"Algunas sugencias a propósito de su elección" Carta a don César, recién 'aclamado' Secretario General de la CEE

César García Magán
César García Magán

"Paladeados los ditirambos que algunos 'informadores religiosos' le consagraron a monseñor don César García Magán, a propósito de su elección como Secretario General de la CEE, me animo a dirigirle esta misiva"

"Magnifican, don César, -¡y de qué forma!- su capacidad de diplomacia. No eche usted en saco roto la necesidad que padecen la mayoría de los miembros de la CEE, de ser y de comportase también como personas bien educadas y no solo por exigencias del santo Evangelio"

"Y de política ¿qué? Me ahorro sugerirle que adscribir de alguna manera su nombre a determinadas siglas y colores de partidos políticos, -sean los que sean- jamás será signo y sacramento de Iglesia, aunque personalmente le resulte 'rentable' a la institución"

"Y, para ponerle el punto y aparte a estas sugerencias epistolares, permíteme, don César, que le rete a que ayude a afrontar el tema de la Patrona de Extremadura, de su Comunidad Autónoma y de su Provincia Eclesiástica"

Paladeados los ditirambos que algunos “informadores religiosos” le consagraron a Mons. Don César García Magán, a propósito de su elección como nuevo Secretario General de la CEE. -y, por ahora, también su portavoz-, me animo a dirigirle esta misiva o sugerencias, aunque el estilo no sea el correcto y en consonancia con lo que mandan los cánones gramaticales.

Creo con humildad, respeto y consideración que, quien firmó uno de los ditirambos, “se pasó” no uno, sino dos o más pueblos, arciprestazgos, diócesis y hasta Provincias Eclesiásticas enteras, al redactarlo. En el que se refiere a usted, como el “otro” César, con olvido inocente de que “César” solo hubo uno – el emperador romano- y que, por emperador ,”césar-cesarismo” -“es una forma de gobierno caracterizado por la concentración de poderes públicos en una sola persona”.

Por largamente generosa que sea su capacidad de indulgencias, comprensión amistosa y misericordia, resulta difícil haber aceptado por su parte y sin protesta alguna, regalo tan obsequioso “como muestra de afecto y consideración, sin recibir nada a cambio”

"'Tomar posesión' y 'hasta que la muerte nos separe', no son términos seriamente religiosos, por canónicos que sean, o se crea que son"

Una elección como la suya, casi por aclamación y “némine discrepante”, no aceptará jamás la condición de ”regalo“ en Nuestra Santa Madre la Iglesia. Solamente hubiera sido posible si, entre las diversas acepciones de “cesar”, fuera tenida en cuenta la de “la disponibilidad para acabar o llegar al fin cuando el tiempo lo requiera y, sobre todo, cuando se imponga el pleno y consciente reconocimiento - que no tiene por qué necesariamente coincidir con el canónico- , de que ya no se construye Iglesia, sino que se la destruye. Tomar posesión” y “hasta que la muerte nos separe”, no son términos seriamente religiosos, por canónicos que sean, o se crea que son.

Alaban en usted, don César, “el carácter perfeccionista y detallista, el cuidado del protocolo, de las formas y de la liturgia”. También el dato de que “lo lee todo y que incluso hace observaciones y correcciones a lo escrito”. Como anillo al dedo le servirá esta calificación pastoral, dado que a los obispos, y a la jerarquía en general, les asalta la tentación de que son merecedores de todo lo que huela a incienso, dentro y fuera de los ”lugares sagrados”, que lo son “gracias a su condición de “Sucesores de los Apóstoles”, siempre y en todo y “por la gracia de Dios”. El censo de obispos elegantes-elegantes, humildemente elegantes, familiares, amigos y convecinos, es parco. Extremadamente parco. El báculo, la mitra, el palacio episcopal, el tono de voz y manera de comportarse, no les facilita ejercer de otra manera, dando la triste impresión de no ser personas normales y como el resto de los adultos medianamente educados.

"El censo de obispos elegantes-elegantes, humildemente elegantes, familiares, amigos y convecinos, es parco. Extremadamente parco"

Magnifican, don César, -¡y de qué forma!-su capacidad de diplomacia, hasta rebasar las lindes de los expertos y laureados en tal disciplina. No obstante, no conviene olvidar que “diplomacia” es término académico que también significa “habilidad o estímulo al hacer o decir algo”, “cortesía aparente e interesada”, además de “ciencia que estudia los intereses y las relaciones internacionales de los Estados”. La diplomacia a la que se refiere el pueblo-pueblo de Dios, no está registrada para bien en el Evangelio. Si Jesús hubiera sido y ejercido como diplomático, no seguiría llamándose JESÚS.

De todas formas, no eche usted en saco roto la necesidadque padecen la mayoría de los miembros de la CEE, de ser y de comportase también como personas bien educadas y no solo por exigencias del santo Evangelio, de Jesús ,- Maestro por excelencia-, y del ejemplo del papa Francisco, sino por el simple hecho del cambio que se aprecia en los nuevos tiempos.

"La diplomacia a la que se refiere el pueblo-pueblo de Dios, no está registrada para bien en el Evangelio. Si Jesús hubiera sido y ejercido como diplomático, no seguiría llamándose JESÚS"

Y de política ¿qué? Como una de las condiciones “sine qua non”, para integrar la terna de episcopalidad que decidirá la Curia Romana, es la de que el aspirante “se lleve bien con los políticos y no cree problemas”, la constancia de que un Ministro del Gobierno actual de España es amigo suyo y se hace siempre presente en sus actos de ordenación-consagración religiosa, me ahorro sugerirle que adscribir de alguna manera su nombre al comportamiento y a determinadas siglas y colores de partidos políticos, -sean los que sean- jamás será signo y sacramento de Iglesia, aunque personalmente le resulte “rentable” a la institución.

Y, para ponerle el punto y aparte a estas sugerencias epistolares, permíteme, don César, que le rete a que ayude a afrontar el tema de la Patrona de Extremadura, de su Comunidad Autónoma y de su Provincia Eclesiástica, la Virgen de Guadalupe, exiliada en Toledo, capital de Castilla- La Mancha, de cuyo arzobispo Primado sigue usted siendo Auxiliar y, por tanto, suficientemente enterado de caso tan singlar en todo el orbe católico. El reto consiste en que se nos aporten las razones que expliquen hecho tan insólito y ofensivo para Extremadura, dado que, hasta el presente, ni el Presidente de la CEE., ni su Primado de la “dives toletana”, ni ninguna “autoridad” eclesiástica, hicieron otra cosa que “dar la callada por respuesta” .

Si las razones se relacionan con el gazofilacio del santuario guadalupano y sus euros, dólares y denarios -por ahora no se admiten rublos-, somos ya suficientemente adultos para no escandalizarnos, después de conocer, por ejemplo, y con toda clase de datos y lágrimas del papa Francisco, “la corrupción y las trampas del Cardenal Becciu“ en Roma, en donde por lo visto habrá de fraguarse la solución para Extremadura y su excelsa Patrona.

¿Nos puede adelantar alguna cantidad para sufragar, -invertir-, en calidad de limosna, los gastos que las gestiones demanden? ¡Ojalá sean de otro tipo las razones. Pero necesitamos saberlas, por supuesto que documentadamente.

Guadalupex
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