"Es hora de que acabe la impunidad, el silencio y el negacionismo" Cuatrecasas: "Todas las víctimas y supervivientes de pederastia clerical seguiremos adelante pese a quien pese"

Cuatrecasas
Cuatrecasas

"Ahora se presenta una gran oportunidad para todos los agentes de esta historia, y ahora es cuando la iglesia sigue empecinada en resultar creíble mediante una auditoría externa encabezada por un miembro confeso de la Prelatura del Opus Dei"

"La perversidad de seguir negando la condición de víctimas del superviviente del llamado Caso Gaztelueta, (Ladaria, Ocáriz, Goyarrola), los insultos y faltas de respeto dirigidos a esta y otras personas abusadas cuando eran niños y niñas, son ya intolerables"

"Rompan, señores obispos y arzobispos, con el miedo, la verdad y su implicación incondicional en la investigación, les hará libres, a ustedes pero también a la propia institución"

En una de sus novelas, Inferno (2013), el escritor Dan Brown dejaba escrita la siguiente reflexión : “La mente humana tiene un primitivo mecanismo de autodefensa que niega todas las realidades que producen demasiado estrés para que el cerebro las maneje. Se llama negación.”

En el grave asunto de la pederastia en la Iglesia la negación responde a dos criterios, como ha quedado perfectamente demostrado. Por un lado, el atroz encubrimiento, negado por la jerarquía en el ámbito público y en el mediático. Como si no hubiese existido, como si la acusación fuera fruto de la imaginación de víctimas y supervivientes. Por citar sólo dos casos donde existió, la lista sería interminable, Montserrat y La Bañeza. Encubrimiento objetivo y demostrado.

Cremades y el cardenal Omella
Cremades y el cardenal Omella

Por otro, manejar el cerebro para no dañar la buena imagen de la institución buscando la negación. Y es entonces cuando el tiralíneas de algunos próceres ensotanados se lanza adelante con delirios, negando, minimizando y haciendo gala de ese dicho hispano que apunta mal de muchos, consuelo de tontos, “esto ocurre y ha ocurrido en todos los ámbitos de nuestra sociedad”, como si alguien lo hubiese negado. Ansia de reducir los porcentajes de víctimas y pederastas, ansia de alegar que se quiere terminar con la iglesia.

Excusas inertes e incalificables, máxime cuando desde ANIR Asociación Nacional Infancia Robada, hemos repetido hasta la saciedad la condición cristiana, pese a todo lo sufrido y toda la desidia de la Iglesia, de algunos de nuestros y nuestras miembros.

Ahora se presenta una gran oportunidad para todos los agentes de esta historia, y ahora es cuando la iglesia sigue empecinada en resultar creíble mediante una auditoría externa encabezada por un miembro confeso de la Prelatura del Opus Dei. Hace ya unos años que pusieron al frente de una comisión anti pederastia a un obispo encubridor y ni más ni menos que a Silverio Nieto, hombre cuya fama le precede y le persigue.

Las maniobras orquestadas en la oscuridad de Añastro y Castelló, quien sabe si también en la dorada Villa Tévere, son vox populi pese a que ellos siempre lo negaran, como es obvio.

Todo listo para el juicio por el caso Gaztelueta
Todo listo para el juicio por el caso Gaztelueta Agencias

La perversidad de seguir negando la condición de víctimas del superviviente del llamado Caso Gaztelueta, (Ladaria, Ocáriz, Goyarrola), los insultos y faltas de respeto dirigidos a esta y otras personas abusadas cuando eran niños y niñas, son ya intolerables y toda la sociedad civil debe saber que si la iglesia española no colabora con responsabilidad y firmeza, en la investigación civil liderada por el Defensor del Pueblo, estará faltando primero a sus víctimas, que llevan años soportando con ilimitada paciencia el maltrato de esa parte de la jerarquía que mira para otro lado o al menos lo intenta, pero después a sí misma como presunta representante de los principios y valores que tanto predican.

Porque todas las víctimas y supervivientes de pederastia clerical seguiremos adelante pese a quien pese. Es hora de que acabe la impunidad, el silencio y el negacionismo.

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Rompan, señores obispos y arzobispos, con el miedo, la verdad y su implicación incondicional en la investigación, les hará libres, a ustedes pero también a la propia institución. Lo otro solo contribuirá a engrandecer la sombra perniciosa que se cierne sobre la iglesia de Pedro en España.

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