creyentes y no creyentes, sabiendo conjugar la fidelidad al Evangelio con la apertura al debate social.
Participó en numerosos sínodos y organismos vaticanos, como la Congregación para los Obispos, el Consejo Pontificio para la Familia y la Congregación para las Iglesias Orientales.
Reconocimientos y humanidad
Más allá de su labor episcopal, el cardenal Vingt-Trois fue autor de numerosas obras teológicas, mentor de generaciones de sacerdotes y laicos, y promotor de la oración por la nación, rescatando tradiciones espirituales para adaptarlas a los tiempos actuales4.
Recibió numerosos reconocimientos, como la Legión de Honor y la Orden del Mérito en Francia, reflejo del respeto ganado tanto dentro como fuera de la Iglesia.
Despedida
La Iglesia francesa y la comunidad internacional despiden a una figura caracterizada por la lucidez intelectual, la entrega pastoral y su compromiso indeclinable con el Evangelio y el bien común. André Vingt-Trois deja un legado de fe, diálogo y servicio que inspira a quienes siguen construyendo puentes entre la Iglesia y la sociedad contemporánea.
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