"Es uno de los grandes teólogos de la teología de la liberación a través de su praxis pastoral y espiritual" Eduardo Francisco Pironio, el cardenal de la esperanza

Eduardo Francisco Pironio
Eduardo Francisco Pironio

"La esperanza para él es la energía que hace falta para lograr los cambios urgentes que necesitamos en nuestras comunidades, en la Iglesia y en nuestros países en este momento histórico"

"Pironio, en su reflexión y proceder siempre tuvo un liderazgo muy marcado y una fidelidad muy creativa, por la animación multiplicadora y no por un mandar o penar obligado"

"Por la acción liberadora la Iglesia nos libera DE toda la acción opresiva y opresora de la humanidad y de la Iglesia. CON la acción de la gracia en la Iglesia se hace posible la comunión COMO maestra y madre de la comunidad y de la vida comunitaria"

Pironio aprendió a caminar, caminó y enseñó y enseña,sobre todo, a caminar por el camino de la esperanza. Es para muchos cristianos, religiosos y sacerdotes y para el Papa Francisco, el cardenal de la Esperanza.

La esperanza para él es la energía que hace falta para lograr los cambios urgentes que necesitamos en nuestras comunidades, en la Iglesia y en nuestros países en este momento histórico.

La esperanza que fue para él: Un compromiso cristiano, eclesial, moral, social y político. Una integración muy personal de todas las virtudes teologales: Fortaleza en la fe, Seguridad en la esperanza y Constancia en el amor.

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Pironio

Fue el hilo conductor de su pensar y proceder. La que juntó muy bien con la alegría: “Alegres en la esperanza”(Rm 12,12).

Pironio, en su reflexión y proceder siempre tuvo un liderazgo muy marcado y una fidelidad muy creativa, por la animación multiplicadora y no por un mandar o penar obligado. Buscaba siempre una transformación eclesial y comunitaria. A Roma llevó y en Roma deja ese nuevo estilo: “Yo no estoy aquí para ser bombero sino para ser arquitecto; yo no vengo aquí a apagar incendios o resolver problemas sino animar”. Pasar del mandar al animar es decisivo en un mundo esperanzado, en el nuestro.

Juntó lo mejor de un gran teólogo: Reflexión de buen maestro con la pastoral; y lo hizo muy bien; de tal forma que así completamos las dimensiones diversas que se enriquecen mutuamente.

E. Fiocchetto lo definió “Un hombre fiel a su hora histórica”. No fue explícitamente catedrático, ni redujo su proceder al actuar en el mundo universitario; cada vez que asumía más responsabilidades pastorales de hecho disminuían las posibilidades de formación personal y teológica de la enseñanza de la teología. Es uno de los grandes teólogos de la teología de la liberación a través de su praxis pastoral y espiritual de la Iglesia. El Pironio “montonero” (Escrito en las paredes de la Catedral de Mar del Plata). acepta y adopta el lenguaje liberador. Insiste en sus fundamentos bíblicos y de espiritualidad sin entrar en la necesidad de reflexionar en los aspectos políticos (Juan Carlos Scannone).

Pironio y Juan Pablo II

Asume y bien propone actividades, perspectivas y procederes propios de un cardenal de la esperanza:

- Actividades de los aportes de este pensamiento: Docencia, libros y artículos, rector del Seminario de Buenos Aires, decano Facultad de teología de la UC de BA; juntó lo espiritual y lo pastoral y lo nacional, lo continental y lo mundial, lo profético y lo pastoral, “el Celam me enseñó a ser pastor sin fronteras y soy inmensamente feliz de proclamarlo”, días de persecución e incomprensión de algunos.

 - Perspectivas de esta teología de la esperanza: “caminar siempre en la firmeza inquebrantable de la esperanza”, ser la iglesia de la Pascua, el pueblo de Dios, iglesia que grita una esperanza que nace del corazón de la cruz, se apoya en la solidez del Espíritu, nos compromete cada día en ser alma y nuevo fermento de la sociedad, luz del mundo,levadura de Dios para la historia, María fue la Fuente de la misericordia, Madre de la esperanza y Virgen poderosa, alimentó la esperanza con la oración y con opciones bien concretas: alegrarse en la esperanza, buenas elecciones, la escucha…y buenos consejos para transmitirlos.

 - Para contagiar este modo de proceder esperanzado en las personas del mundo de hoy el Cardenal dio varios pasos: confió en el Señor y en la gente; escuchó mucho y bien; habló de ella sencillo y claro; testimonió la esperanza. La vivía y transmitía por su alegría constante, su amor permanente a la Iglesia, su relación muy filial con María y por una gran calidad humana hecha de amistad, autenticidad, fraternidad y fidelidad; la cruz fue como la melodía de fondo de su vida; supo cantarla con una tonada de sinodalidad pascual; le escucharon muchos de los integrantes de la Iglesia del Postconcilio que hoy siguen buscando en él inspiración y protección; la suya fue una esperanza muy unida a la alegría y al Magníficat, corazón de su testamento y a los jóvenes. Puedo compartir, por supuesto, que le ha interesado mucho el Papa Francisco.

Con todas estas ideas en el año 1991 nos juntamos los dos en Roma en una jornada inolvidable y de mucho más de 24 horas. En ella con la ayuda de la Teología de la liberación, llegamos a una definición buena de la acción liberadora de la Iglesia y la identificamos con la acción esperanzadora: Por la acción liberadora la Iglesia nos libera DE toda la acción opresiva y opresora de la humanidad y de la Iglesia. CON la acción de la gracia en la Iglesia se hace posible la comunión COMO maestra y madre de la comunidad y de la vida comunitaria.

Pironio

Así Pironio prolongó en el tiempo la riqueza de su vida. Fue el típico caso del hombre justo en el tiempo justo. Don providencial de Dios a su Iglesia, a su país y al Continente en su tiempo. Un gran regalo, como dijera en su oportunidad el Cardenal Jorge Mario Bergoglio (5 febrero2002).

Siempre transmitía una fuerte sensación de alegría que fluía con naturalidad de su fe y contagiaba esperanza. En su compañía se sentía uno estar acompañados en este tercer milenio por un hombre experto en humanidad ya que en él no había “doblez ni engaño”; amigo de Dios yde los hombres, apasionado y apasionador de la esperanza. Pironio estaba modelado en el Evangelio. Se fue cuando habíamos aprendido a quererlo mucho y lo necesitábamos cerca; pero cerca está, sigue viviendo: “Santidad, me estoy yendo al cielo. Desde el Cielo continuaré ayudándolo en el servicio de la Iglesia… Seguiré rezando por ella… y le renuevo mi fidelidad” (Palabras al Papa Juan Pablo II, 3 febrero 1987).

 Oración:

Beato, Eduardo Francisco,

Ayúdanos en la Iglesia y en el mundo de hoy

a ser lo que tú fuiste y lo que tú eres ahora con abundancia;

concédenos tu espíritu de alegría a los que tanto lo necesitamos;

contágianos generosamente con tu mucha

gracia la esperanza

a los que mucho la admiramos en ti.

Amén.

Pironio

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